Nace en el Distrito Federal, y estudia en las mejores escuelas. Desde muy joven queda fascinada con el mundo del cine, con una visita que efectuó al set de la película El prisionero trece, de Fernando de Fuentes, de 1933. Poco después ya se encuentra trabajando como script y asistente de directores consagrados como Ramón Peón, Julio Bracho y Emilio Fernández, entre otros.
Aprende fotografía, y en 1948 Roberto Gavaldón intercedió ante la Asamblea General para que le permitieran a ella dirigir su primera película, Lola Casanova, adaptación de la obra literaria de Francisco Rojas González. Al año siguiente realiza La negra Angustias, y su visión femenina se ensancha y profundiza con Trotacalles, de 1951.
En 1953 realiza 110 mediometrajes en 16 mm, dirigidos a niños en Norteamérica. En 1956 Alfonso Corona Blake dirige El camino de la vida, a partir de una idea e investigación realizada por Landeta. La película recibe numerosos premios, pero Matilde fue vetada. Decepcionada, se dedicó a supervisar guiones y en 1983 es nombrada Presidenta vitalicia de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.
Participa como jurado del XI Festival Internacional de Cine de Mujeres. En 1988 la UNAM le entrega una medalla de plata, y el mismo año la SOGEM y el STPC le dan una placa en reconocimiento a sus 40 años como directora y guionista de cine. Durante todos estos años se mantiene al tanto de las nuevas tecnologías en cine, además de laborar dentro de los distintos sindicatos de la industria cinematográfica, hasta que vuelve a dirigir Nocturno a Rosario (1991).
En 1992 se le otorga un Ariel especial por su trayectoria, y recibe homenajes como directora y pionera del cine latinoamericano en numerosos países como Francia, Italia, Cuba, Inglaterra y Rusia.
She was born in the Federal District and went to the best schools. Being still very young she was fascinated by a visit she made to the film set of the movie El prisionero trece, by Fernando de Fuentes, in 1933. A while later she begins to work as script girl and assistant of consecrated directors such as Ramón Peón, Julio Bracho and Emilio Fernández, among others.
She learned photography, and in 1948 Roberto Gavaldón spoke up for her before the General Assembly for them to allow her to direct her first movie Lola Casanova, an adaptation of the literary piece by Francisco Rojas González. The following year she made La negra Angustias, and her female perspective widens and deepens with Trotacalles, in 1951.
In 1953 she makes 110 medium length films in 16 mm aimed at children in North America. In 1956 Alfonso Corona Blake directed El camino de la vida, from an idea an investigation made by Landeta. The film wins numerous prizes but Matilde was vetoed. Disappointed, she devoted herself to script supervision and in 1983 she is appointed lifelong president of the Mexican Academy of Science and Cinematographic Arts (Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas). She participates as juror in the XI International Festival of Female Cinema. In 1988 UNAM awards her with a silver medal, the same year SOGEM and STPC give her a decoration, acknowledging her 40 years as film director and script writer. During these years, she is well informed about cinema new technologies, besides, she works with the different unions of the cinematographic industry, until she directs another film, Nocturno a Rosario (1991).
In 1992 she is awarded with a special Ariel for her career and numerous countries such as France, Italy, Cuba, England and Russia pay her homage for her work as director and pioneer of the Latin American cinema.
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
