En la ciudad española de Valencia, donde recibió el Premio Luna del Festival Internacional de Cinema Joven, declaró el director argentino Daniel Burman que recibir el Premio Especial del Jurado, en el Festival de Berlín, por su cuarto filme, El abrazo partido (2005), significaba cumplir una fantasía y alcanzar la máxima aspiración de toda su vida, porque fue ese el primer festival al que asistió y siempre se sintió muy cómodo en sus foros. Para Burman, premiado por este filme también en Mar del Plata y Llérida, la mayor capitalización del premio consistía en devolverle a la gente que trabajó junto a él algo de la confianza casi ciega que depositaron en sus obras.
Burman forma parte del grupo de nuevos realizadores que se abrió paso al audiovisual de su país mediante Historias breves (1995), una película compuesta por cortometrajes, entre los que se encontraba el suyo, junto a los de Adrián Caetano, Bruno Stagnaro y Lucrecia Martel, compañeros de generación y artífices principales del llamado Nuevo cine argentino, cuyo éxito internacional festivalero Burman atribuye a la calidad de las escuelas de cine, a la posibilidad de hacer cine independiente de bajo presupuesto y a la tradición del cine de autor al modo de Alejandro Agresti o Leonardo Favio.
Con 22 años rodó Burman su primer largometraje, Un crisantemo estalla en cinco esquinas (1998), pero se comenzó a hablar de él como una promesa a partir de su segunda y tercera películas, Esperando al Mesías (2000) y Todas las azafatas van al cielo (2002), en las cuales se combina introspección y nostalgia, amargura y optimismo, mezcla de culturas y generaciones, emoción y reflexión, familia y sociedad.
Sobre Todas las azafatas van al cielo, escribió en la revista española Fotogramas el crítico Mirito Torreiro: “Los encuentros y desencuentros entre una atractiva azafata y un entrañable oftalmólogo con pinta de oso desvalido; el cruce entre ellos y una galería de personajes, a cada cual más bizarro e inclasificable; un paisaje austral de belleza escalofriante y una historia de amor a calzón quitado, dan como resultado una película que oscila entre la inocencia y la sabiduría”.
El barrio del Once, donde transcurrió la infancia y adolescencia de Burman, es el escenario de El abrazo partido (2004), que revela grandes historias y héroes cotidianos escondidos por detrás de la descolorida cotidianidad del barrio. Protagonizada también por Daniel Hendler, al igual que casi todos sus filmes, El abrazo partido es comedia sentimental que centraliza un joven de sentimientos contradictorios respecto a su padre ausente y a las costumbres diarias típicas de los comerciantes en el barrio del Once. “Cada vez me interesa menos hablar de personajes supuestamente interesantes, como artistas y deportistas. Me parece aburrida la vida de alguien que ha logrado hacer lo que quiere”, ha dicho Burman sobre el tipo de cine y de personajes que le interesan.
La habilidad para detallar sutilezas y complejidades en las relaciones filiales (Esperando al Mesías, El abrazo partido), la corrección y expresividad del trabajo de cámara y el ajustado trabajo del elenco, vienen a ser características dominantes del cine de Burman, que de seguro se ponen de manifiesto en su más reciente película, Derecho de familia (2006), otra comedia dramática que, según el director, se concentra en la construcción de la paternidad y en la historia de un joven que estudia derecho (Hendler, protagonista de tres de sus cinco películas), su mujer (Julieta Díaz), su padre, un prestigioso abogado, la secretaria de él y los cambios que se producen en la vida de este grupo.
Filmografía
2006 Derecho de familia
2004 18-J
2003 El abrazo partido
2002 Un cuento de navidad
1998 Un crisantemo estalla en cinco esquinas
2000 Esperando al Mesías
2002 Todas las azafatas van al cielo
1992 ¿En qué estación estamos?
1993 Post data de ambas cartas
1994 Help o el pedido de auxilio de una mujer viva
1995 Niños envueltos
1997 La pista
The Argentine film director Daniel Burman declared in Valencia, where he received the Luna award of the Festival Internacional de Cinema Joven, that receiving the Special Jury Prize at the Berlin Film Festival for his fourth film El abrazo partido (2005) meant to fulfill a fantasy and to achieve the highest aspiration of his life, because it was the first festival he attended and he always felt very comfortable in its forums. For Burman -also awarded for this film in Mar del Plata and Llérida- the most important thing about the prize was to return to the people who worked with him some of the almost blind trust they placed on his works.
Burman is part of the new filmmakers group who broke through the audiovisual of his country by means of Historias breves (1995), a movie composed of short films. Besides his short, there were works of Adrián Caetano, Bruno Stagnaro and Lucrecia Martel, generation partners and main architects of the so-called New Argentine Cinema. Burman attributes their international success in festivals to the quality of film schools, the possibility of making low-budget independent films and to the author cinema tradition in the ways of Alejandro Agresti and Leonardo Favio.
At age 22, Burman shot his first feature film Un crisantemo estalla en cinco esquinas (1998), but he was seen as a promise due to his second and third films, Esperando al Mesías (2000) and Todas las azafatas van al cielo (2002), which combine introspection and nostalgia, bitterness and optimism, a mixture of cultures and generations, emotion and reflection, family and society.
The critic Mirito Torreiro wrote on Todas las azafatas van al cielo, in the Spanish magazine Fotogramas: "The encounters and misunderstandings between an attractive stewardess and a dearly loved ophthalmologist that looks like a helpless bear; the junction between them and a gallery of characters, each one more bizarre and unclassifiable; a southern landscape of chilling beauty and a love story with removed panties, result in a film that oscillates between innocence and wisdom.”
In the neighborhood El Once, where he spent his childhood and adolescence, takes place El abrazo partido (2004), which reveals great stories and everyday heroes hiding behind the faded neighborhood daily life. Also starring Daniel Hendler, like in almost all of his films, El abrazo partido is a sentimental comedy lead by a young man with mixed feelings about his absent father and the typical daily habits of the merchants in the neighborhood El Once. "I am becoming less interested in talking about supposedly interesting characters, such as artists and athletes. It seems boring to me the life of people who has managed to do what they want", Burman said about the type of film and characters that he is interested in.
The ability to detail the subtleties and complexities in the filial relationships (Esperando al Mesías, El abrazo partido), the correction and expressiveness of the camera and the work of the cast, become dominant features of the Burman film style. This characteristics are clearly shown in his latest film, Derecho de familia (2006), another dramatic comedy that, according to the director, focuses on the fatherhood building and the story of a young law student (Hendler, protagonist of three of his five films), his wife (Julieta Diaz), his father, a prominent lawyer, his secretary and the changes that occur in the life of this group.
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
