Uno de los principales cineastas cubanos, latinoamericanos y del Tercer Mundo es Humberto Solás, gracias sobre todo a la etapa de su obra que se enmarca en los años sesenta: el mediometraje Manuela (1966) y el largometraje Lucía (1968) realmente tres filmes en uno, que se convirtieron en clásicos instantáneos y cimentaron algunos de los principales temas en su obra: el interés por la figura femenina protagónica y por el pasado histórico.
Lucía fue considerada por la crítica mundial como una de las diez películas más importantes de la historia del cine Iberoamericano, así como también una de las diez películas antológicas del cine del Tercer Mundo.
Su filmografía se caracteriza por la plasmación de un humanismo que se ocupa en la búsqueda de la identidad nacional y latinoamericana en función de los ideales de paz, armonía y justicia social, como se hace patente en Cecilia (1982), Amada (1983), Un hombre de éxito (1985) y El siglo de las luces (1991), todas caracterizadas por su procedencia literaria o por el empeño en poner en escena el pretérito.
La estética de Solás se apoya en el legado clásico del neorrealismo italiano, Serguei Eisenstein, y Orson Welles, y lo intertextualiza con la influencia de las figuras clave de la cultura cubana.
En su polémico filme, Miel para Oshún (2001) Humberto Solás aboga por la unidad entre todos los cubanos a despecho de razas, credos y diferencias políticas. La siguiente Barrio Cuba (2005) es la segunda parte de una trilogía sobre los problemas de la contemporaneidad en Cuba y de las personas que más padecen la crisis económica.
Desde la tribuna del Festival Internacional del Cine Pobre, que Humberto Solás fundó y presidió, exhorta a la democratización y la libertad de un cine realizado con pocos recursos que posibilite la inserción tanto de nuevos cineastas así como de comunidades enteras en el patrimonio audiovisual mundial y cuyas premisas son las búsquedas narrativas, un compromiso con el bienestar del hombre y su entorno y una ética de libertad de expresión.
Sus filmes han participado en selecciones oficiales de los Festivales de Cannes, Venecia, Moscú, Toronto, Montreal, La Habana, Sundance y San Sebastián, entre muchos otros. Ha obtenido premios en numerosos festivales internacionales (San Sebastián, Huelva, Cartagena, Moscú, Karlovy Vary, Milán, Tokio, L.A. Latino Film Festival, Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Barcelona y Cádiz).
Su filme Un hombre de éxito fue la primera película cubana propuesta para la candidatura al Oscar al Mejor Filme Extranjero. The New York Times, Film Quaterly, El País, Le Monde, Cahiers du Cinema, y varios medios internacionales, han reflejado la importancia de su trabajo.