Realizó estudios superiores de Publicidad en el New York Institute of Advertising, entre 1970 y 1973. Estudió Dirección y Técnicas Cinematográficas entre 1974 y 1978 en el Conservatoire Libre du Cinema Francais, de París, para luego hacer un Taller de Técnicas Avanzadas de Cine y Video, en el Instituto FEMIS de la nación gala.
Primero adquirió prestigio como editor en filmes de Diego Rísquez (Orinoko, nuevo mundo y Amérika, tierra incógnita), Alberto Arvelo (La canción de la montaña, Candelas en la niebla). Como guionista participó en varios proyectos, Borderline y Tierna es la noche. Sus principales filmes como director son el cortometraje Borderline, y los largometrajes Tierna es la noche (1990), Tokyo-Paraguaipoa (1996), Sangrador (2002) y El infierno perfecto (2006).
En la actualidad ha dejado a un lado su cámara y su silla de director para dedicarse a la escritura. Días misántropos: una audaz propuesta narrativa y una mordaz mirada a sus congéneres, en la que la convivencia o la falta de ella en el mundo actual es el principal tema. La novela es, según Henríquez, la forma más sencilla y menos costosa de expresar lo que siente respecto al desarrollo político, social y hasta económico de Venezuela, pues el cine de autor, alerta el cineasta, parece no tener cabida en la actualidad venezolana.
Leonardo Henríquez did studies on publicity at the New York Institute of Advertising between 1970 and 1973. He studied direction and film technique from 1974 to 1978 at the Conservatoire Libre du Cinema Francais of Paris, France, and then, took part in a workshop on the most advanced film and video techniques, at the FEMIS institute of France.
First, he achieved prestige as editor in Diego Risquez´s films Orinoko, nuevo mundo and América, tierra incógnita, Alberto Arvelo´s La canción de la montaña and Candelas en la niebla. As screenwriter he was involved in some projects as Bordeline and Tierna es la noche. His main films as director are the short film Borderline and the feature films Tierna es la noche (1990), Tokyo-Paraguaipoa (1996), Sangrador (2000) and El infierno perfecto (2006).
The filmmaker put aside his camera and his director chair to devote himself to writing Días misántropos, an audacious narrative proposal and an incisive look to his fellow country men, in which the theme of coexistence or its absence in today’s world is the main subject. According to Henríquez, the novel is the most simply and the less expensive way to express his believes about the political, social and even economical development of Venezuela, since the cinema of author, according to the filmmaker's opinion, seems not to have a place in contemporary Venezuela.
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
