“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CINEASTA
  • Fabián Bielinsky
    (Argentina, 1959-2006)



    Iniciado en el cine en su adolescencia, cuando dirigió, con otros compañeros del Colegio Nacional de Buenos Aires, el corto La continuidad de los parques, sobre Julio Cortázar, Fabián Bielinsky (1959) pasó luego a estudiar en el Centro Experimental y de Realización Cinematográfica (CERC) y su corto de graduación La espera obtuvo el primer premio en Huesca. A continuación fungió como asistente de dirección (Eterna sonrisa de New Jersey, No te mueras sin decirme a dónde vas, Sotto Voce), y después como guionista (La sonámbula, 1998, de Fernando Spiner).

    Antes de convertirse en uno de los realizadores argentinos más famosos y elogiados, con sólo dos películas, Nueve reinas (2000) y El aura (2005), Bielinsky estuvo pensando en lanzarse a dirigir películas durante casi dos décadas, mientras trabajaba en proyectos ajenos. Se trataba, entonces, de todo un veterano que era nombrado nueva promesa del cine argentino, sobre todo gracias a Nueve reinas, que la prensa norteamericana más influyente catalogó como una espléndida película, de tensión constante, sobre el encuentro de dos insignificantes estafadores que se ven envueltos en un fabuloso y urgente negocio.

    La historia vivaz de Nueve reinas comienza una madrugada y termina la del día siguiente, y tanto le gustó a tanta gente que Hollywood preparó con rapidez un remake en inglés, que intentaba repetir ese veloz tratado sobre la marginalidad urbana, insertado en una trama plena de dobleces y falsas pistas, en la tónica de los filmes dirigidos y escritos por David Mamet, construidos sobre la base del engaño, el suspense y el desenlace imprevisto.
     
    En cambio, El aura es incalificable. Su tono extraño y misterioso se coloca al nivel de referentes tan ilustres como David Lynch (Terciopelo azul, Mullholand Drive) o Shyamalan (Sexto sentido, La aldea), en tanto se propone adentrarse en oscuros entresijos de la mente humana. El aura jugaba con varios géneros, sobre todo el fantástico, sin derivar por completo en esa dirección, por mucho que buscara atmósferas y situaciones extrañas y excéntricas. “Si Nueve reinas glamorizó el delito —asegura Fabián Bielinsky— El aura demuele absolutamente esa idea. Hay un universo que se abre aquí e implica otra cosa llena de violencia, muerte, desesperación y miedo. Este es un paso posterior porque cada vez estoy más hinchado de esa variante cinematográfica en la que lo violento es una coreografía estética amena y agradable”.

    Precisado a comparar sus dos formidables y muy distintas películas, Bielinsky asegura que “El aura necesitaba lo difuso del entorno que ayuda a concentrar el personaje, a darle un sentido más individual. En cambio Nueve reinas es extremadamente porteña por las características de los personajes, aunque yo nunca haya valorado mucho lo costumbrista”.

    En 2006 Bielinsky falleció sorpresivamente de un infarto, mientras grababa un spot publicitario.




    Fabián Bielinsky was born on February 3, 1959, in Buenos Aires, Argentina. and died on June 29, 2006. Recalling Jean Vigo and other prodigious directorial talents whose lives ended well before their time, Bielinsky burst onto the scene at age 39 and died eight years later, leaving in his wake only a handful of shorts and two features — all surrounded by international acclaim that suggests decades of untold, unrealized promise.

    Bielinsky had filmmaking in his blood from the word go. He started shooting films at 13, joined the ranks of the cinema group at Buenos Aires National High School, and helmed a short, Continuidad de los Parques, which he adapted from a story by Julio Cortázar. Bielinsky later attended the National Film Institute, where he crafted another well-received short, the follow-up La Espera. It not only enabled him to graduate, but won the prestigious first prize at the Huesca International Festival of in Spain. Bielinsky subsequently began his film career as an assistant director, and in the process threw himself head-first into the industry, contributing to around 400 commercials and several high-profile feature films including Marco Bechis' Alambrado, Mario Levin's Sotto Voce, and Carlos Sorin's Eterna Sonrisa de New Jersey.

    Bielinsky then worked his way up the ladder, climbing up to the tier of co-screenwriter and second director on two projects for filmmaker Fernando Spiner: Bajamar, la Costa del Silencio and La Sonámbula. Bielinsky's graduation to director happened somewhat capriciously; he won first prize in a filmmaking contest sponsored by Patagonik Film Group, Kodak, Cinecolor, JZ y Associados and FX Sound — a cash prize, that gave him the funds to shoot his debut feature. This effort, 1998's Nine Queens, deservedly swept awards around the globe, including Best Film, Best Director, Best Screenplay, and seven other accolades at the 2001 Argentinean Film Critics' Association Awards; Best Argentine Film of the Year by FIPRESCI 2001; and the Audience Award and Best Director prizes at the 2001 Lleida Latin-American Film Festival. The picture, a labyrinthine crime thriller sans the comic overtones of Pulp Fiction and True Romance that had become en vogue at the time, deals with two small-time con artists, Juan (Gastón Pauls) and Marcos (Ricardo Darín), who partner up for a hotel-centered scam that involves a philatelic forgery.

    Variety praised Bielinsky's  2005 feature Dawn ( El Aura), as "an engrossing existential thriller....Leisurely paced, studied, reticent and rural, The Aura is a quieter, richer and better-looking piece that handles its multiple manipulations with the maturity the earlier pic sometimes lacked." Such comments were indicative of an overall response to the film, a crime thriller like its predecessor. In El Aura, two taxidermists, Espinosa (Ricardo Darín) and Sontag (Alejandro Awada) embark on a hunting trip to the forests of rural southern Argentina, and accidentally shoot the owner of the cabin at which they are residing. When two nefarious goons pop up and inquire about their friend, suggesting that the man was into foul play, Espinosa and Sontag decide to take advantage of the situation, embarking on the "perfect crime" of which they have always dreamed.

    El Aura emulated Nine Queens by sweeping the Argentinean Film Awards in June 2006. Meanwhile, Bielinsky, who had been suffering from hypertension for a long period of time, had traveled to São Paulo, Brazil, to cast for an advertising project. He succumbed to a heart attack in his hotel on June 29, 2006.

    Referencias en el Portal:

    Nueve reinas, 2000, Dirección
    El aura, 2005, Dirección
    No aparecen referencias.
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