Criado en la provincia de Jujuy, Argentina, allí comenzó a estudiar cine y leyes. Luego, cursó otros estudios de cine en la Universidad de Minnesota, y se graduó de la London International Film School, en 1982.

Con la democracia, regresó a Argentina donde trabajó en una amplia gama de oficios relacionados con el cine. Codirigió con Federico Urioste, Ecos sobre los Andes (1983), un documental que retrata las tradiciones del pueblo humahuaca, que formó parte del imperio inca.

Financiada por el British Film Institute y Channel Four, La deuda interna (1987) es su largometraje debut, y borra el prejuicio de que Argentina y Gran Bretaña no podían compartir proyectos culturales debido a la guerra de las Malvinas.  La trama ocurre a doce mil pies de altura, en la ladera de los andes argentinos, donde la escasa ganadería y agricultura son los pocos medios de subsistencia. El único contacto con el exterior es un radiecito medio estropeado. Esta es la historia de un niño indígena que establece una hermosa amistad con su maestro, pero éste es asignado a otra localidad cuando arriba el golpe militar. Cuando el maestro regresa, es solo para enterarse de que el niño cumplió su sueño de ver el mar, se alistó como marinero en el General Belgrano, un acorazado que fue hundido por los submarinos británicos, sin que quedara ni un solo sobreviviente.

En el 2007 vuelve al género de ficción con El destino —inspirada en la novela El hombre que llegó a un pueblo, de Héctor Tizón— y participó en la 41º edición del Festival Internacional de Karlovy Vary, República Checa.