Un grupo de soldados acompaña a Diogo, astrónomo, naturalista y cartógrafo, recién formado en Coimbra, que llega a la región para hacer un levantamiento topográfico para la Corona Portuguesa. La columna se encamina al Fuerte Coimbra, permanentemente asediado por los indios jinetes, con quién Portugal está intentando un acuerdo de paz. De camino al fuerte, los soldados toman un baño en un río con un grupo de indias. El periodo de las lluvias irá a significar una tregua en la lucha con los guaicuru. Cuando las aguas comienzan a bajar, la posibilidad de paz resurge. Los jinetes vuelven al fuerte y aceptan el acuerdo propuesto por el comandante. Como manifestación de su buena voluntad, proponen que los portugueses se queden con las indias.