Uno de los más sorprendentes directores del cine mexicano. Mantuvo un férreo academicismo que, inevitablemente, fue denostado por la crítica especializada de su país. Resultó formalmente uno de los directores más clásicos a lo largo de más de tres décadas y fue identificado con la línea defensora de un cine arcaico nacional.
Desde muy pequeño realizaba funciones de títeres, marionetas y linterna mágica. Se asienta en Ciudad de México en 1919. Siete años después es enviado a estudiar en Los Ángeles, donde trabaja como extra en algunos estudios de Hollywood.
Regresa a México en 1932 y se aplica a trabajar como extra; poco después se interesa en la parte técnica, por lo que se inicia como utilero. Entre 1935 y 1944, es asistente de dirección para Jack Conway, Arcady Boytler, Joaquín Pardavé, y muchos otros. Debuta oficialmente con La barraca (1944), que obtiene diez premios Ariel.
Aficionado al melodrama, y muy inspirado en el cine negro norteamericano, merecen destacarse en su filmografía algunos éxitos de taquilla y artísticos, verdaderos clásicos del cine mexicano como La otra (1946), La diosa arrodillada (1947, con Arturo de Córdova y María Félix), En la palma de tu mano (1950, Ariel a la mejor película y el mejor director del año), El niño y la niebla (1953), Miércoles de ceniza (1958), Macario (1959, la película mexicana más premiada del año, nominada al Oscar) y El gallo de oro (1964).
Luego, dirige filmes en otros países, Adventures of Casanova, Littlest Outlaw, y la coproducción con España, protagonizada por Cantinflas, Don Quijote cabalga de nuevo (1972). Dirige su último filme, Cuando tejen las arañas, en 1977. En 1986, la Cineteca Nacional le otorga la medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico.