Otorrinolaringólogo de profesión, en cuya clínica se asentó el primer estudio de animación mexicano, que generó seis cortometrajes entre 1935 y 1938. Creó a Paco Perico, el primer personaje animado hecho en el país, y realizó dos comerciales para Sal de Uvas Picot, protagonizados por Chema y Juana –quienes también aparecen en uno de los cortometrajes de este programa. Estos cortos no se volvieron a exhibir en México, fuera de los programas de Cinemateca, después de los años treinta.