Acusado injustamente de robo, el noble Raimundo se ve obligado a abandonar el hogar paterno. Un nuevo incidente, causado por la ambición de su hermano José, provoca que Raimundo sea repudiado por su novia María y por su padre, el justo y estricto don Pepe. La única que cree en Raimundo es su madre, doña Lupita, una mujer que sufre profundamente a causa de las decisiones equivocadas de sus hijos.