La primera obra del venezolano Olegario Barrera (1947) que trascendió exitosamente las fronteras de su país fue el cortometraje El monstruo de un millón de cabezas (1980) que producido por Cine Qua Non y distribuido por Cine Seis Ocho, con guión, dirección de arte y edición del propio director, se inspiraba en el cuento El niño de junto al cielo, de Enrique Cograins, para relatar la experiencia de un muchacho campesino, que baja de los cerros a conocer Caracas y a buscar empleo.

El próximo gran paso en la filmografía de Olegario Barrera fue la dirección, guión y montaje del largometraje de ficción Pequeña revancha (1985), su mejor trabajo, que se apoyaba en el cuento La composición, de Antonio Skármeta, para recrear la mirada, entre la ingenuidad y la madurez, de un niño de doce años enfrentado a los abusos de los militares. Luego participaría en la producción de Macu, la mujer del policía (1987), de Solveig Hoogesteijn.

También se concentra en la mirada infantil en Un domingo feliz (1988), con argumento y guión de Gabriel García Márquez, que trata sobre Carlitos, el hijo único de una pareja de millonarios, quien inventa un autosecuestro y conoce el valor de la amistad honesta y desinteresada junto a un músico de unos 30 años, que compensa sus carencias afectivas. Se conocen Un domingo feliz, pero la policía va tejiendo una red que se estrecha en torno a Carlitos y a su amigo músico.

Después de culminar la producción de Fin de round, en 1992, que también llevaba guión del autor, Barrera comenzó a trabajar para la televisión, sobre todo en telenovelas, con las escenas exteriores de Kasandra, Pura sangre y Alejandra (ambas de 1994), Al norte del corazón y María de los Ángeles, de 1997, La mujer de Judas (2002) y La negra consentida (2004), entre otras.

The Venezuelan filmmaker Olegario Barrera (1947-) first reached success beyond the national borders with the short film El monstruo de un millón de cabezas (1980), produced by Qua Non films and distributed by Seis Ocho film, with screenplay, art direction and editing of the own Barrera. The short was inspired on Enrique Cograins´s short story, El Niño de junto al cielo, and tells the story of a young peasant boy, who comes down the hill to know Caracas and to look for a job.

The next step of Olegario Barrera´s filmography was the direction, writing and editing of the feature film Pequeña revancha (1985), his best work, which was based on an Antonio Skármeta´s short story, La composición, recreates the half-way between naive and mature vision of a twelve years boy who faces the military’s abuse. Then he participated in the production of Macu, la mujer del policia (1987) by Solveig Hoogesteijn.

Olegario Barrera focused again on the children's point of view in Un domingo feliz (1988), based on a Gabriel García Marquez´s plot and with a screenplay that tells the story of Carlitos, the only son of a couple of millionaires, who invents a self-kidnapping and in this way discover the value of honest and unselfish friendship with a thirty something musician who compensates his affective lacks. They meet “a happy Sunday” (a reference to the movie title in Spanish Un Domingo feliz), but the police is waving a net that will catch Carlitos and his musician friend.

After finishing the production of Fin de round in 1992, which also had a  screenplay by the own filmmaker, Barrera began to work for television, mainly in soap operas, with the production of the outdoors locations in Cassandra, Pura sangre and Alejandra (both in 1994),  Al norte del corazón and María de los Angeles (1997), La mujer de Judas (2002) and La negra consentida (2004), among others.