FICHA ANALÍTICA
Visionarios: Audiovisual en Latinoamérica
Título: Visionarios: Audiovisual en Latinoamérica
Autor(es): Luisa Marisy
Fuente: Revista Digital fnCl
Lugar de publicación: La Habana
Año: 1
Número: 1
Mes: Noviembre
Año de publicación: 2009
El proyecto Visionarios, que contó con la curaduría colectiva de un grupo de destacados expertos de la región, representa un primer intento por “buscar, estudiar y jerarquizar”1 información sobre la producción de cine experimental y videoarte en América Latina y el Caribe.
Se trata de una iniciativa del Instituto Itaú Cultural de São Paulo, Brasil, con el objetivo de presentar de conjunto, una antología histórica de los pioneros que marcaron pautas dentro del cine experimental y cuyas obras, en muchos casos, favorecieron la aparición de un grupo de trabajos realizados en video, que destacan en el contexto cultural de principios del siglo XXI. El trabajo de investigación realizado por los curadores de las muestras “delineó principios conceptuales y estableció propuestas temáticas” según palabras de sus organizadores.
El cine experimental y el videoarte de América Latina, resultan casi por completo desconocidos en otras latitudes y aún entre los propios países de Latinoamérica, debido a la inexistencia de una adecuada red de intercambio e información. Es por ello aún más valioso este esfuerzo del Núcleo del Audiovisual del Itaú Cultural por conformar una muestra abarcadora del quehacer de sus creadores en el terreno del audiovisual.
En general, en nuestro continente, el desarrollo del cine experimental y el videoarte, tuvo desarrollos muy variados, sobre todo en lo que se refiere a este último género, pues en algunos países como Argentina, Brasil y México, se comienza a trabajar muy pronto el videoarte, pero en otros como Cuba, los primeros experimentos en video comienzan a finales de los años '80 o principios de los '90 del pasado siglo.
“Aunque todavía modesto en su alcance – refiere Arlindo Machado en el catálogo de la muestra – el proyecto ha tenido la sabiduría de hacer que sus curadores recorriesen América Latina en la búsqueda de informaciones dispersas y del contacto directo con las obras y los realizadores, para evitar así, trabajar en base a los pocos documentos existentes y no correr el riesgo de repetir lo que ya se sabe. Como resultado, viene a la luz una América casi desconocida, además de enigmática y sorprendente en su lujuriosa diferencia.”
Como resultado de esta labor investigativa, el proyecto Visionarios, quedó conformado por 73 trabajos de cine y video experimental, estructurados en 9 programas, que fueron curados respectivamente por Arlindo Machado, de Brasil, a cargo de la Antología histórica; que cuenta con dos programas: Paradigmas de lo experimental y Paradigmas de la Latinidad. Jorge La Ferla, de Argentina, realizó la selección de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, bajo los títulos: Relatos en la frontera y Máquinas e imaginarios. Por su parte, Elías Levin, de México, se ocupó de la muestra de América Central, México y Caribe, bajo los enunciados: No Zapping y Otras convergencias. Marta Lucía Vélez, de Colombia, fue la responsable de la selección de los Países Andinos y Cuba y decidió titular sus dos programas: Estados alterados y De dominio Público. Por último, Roberto Moreira, de Brasil, quien asumió el trabajo de selección de los audiovisuales de su país, preparó el programa titulado: Trópicos audiovisuales. Los curadores contaron con la colaboración de Adriana Barrios, María Belén Moncayo, Gloria María Arteaga, Mariela Cantú y Luisa Marisy, especialistas y conocedoras del quehacer audiovisual en sus respectivas áreas geográficas.
Tal como se enuncia en la presentación del catálogo, realizada por el Instituto Itaú Cultural: “El público podrá ver un variado conjunto de producciones que tratan de temas sociopolíticos propios de muchos países latinos, así como otros que buscan la sensorialidad sonora y visual de la imagen y la experiencia estética con la imagen digital, además de trabajos cuyos temas de la contemporaneidad representan con distinción los aspectos culturales más intrínsecos de la latinidad”2
Aunque el resultado de este trabajo de investigación y curaduría en equipo resulta extraordinario y ciertamente abarcador; siento la necesidad de detenernos a analizar la valiosa Antología histórica, realizada por Arlindo Machado, por cuanto es la primera vez que se trata seriamente de sistematizar la “Historia” del cine y el video experimental en América Latina y el Caribe. Con frecuencia los curadores, críticos e investigadores de cada país, organizan y “exportan” muestras de videoarte latinoamericano, que se presentan en eventos, centros de arte y festivales del Primer Mundo; pero casi siempre el criterio curatorial responde a la necesidad de mostrar las obras más contemporáneas realizadas por destacados artistas de sus respectivos países, que están en sintonía con las últimas tendencias del arte internacional. Sin embargo, no es usual que se realice este tipo de defectación o deconstrucción de la historia del audiovisual de todo un continente, para conformar una muestra tan abarcadora y exhaustiva como la que nos propone Arlindo Machado en el proyecto Visionarios.
Al investigar sobre el cine experimental en América Latina y el Caribe, Arlindo nos descubre el filme Límite, del brasileño Mario Peixoto, realizado en 35 mm. en el año 1931, como el primer ejemplo de cine experimental en este continente. Esta película fue definida, por el curador como un “filme líquido”, porque en la medida que avanza “las imágenes se van licuando, deshaciéndose, hasta la abstracción”3. El filme se restauró y se presentó en Cannes en el 2007, para sorpresa de la audiencia europea, que no podía concebir cómo en América Latina se pudo hacer este tipo de trabajo experimental en los años 30.
Después de Límite, el curador nos desvela otra joya del cine experimental latinoamericano: Esta pared no es medianera, corto realizado en 16 mm. por el artista plástico peruano Fernando Szyszlo en 1952, y que remite de cierta manera al cine surrealista del período mudo.
Aunque estos primeros filmes no forman parte de la muestra Visionarios, el exhaustivo análisis que hace de ellos en su ensayo para el catálogo Arlindo Machado, prepara el terreno para recibir, el filme más antiguo de los que recoge la muestra. Se trata de O Pátio, una película casi abstracta, realizada por Glauber Rocha en 35 mm., en el año 1958. Es un filme casi abstracto, con música concreta y referencias directas al constructivismo y el arte concreto, en boga a nivel internacional en el momento de su realización.
Continuando con la reseña de los filmes más significativos que conforman la Antología histórica, encontramos que cineastas como Jorge Sanjinés, uno de los más destacados miembros del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, está representado con el filme Revolución, cortometraje de solo 10 minutos realizado en 16 mm. en el año 1963. Se trata de un ensayo compuesto conceptualmente a partir de las técnicas “por conflicto” del director ruso Seguei Einsenstein, y que provocó, al decir de Arlindo Machado “una verdadera revolución en el cine latinoamericano”. Esta metodología de trabajo, que compone ensayos sobre la situación de las clases más desprotegidas del pueblo autóctono boliviano, y las posibilidades de superación de las mismas mediante estrategias revolucionarias, ha sido una constante en la obra de Sanjinés y ha influido de manera significativa en el quehacer de otros cineastas latinoamericanos.
Otro de los filmes precursores incluido en la Antología es Cosmorama del cineasta y poeta cubano Enrique Pineda Barnet; peculiar trabajo realizado en 1964, junto al artista cinético Sandú Darié y el músico y compositor Carlos Fariñas, equipo multidisciplinario que definió a este corto de solo 4 minutos como Poema espacial No.1 –un estudio experimental de formas y estructuras en movimiento, con luces y color, que logran imágenes plásticas en desarrollo. La idea de probar la calidad de la película ORWO se convirtió en un ejercicio de creación donde el proceso de trabajo se enriqueció conceptualmente con la interacción entre la obra cinética del artista rumano-cubano Darié, la música electroacústica de Carlos Fariñas y las composiciones del músico húngaro Bela Bartok y de los franceses Pierre Henry y Pierre Schaeffer, mezcladas en catorce pistas diferentes de sonido. La estructura narrativa se compuso a partir de un poema del propio Pineda Barnet. El resultado final de estos pocos minutos de celuloide coloca a Cosmorama como paradigma dentro del cine experimental cubano y como punto de referencia para los artistas que han expandido su obra hacia el video, pues aunque no es propiamente un videoarte –ni siquiera el término había sido acuñado en aquel momento –, tiene puntos de contacto con algunos aspectos formales y conceptuales de la videocreación.
Siguiendo la secuencia de investigación histórica sobre el desarrollo del cine y el video experimental en América Latina, Arlindo nos propone la inclusión del video 00:05:23:27 del colombiano Gilles Charalambos, uno de los nombres imprescindibles cuando de experimentación se trata. Además de su trabajo como cineasta, Charalambos ha desarrollado una intensa labor como crítico y curador de las artes electrónicas en su país y publicó en la web el libro Historia del videoarte en Colombia, enjundiosa cronología crítica acerca del devenir histórico de este género en su la nación latinoamericana.
Arlindo Machado considera la obra de Gilles Charalambos como “una de las más radicales y sin concesiones en toda América Latina”4. Son obras construidas casi en su totalidad a partir de “ruidos, distorsiones, grafismos, impulsos rítmicos, en las que predominan imágenes no figurativas y constantes referencias a la televisión y a temas de las ciencias contemporáneas”5. Se trata de temas que también inquietan a otros artistas a nivel mundial, en estos momentos de bombardeo electrónico y digital, pero que Charalambos comenzó a abordar desde los años setenta del pasado siglo.
Nuevamente de Cuba, se incluye en la Antología histórica la obra Espectador, realizada en 1989, en video U-Matic por el cineasta y crítico de arte Enrique Álvarez, veinticinco años después del primer gesto de la revolución mediática iniciada por Nam June Paik en Nueva York.
Espectador, aparece en la historia del audiovisual cubano como el primer videoarte, calificado como una obra narrativa que explora los efectos de la televisión en el individuo y los límites entre la realidad y la ficción. Este trabajo estuvo precedido por algunos videos experimentales sobre los artistas plásticos de vanguardia de finales de los años ochenta, construidos de tal manera que rompían con los cánones preestablecidos sobre los documentales didácticos. Al año siguiente, el propio Enrique realiza Amor y dolor (1990), inspirado en el poema El desayuno, de Jaques Prevert, inicialmente concebida como una video-instalación. Ambos son trabajos iniciáticos, obras de obligatoria consulta como referentes del surgimiento del videoarte en Cuba.
Posteriormente, Álvarez continuó realizando cortos experimentales y didácticos que involucraban a profesores y estudiantes de la Academia de Artes Plásticas de San Alejandro, para derivar, finalmente, en director de cine de ficción, sin abandonar del todo la realización de videoarte, al que ha realizado significativos aportes en fecha reciente con obras como El malestar de Sofía y Rompiendo la Historia.
Finalmente, me gustaría señalar que como parte de esta Antología histórica se incluyen trabajos de otros importantes autores latinoamericanos como el argentino Claudio Caldini, cuya obra – según Arlindo - ha sido objeto de redescubrimiento y referencia para las nuevas generaciones; la venezolana Nela Ochoa; los ecuatorianos Paco Cuesta y Miguel Alvear; el venezolano Diego Risquez; el boliviano Gastón Ugalde; la brasileña Leticia Parente y los argentinos Andrés di Tella y Fabián Hofman.
El público cubano tendrá la oportunidad de apreciar la comentada antología, junto con los restantes programas, cuando la totalidad del proyecto Visionarios se presente en el próximo Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en la sala de proyecciones del Centro Cultural Cinematográfico del ICAIC, entre el 3 y el 11 de diciembre próximos, con la presencia de tres de sus curadores: el brasileño Roberto Moreira en la apertura de la muestra y la colombiana Marta Lucía Velez junto con el también brasileño Arlindo Machado para el momento de la clausura.
La Habana, 16 de noviembre de 2009.
Notas:
1. Arlindo Machado. Voces y luces de un continente desconocido. Catálogo “Visionarios”. Instituto Itaú Cultural. Sao Paulo, Brasil, 2008.
2. Presentación catálogo Visionarios. Audiovisual en Latinoamérica. Instituto Itaú Cultural, São Paulo, Brasil, 2008.
3. Arlindo Machado, catálogo Visionarios. Audiovisual en Latinoamérica. Itaú Cultural, São Paulo, Brasil, 2008.
4. Catálogo "Visionarios". Instituto Itaú Cultural. São Paulo, Brasil 2008.
5. Arlindo Machado, Op. Citada.
Luisa Marisy
Videasta, curadora y crítico de arte. Licenciada en Historia y Ciencias Sociales. En 1999, obtuvo una beca como artista en residencia en AS220, en Providence y en RISD (Rhode Island School of Design) Estados Unidos. Su labor como curadora abarca más de 100 exposiciones y eventos en Cuba y otros países. Ha impartido conferencias y talleres en universidades, galerías y centros de arte como la EICTV de San Antonio de los Baños, en Cuba, España, Estados Unidos, Canadá, Francia y México.