Un campesino, al igual que muchos otros, es explotado por los terratenientes. Tiene un hijo enfermo y su mujer está embarazada. Ante la imposibilidad de comprar medicinas para su hijo, un día se emborracha y desata su furia contra el cacique del pueblo, por lo que es llevado a la cárcel, donde recuerda el discurso del líder político de turno que prometió bienhechanzas que nunca vió ni verá.