Estudió cine en Francia con el antropólogo y cineasta Jean Rouch. En 1965 regresa a Colombia, conoce a Jorge Silva, con quien se une profesional y sentimentalmente, y realizan Chircales, el famoso mediometraje documental que les ganó reconocimiento internacional.
Socióloga por entrenamiento, Marta Rodríguez se vio reconocida a todos los niveles por la realización de Chircales, uno de los documentales más relevantes del Nuevo Cine Latinoamericano, junto con Jorge Silva, fotógrafo de gran experiencia. Marta y Jorge trabajaron juntos desde finales de los años sesenta hasta la muerte de él, en 1987. Su primera colaboración fue la mencionada Chircales, que tuvo su debut en el Segundo Encuentro de Cineastas Latinoamericanos realizado en Mérida, Venezuela, en 1968.
La segunda colaboración de la pareja fue Planas: testimonio de un etnocidio, que se estrenó en 1973. La primera parte de su documental Campesinos ganó numerosos premios en festivales europeos de documentales a lo largo de los años 1975 y 1976.
El hecho de que cada uno de los filmes mencionados se relacione con un sector diferente de las clases "bajas": obreros sin instrucción en los márgenes de la economía, la población indígena que está completamente fuera de los discursos sociales, y los trabajadores rurales también marginalizados, indica la preocupación sociológica y política, así como precisión analítica del cine que realizó esta pareja de codirectores, tal vez la más significativa y estable en la historia del cine latinoamericano.
La última de sus grandes obras documentales se titula Nuestra voz de tierra, memoria y futuro, es el primero de sus largometrajes y fue terminada en 1981, luego de que los cineastas se integraran a una población indígena durante ocho años.
The ccolombian filmmaker Marta Rodríguez studied film in France with the anthropologist and filmmaker Jean Rouch. In 1965, she came back to Colombia, where she met Jorge Silva, to whom she joined in life and profession; together they made Chirlcales, the famous medium length documentary film that granted them international recognition.
Turned Sociologist by training, Marta Rodríguez was unanimously recognized by the creation of Chirlcales, one of the most important documentary films of the New Latin American Cinema, directed side by side with Jorge Silva, who was a photographer of great experience. Marta and Jorge worked together since the late 1960s until Jorge´s death in 1987. Their first collaboration was the above mentioned Chircales, which had its first screening at the Second Meeting of Latin American Filmmakers (Segundo Encuentro de Cineastas Latinoamericanos) celebrated in Mérida, Venezuela in 1968.
The second work of the couple was Planas: testimonio de un etnocidio, which was released in 1973. The first part of her documentary Campesinos, won many awards at European Documentary Film Festival between 1975 and 1976.
The fact that each of the documentaries mentioned is related with a different sector of the lower class -workers without instructions at the margins of economy, the indigenous population that is completely absent of the social discourse, the rural workers also with a marginal status- pointed out the sociological and political concern. As well as the analytical accuracy of the films made by this couple of co directors, maybe the most outstanding and stable in the history of the Latin American cinema.
The last of her great documentary works was Nuestra voz de tierra, memoria y futuro, her first feature film, finished in 1981 after the filmmakers made them self part of an indigenous community for 8 years .