Fue el más importante cineasta brasileño de los años veinte y treinta, padre espiritual del Cinema Novo que transformaría el cine latinoamericano de los años sesenta. Humberto Duarte Mauro nació en una hacienda de Volta Grande, estado de Minas Gerais, en 1897, hijo de un inmigrante italiano y de una mujer culta y políglota. Con 17 años ya actuaba en teatro aficionado, tocaba el violín, y se convirtió en radioaficionado.
Se inició en el cine con una cámara de 9,5 mm, con la que realizó cortos como Valadão, O Cratera, en 1925. Su primer largo data de 1926, Na Primavera Da Vida, con el cual se hizo famosa la diva del cine brasileño, Eva Nil, que abandonó rápidamente su carrera. Sus siguientes filmes fueron Thesouro perdido (1927), Barro humano (1929), Labios sin besos viejos (1930) y Mulher (1932), todos ellos dramas mundanos en los que puso de manifiesto su originalidad, su fuerza en el sentido del paisaje, y su estilo en la edición y en la dirección de actores.
Mauro fue uno de los pioneros más entusiastas con que contó el cine latinoamericano. Alguna vez aseguró que “el cine norteamericano todavía no ha podido robarnos nuestro natural entusiasmo por representar fielmente todo lo que somos, o lo que deseamos ser”. Siempre animó al filme de ficción brasileño para que resurgiera de sus cenizas, ya fuera en el llamado ciclo regional de Cataguases (cinco filmes en los años veinte) como en el sueño que forjó junto con Adhemar Gonzaga en la productora Cinédia, donde realizó tres filmes entre 1930 y 1933, incluida su creación más conocida, Ganga Bruta (1933), con música de Radamés Gnatalli y la participación de la conocida actriz Dea Selva. Ganga Bruta es una intensa exploración de las relaciones sicosexuales a través de la historia de un hombre que mata a su novia en la noche de bodas, cuando descubre que no es virgen, y luego trata de reconstruir su vida y sus relaciones con las mujeres. Esencialmente silente, aunque cuenta con música y diálogo mínimo, es obra maestra insuperada.
Mauro también descubrió a Carmen Miranda en Voz do Carnaval (1933), el último trabajo de Mauro para Cinédia. Después, enfrentó dificultades financieras que lo llevaron a realizar documentales, y a continuación hizo Favela de mis amores (1935), mezcla de elementos del expresionismo alemán y del estilo soviético de montaje, interpretada por no profesionales, y que se transformó en su mayor éxito de taquilla, junto con Cidade mulher (1936), ambos perdidos en un incendio de la Brasil Vita Filmes.
Después, su obra como director empieza a escasear. En 1952, creó su propio estudio, Rancho Alegre, donde filmó Canto da saudade, su último largometraje. Se mantuvo realizando cortos hasta los años setenta. Entre 1936 y 1967 fue el responsable de la realización de 357 filmes financiados por el Instituto Nacional de Cinema Educativo. Aparte de su enorme contribución como productor, guionista, actor y director, hizo los diálogos de Como era gostoso o meu francês (Nélson Pereira dos Santos, 1971) y de Anchieta, José do Brasil (Paulo Cesar Saraceni, 1978); y además colaboró en el argumento y en el guión de A noiva da cidade (Alex Viany, 1979).
Falleció con 86 años en 1983, en la misma ciudad donde nació, la fecha en que se conmemora el día de la Cultura Nacional, del cine brasileño y del radioaficionado.
Humberto Mauro (1897-1983) was the most important brazilian filmmaker of the 1920´s an 1930´s, considered as the spiritual father of the Cinema Novo, that would transform the Latin American cinema of the 1960s. Humberto Duarte Mauro was born in a estate of Volta Grande, State of Minas Gerais, in 1897, son of an Italian immigrant and a cultivated and polyglot woman. At the age of 17 he already acted in amateur theater, played the violin, and became a radio amateur.
He began shooting with a 9,5 mm camera that he used to made short films as Valadão, O Cratera in 1925. It first feature film dates from 1926, Na Primavera Da Vida, thanks to which became famous Eva Nil, the diva of the Brazilan cinema of the time, who soon would abandoned her career. His next films were Thesouro perdido (1927), Barro humano (1929), Labios sin besos viejos (1930) and Mulher (1932), all of them street dramas, in which he evidenced his originality, the power of his sense of the scenery, and editing and actors direction style.
Mauro was one of the most enthusiastic pioneers of the Latin American cinema. The filmmaker once said “the American cinema has not manage to steal from us our natural enthusiasm for faithfully represent all that we are, o that we wish to be”. He always foster the Brazilian feature film, so that it could arise from ashes, be in the so called Regional cycle of Cataguases (five film in the 1920`s) or in the dream he made true in partnership with Adhemar Gonzaga through the production company Cinédia, where he directed three film between 1930 and 1933, including his most known work, Ganga Bruta (1933), with music by Radamés Gnatalli and the performance of the popular actress Dea Selva. The film is a passionate exploration of the psycho-sexual relations through the store of a man that kills his girlfriend on his wedding night, when he realizes she is not virgin, and try then to reconstruct his relationship with women. Basically silent, even when has minimal dialogues and music; It is considered an insuperable master piece.
Mauro also discovered to Carmen Miranda in the film Voz do Carnaval (1933), the last of Mauro´s work for Cinédia. After that he met financial difficulties that made that he shot documentaries; he directed Favela de mis amores (1935) a mixture of elements from the German expressionism and the Soviet style of montage, played by non-professional actors, and that eventually became the director´s biggest box office hit, alongside with Cidade mulher (1936), both films lost in a fire at the production company Brasil Vita Filmes.
After this date his works as director decreased. In 1952, he created his own studio, Rancho Alegre, where he filmed Canto da saudade, his last feature film; but he continued filming until the 1960´s. From 1936 to 1967 he was responsible of the making of 357 films financed by the National Institute of Pedagogical Cinema. Apart from his enormous contribution as producer, screenwriter, actor and director, he wrote the dialogues of Como era gostoso o meu francês (Nélson Pereira dos Santos, 1971) and of Anchieta, José do Brasil (Paulo Cesar Saraceni, 1978); and also collaborated in the argument and the screenplay of A noiva da cidade (Alex Viany, 1979).
He died at the age of 86 in 1983, in the city where he was born, date in which is celebrated the Day of National Culture, of the Brazilian Cinema and of the radio Amateur.