Sándor González Vilar nace en La Habana, el 16 de enero de 1977. Terminó los estudios de Química Industrial en la enseñanza media politécnica. Practica el arte del tatuaje desde 1993, y en el 2000 se gradúa de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, en la especialidad de Grabado. Se desempeña como profesor y miembro del tribunal de la Cátedra de dibujo de dicha institución, para la cual organiza concursos, talleres y donaciones; trabajo que alterna con la enseñanza del dibujo a jóvenes y niños de diversas edades en su propio taller.
Es fundador y director escenográfico del grupo artístico Brigada Verde, Cuba (1997-2000). Miembro de la Asociación Hermanos Saíz, fundador y director de la Galería Transeúntes (Cuba. 2007), y miembro de la Brigada Artística Martha Machado, creada en agosto de 2008.
Ha trabajado para el cine en la ambientación escenográfica, convocado por cineastas como el brasileño Walter Salles, y los cubanos Enrique Pineda Barnet y Lester Hamlet.
Los temas más presentes en su obra, giran en torno a la soledad, la fragilidad, la espera y la ciudad como símbolo del quehacer humano y del paso del tiempo. Sandor González cuenta con alrededor de 30 exposiciones personales y más de 70 exposiciones colectivas, tanto en Cuba como en el extranjero.
Junto a otras prestigiosas personalidades de las artes plásticas cubanas, ha sido invitado a participar en la creación de más 40 murales. Vale citar especialmente El Arca de la Libertad, ubicado en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, desde el año 2006.
Ha ilustrado revistas, concebido portadas de discos, diseños textiles, afiches. Ha participado como artista invitado en festivales, ferias y eventos, nacionales e internacionales; vale citar la Feria de Arte contemporáneo de Toronto, Canadá; la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, Madrid, (2004), (2005), (2006), y las ediciones IX y X de la Bienal de La Habana. Su obra forma parte de colecciones privadas en Cuba y el extranjero.
Referencias en el Portal:
Yoruba Soy, 2018, Dirección
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
