Detrás de la heroica historia del primer soldado norteamericano que murió en Iraq emerge el relato de quien fuera un niño de la calle en Guatemala, arrastrado a la guerra por un país extranjero en calidad de "greencard soldier", esto es, jóvenes de Latinoamérica y otros lugares del mundo a los que se ofrece residencia legal en EE.UU. a cambio de enrolarse en las fuerzas armadas de ese país para participar en misiones militares como la ocupación de Iraq.