Antes de dedicarse al cine, realizó estudios de música e incursionó en el teatro y las artes plásticas. A partir de 1955 se dedicó a la realización de documentales y elaboró guiones para cortometrajes (Llegó el circo, Cachivache, El rescate, y La ribera, entre otros). Filmó películas de repercusión como Tres alegres fugitivos (1988), Hotel de señoritas (1979), Brigada explosiva (1986), y Río abajo (1960), además de Adiós Roberto (1985), donde se abordó con valentía el tema de la homosexualidad, por primera vez en la cinematografía argentina.