Entre los numerosos realizadores chilenos que accedieron a la industria del cine nacional luego de la restauración democrática, se cuenta Tatiana Gaviola, cuyo largometraje de ficción Mi último hombre (1996), fue de las pocas producciones nacionales estrenadas el mismo año en que se convocaron las elecciones. Melodrama de situaciones límite, que no excluyen el amor, el odio, la rabia, la ambición, la traición, el erotismo y los celos, el filme lo producía la televisión nacional.
Tatiana Gaviola había estudiado en la Escuela de Artes y Comunicación de la Universidad Católica, en una época en que era considerado raro estudiar cine, más para una mujer. Su escuela fue cerrada al comienzo de la dictadura pinochetista "porque decían que cineastas no hacían falta; las invenciones de historias en ese tiempo eran altamente nocivas; a mí me tocó empezar una carrera en una época cuando no habían salas de cine, ni cine chileno, todas las películas eran una cosa solitaria, como plantar la bandera en algún lugar ", cuenta la propia cineasta.
De todos modos, Gaviola consiguió realizar varios documentales en video con temas históricos y femeninos, y un mediometraje que aunaba ficción y documental, en 16 mm, Ángeles (1988) que ganó una invitación al Museo de Arte Moderno en Nueva York. El guión lo había escrito Delfina Guzmán. Narraba la investigación sobre un grupo de estudiantes que había desaparecido y la historia de Juan Maino. Lo primero que hizo como directora fue la codirección de un documental sobre Frei Padre donde Patricia Verdugo escribió los textos. Se cuestionaban cuarenta años de la historia de Chile, el documental fue prohibido y Tatiana con su equipo apelaron. Ganaron. No se proyectó por TV pero se pudo ver en la sala La Comedia, de espacio muy restringido.
Entre 1993 y 1995 Tatiana Gaviola presidió la Asociación Chilena de Productores. Mi último hombre es su primer largometraje y la más exitosa de sus obras. Posteriormente, se ubica en la docencia (Universidad Vicente Pérez Rosales, UVIPRO) a diseñar el proyecto de la Escuela de Cine y luego la dirige. La UVIPRO se distingue de otras escuelas de cine en que la formación cinematográfica se funda sobre el arte. No es sólo cine, se forma en base a la música, al arte, al diseño, al sonido, a la literatura. También proyectaba una miniserie en Chilevisión titulada Reporteras.
Es una de las primeras mujeres directoras de Chile. Tras trece años de receso, regresó a la cinematografía con la cinta Teresa basada en la vida de la escritora Teresa Wilms Montt.
Filmografía
2009 Teresa, Largometraje
1996 Mi último hombre, Largometraje
1988 Ángeles, Documental
1984 Yo no le tengo miedo a nada, Cortometraje
1984 Machalí, 1951. Fragmentos de una historia, Documental
1983 Tantas vidas, una historia, Documental
1982 Tiempo para un líder, Documental
Tatiana Gaviola is one of the many Chilean filmmakers who began to work in the film industry after the return of democracy. Her narrative feature film Mi último hombre (1996, was on of the few film productions released the year in which the elections were called. The film is a melodrama of extreme situations that do not exclude love, hate, rage, the ambition, treason, eroticism and jealousy, the film was produced by the National television.
Tatiana Gaviola had study at the Arts and Communication School (Escuela de Artes y Comunicación) of the Catholic University, at a time when was considered weird to study film even more in the case of a woman. Her school was closed at the beginning of Pinochet´s Dictatorship. The own filmmaker had stated "they said that filmmakers were not necessary, the creation of fiction was considered very negative. I had to begin my career at a time when there were not movie theaters and neither Chilean movies, all the movies were insolated; it was like if you have to conquered some place."
Any way Gaviola managed to direct some documentaries in video, dealing with historical and feminine themes, an a medium in 16 mm length film that mixed fiction and documentary, Ángel (1988), which deserved an invitation of the Museum of Modern Art of New York; Its screenplay was written by Delfina Guzmán. The film tells about a group of students who have disappeared and the story of Juan Maino. Her first cinematic work was the co-direction of a documentary about Father Fried, of which Patricia Verdugo wrote the texts. They questioned forty years of Chilean history; the documentary was banned, but Tatiana and her crew appeal and won. It was not broadcast on television, but it was screened at the movie house La comedia, a very restricted space.
Between 1993 and 1995, Gaviola presided over the Chilean Association of Producers (Asociación Chilena de Productores ). Mi ultimo hombre is her first feature film and the most successful of his works. Later on, he began to work as professor at the Vicente Pérez Rosales University, UVIPRO) to design the project of the Film School that she later directed. The UVIPRO distinguished itself from other film schools in that in it the film training is base on an artistic approach. It teaches not only cinema, training is also based on music, art, design, sound and literature. The filmmaker also projected a miniseries titled Reporteras for Chilevisión.