La cinta ofrece una mirada objetiva a ciertos lugares de moda del Valparaíso de los años veinte, así como la aparición en escena de personalidades de la sociedad porteña y santiaguina. En ella se narran las aventuras de Manuel Rodríguez, prócer chileno del período de la Independencia nacional, entre 1814 y su muerte.
Es considerada la película más importante de la época silente del cine chileno, además de ser el único largometraje chileno del cine mudo que es posible ver en la actualidad. En 1962 ó 1963, el filme fue restaurado y montado por Sergio Bravo. Al año siguiente el Centro de Cine Experimental de la Universidad de Chile agregó una banda sonora compuesta por Sergio Ortega. En 1995 fue nuevamente restaurada, esta vez por la División de Cultura del Ministerio de Educación y en 1998 el largometraje fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Fondo(s) de la Biblioteca Digital asociados a esta película:
Actas del coloquio La historia en el cine chileno de ficción. (libro)