Procedente del videoclip, la publicidad, los musicales y cortometrajes, como muchos otros jóvenes cineastas de su generación, Beto Brant (Sao Paulo, 1964) estudió en la escuela de cine FAAP y luego realizó videos musicales para varias agrupaciones, entre otras, Titas. Su corto Jó estuvo entre los más elogiados entre los cortometrajes más recientes.
Su primer largometraje fue Os Matadores (1997), que se enfoca en las claves del western y en una historia ambientada en la frontera entre Brasil y Paraguay, que se acerca a la ética de los asesinos a sueldo, probando los límites de la amistad, el miedo y la traición.
Le siguió Asado entre amigos (1999), que participó en la selección de Nuevos Valores en el Festival de Venecia, y se relaciona con algunas emociones y el estilo de vida de la generación a que pertenece Beto Brant, autor también del guión, donde se recrean sentimientos de culpa, lealtad, venganza y recuerdos. Asado entre amigos es la historia de cuatro personas que participaron en la oposición armada al gobierno militar a fines de los sesenta y fueron torturados. Veinticinco años después buscan venganza.
O invasor (2001) fue galardonada con el premio a la mejor película latinoamericana en el Festival del Sundance. En el filme se abordan los temas del poder, la ambición, la amistad y la traición (como en las películas anteriores de Beto Brant) en una Sao Paulo violenta y caótica. Tres compañeros de universidad y socios en una empresa constructora, se verán inmersos en un serio conflicto cuando uno de ellos amenaza con disolver la sociedad, y los otros deciden eliminarlo. Piensan que una vez resuelto “el problema”, podrán manejar la empresa a su antojo.
El cortometraje Crimen delicado (2005), conoció una intensa carrera por festivales internacionales. Eu receberia as piores notícias dos seus lindos lábios (2011), adaptación del homónimo libro de Marçal Aquino.