Huyendo de su pasado como líder sindical, Joaquín llega a un paraje solitario en donde atiende, con su esposa y su hijo, una fonda y una gasolinera. Allí llegan tres fugitivos, dos hombres y una mujer, que son perseguidos por un hombre poderoso de la región. La aparente cobardía de Joaquín se transforma en rabia al ver que los secuestradores ponen en peligro a su familia.