Su primer acercamiento al cine tuvo lugar cuando su abuelo le construye un proyector de cine casero. A los doce años participa como extra en The Lady from Shanghai, de Orson Welles. Entró en la industria en 1955 como coproductor de Locura pasional, que dirigía Tulio Demicheli. Después, fue asistente de Emilio Fernández, Julio Bracho y Roberto Gavaldón, para más tarde continuar como argumentista y productor de La cucaracha, de Ismael Rodríguez, en 1958.
En 1966 debutó como director en La soldadera, drama sobre las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana, inspirado en un episodio de la eisensteniana ¡Qué viva México! Luego, escribe algunos guiones para ser dirigidos por otros, hasta 1970, cuando conduce el oeste Arde, baby, arde, rodado originalmente en inglés. Después se aleja de la dirección, y la retoma en 1976 con una polémica versión de Pedro Páramo. Su último trabajo como director fue Naná, inacabado por problemas con la actriz y productora Irma Serrano.