Sus primeros retos como actor fueron en la radio, en 1943, en un programa especial sobre el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina, el 27 de noviembre. Hizo el papel de uno de los estudiantes fusilados.
Después llegó al teatro y su primer reto fue con solo 17 años, en el año 1945, organizado por el Cuadro de Comedia y Arte Dramático creado en Santiago de Cuba por el actor matancero José María Béjar, en la obra Don Juan Tenorio, de Zorrilla. Béjar hacía el Tenorio y él su contrafigura, Don Luis Mejías; obra en verso, un clásico del teatro romántico español. Lo más simpático es que aún hoy sé sabe de memoria la larga relación que le hace Don Luis Mejías a Don Juan Tenorio en la Hostería El Laurel.
Le siguió, en 1952, el primer reto en la televisión, en un programa de Paco Alfonso, en el Canal 2, dirigido por Jesús Cabrera, donde hizo por primera vez un personaje campesino. Después de eso a hecho 18 campesinos distintos.
Más tarde, en 1960, debutó en el cine, en un documental bajo el título de Chinchín, donde hizo el papel de otro campesino. El director fue Humberto Arenal y el fotógrafo, el canadiense Harry Tanner; se filmó en Jovellanos, Matanzas. Donde salvador fue más feliz como actor, y sintió un mayor impacto emocional, fue en la película El Brigadista, en 1976, porque allí debutó su hijo Patricio Wood, juntos los dos en el mejor ejemplo de fraternidad que existe, padre e hijo.
Como actor también lo marcó sobremanera el haber hecho el papel de José Martí en un programa que dirigía Pedro Álvarez, en 1968, a propósito del centenario del estallido de la Guerra de 1868, en el que mi esposa novia encarnó la figura de Carmen Zayas Bazán.