Mucho se ha discutido sobre los aportes y la validez de la filmografía realizada por la chilena Valeria Sarmiento (Valparaíso, 1948), quien estudió en la Escuela de cine de Viña del Mar, hasta su cierre en 1970, y luego comenzó a trabajar como editora con los cortometrajes La teoría y la práctica, Poesía popular y Los minuteros, todos dirigidos por su esposo, el también realizador Raúl Ruiz, por cuenta de la Editorial Quimantu, en coproducción con canal 7.
Como realizadora, se inició en el documental con Un sueño como de colores (1972), sobre las mujeres que viven haciendo striptease, y luego del golpe militar la pareja Ruiz-Sarmiento se exilia en Francia, donde ella continúa su labor como montajista para diversos realizadores, incluido Ruiz, hasta que le da continuidad a su filmografía con La dueña de la casa (1975), observación de una mujer incapaz de comprender lo que ocurre más allá de las paredes de su hogar.
Prosigue con un documental encargado por las Naciones Unidas, La nostalgia (1979), y al año siguiente rueda, con el auspicio del Centre Bruxellois de L’Audiovisual, Gente de todas partes, gente de ninguna parte, seguido por uno de los documentales más significativos en cuanto al punto de vista femenino y al cuestionamiento del machismo y de los ideales femeninos: El hombre cuando es hombre, que filmó en Costa Rica en 1982.
En Portugal, pero producido por Les Films du Pasaje y hablado en francés, realizó su primer largo de ficción: Notre marriage (1981), en el cual adaptaba un relato escrito nada menos que por Corín Tellado, que a la Sarmiento le pareció idóneo para desdramatizarlo, atemperarle la tensión melodramática, y construir un alegórico examen sobre la sexualidad reprimida que se mueve todo el tiempo entre la ironía y el ridículo.
Las más recientes películas de Valeria Sarmiento, tales como Amelia López (1992), Elle (1995), L’inconnu de Strasbourg (1998) y Rosa La China (2004) suelen ser estudios algo irritantes sobre la feminidad y el melodrama de perdedores y marginales, en relación con la cultura popular, con los lugares comunes más traídos y llevados del machismo y el feminismo.
Valeria Sarmiento was born in Valparaíso in 1948. A lot you has been discussed about the contributions and the validity of her filmography to the Chilean cinema. She studied in the Film School of Viña del Mar, until its closing in 1970. Then, she began to work as editor in the short films La teoría y la práctica, Poesía popular and Los minuteros, all directed by her husband, the also Chilean filmmaker Raúl Ruiz, coproduced by the Editorial Quimantu, and Canal 7 (television channel).
Her directorial debut was the documentary (Un sueño como de colores (1972) about the women that earn a living by making striptease. After the military coup the couple of Ruiz and Sarmiento exiled in France, where she continues her work as editor for different filmmakers, included her husband Ruiz, until she continued her filmography with La dueña de la casa (1975) a woman's observation unable to understand what happens beyond the walls of her house.
Her film careers continued with a documentary commissioned by the United Nations, La nostalgia (1979), and the following year filmed Gente de todas partes, gente de ninguna parte with the support of the Centre Bruxellois de L’Audiovisual, which was followed by one of the most significant documentaries in regard to the feminine point of view, and the questioning of the male chauvinism and the feminine ideals: El hombre cuando es hombre, which was shot in Costa Rica in 1982.
In Portugal, but produced by Films du Passage, she directed her first feature film, the French language film Notre marriage (1981), in which she adapted a story written anything less than by Corín Tellado, which Sarmiento found suitable not to dramatize, but to moderate the melodramatic tension, and build an allegorical study of the repressed sexuality that balances all the time between the irony and the ridicule.
Valeria's more recent movies as Amelia López (1992), Elle (1995), L'inconnu de Strasbourg (1998) and Rosa la China (2004) are usually uneasy studies s on femininity and the melodrama of losers and misfits, related with the popular culture, with the more frequent common assumptions on the male chauvinism and the feminism.
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
