Esperanza es una monjita se convierte en una audaz subversiva llamada Brenda después de comer por equivocación unos hongos alucinógenos. Tras irrumpir en una fiesta de la alta sociedad, Brenda y cinco jóvenes "popis" se dedican a cometer fechorías en la ciudad de México, entre ellas el asalto a un Sanborns para robarse cinco helados de chocolate y uno de fresa. Las aventuras de Brenda y sus secuaces se ven obstaculizadas por el empecinamiento del comisionado de la Agencia Internacional de Vigilancia, quien además está enamorado de la "peligrosa subversiva".