Con El abrazo partido, Daniel Burman (Buenos Aires), se despegó rápidamente de entre la generación de cineastas argentinos. Tras largometrajes de relativo éxito como Un crisantemo estalla en cincoesquinas o Todas las azafatas van al cielo, Burman acudió a Berlín con El abrazo partido, una cinta que hablaba sobre el reencuentro de un padre ausente desde mucho tiempo atrás y un hijo que se resistía a ello. No obstante, el film terminaba siendo en realidad el reencuentro de ese veinteañero (Daniel Hendler) consigo mismo, con todos sus genes y con una mitad de su vida que faltaba por dibujar.
Un par de años después, en Derecho de familia, Burman se vale del mismo actor (Hendler), para dar una vuelta de tuerca al tema de la paternidad, desde el punto de vista de un hombre que en sus treinta revisa el camino transcurrido y ve en su padre el camino por transcurrir. Su balance de primera mano resulta atemorizador. Todo ello en el marco de la Argentina de hoy, filtrado por la herencia judía de Burman que devela su mundo y experiencia de vida.
Con un matrimonio convencional con la chica de sus sueños, un hijo por criar y un padre que ve en él su propia continuación, Burman rueda un drama familiar urbano, aderezado con buenas dosis de humor negro y otro un tanto cándido, que dan forma a una crónica sobre los dilemas existenciales desde una vida simple y cálida.
- Derecho de familia es tal vez la cinta más masculina de su filmografía.
-Sí, y es muy curioso que eso llame tanto la atención. En algunas proyecciones en festivales más de una mujer me señaló eso casi como un pecado. Yo siempre respondo lo mismo. A nadie se le ocurriría señalarle a Jane Campion "¡Ey, tú siempre hablas de mujeres! ¿Qué pasa con los hombres?". Me parece lícita y necesaria una reflexión de lo masculino en relación con la paternidad y las relaciones familiares. En el ámbito cinematográfico, en los últimos años, la temática del amor entre hombres ha sido patrimonio exclusivo del cine de temática gay. En mi película exploro cómo nos relacionamos los hombres con nuestros padres, con nuestros hijos, sin desmedro de lo femenino. Por el contrario, si ves mis filmes, las mujeres son puntos fijos, de referencia, que permiten a los personajes masculinos dudar, ir y volver...
-También le critican por su mirada hacia el mundo judío de la Argentina.
-Mi mirada no es hacia lo judío sino desde "lo judío". No sé bien qué es lo judío, ya que nunca fui otra cosa que un hombre argentino y judío. Ambas cosas son parte de mi esencia y mi identidad y tiñen todo relato e imponen una perspectiva.
-El protagonista está en una encrucijada. No le gusta la vida que consiguió o no le resultó como esperaba.
-Está en un punto muy particular. Asumir la adultez definitiva. Vivir la paternidad como propia y no como reflejo. Decidir si va a convertirse definitivamente en su propio padre u tomar otro camino. Le cuesta acercarse a su padre porque la idea de su muerte o decadencia lo acerca a su propia adultez.
-Por qué le cuesta acercarse a su padre? Es el temor de parecerse a él?
-Es un temor justificado en su miedo, descubrir esos pequeños detalles que nos unen, que son más fuertes que los aparentes discursos que usamos para diferenciarnos.
-El viaje del protagonista en El abrazo partido estaba más claro. En este caso, se pinta en general un mundo, con un personaje en medio. -Para mí son claros ambos pasajes. Uno es un viaje más iniciático, la búsqueda del padre y la asunción de su propia identidad. En Derecho de familia, es la asunción de la propia paternidad. Son procesos sucesivos y complementarios.
-Adora la voz en off. La cinta adquiere con ello un tono de crónica estupendo.
-Son viajes subjetivos donde el punto de vista y el detalle son esenciales.Es un recurso extraordinario que permite descubrir las contradicciones de nuestro héroe. La voz en off refleja lo que él cree de sí mismo y de su mundo. Pero a veces la película lo confronta con otra realidad. La voz en off funciona como espejo para el espectador.
-Se ha dejado ver en algún fotograma del filme. ¿Le gusta jugar al cameo?
-Diversión, un momento lúdico, me divierte ponerme por un momento en lugar de los actores, y recordar cuán difícil es...
-La mirada a la relación padre-hijo está muy presente en sus dos últimas películas. ¿Qué sigue ahora?
-Estoy trabajando la temática del nido vacío: qué sucede en una pareja cuando sus hijos abandonan el hogar y deben retomar su vida en pareja, ya en soledad....
-¿Sigue siendo una crisis producir/dirigir/escribir en la Argentina? O en su caso es una obsesión estar en todo?
-Luego de cinco películas, haciendo estos tres roles lo siento cómodo, natural y muy acorde con mi neurosis obsesiva.