FICHA ANALÍTICA

Memorias de sus memorias. Selección María Eulalia Douglas y Alicia García. Cinemateca de Cuba. Ediciones ICAIC. 2008 Pp. 49 y 51
Título: Memorias de sus memorias. Selección María Eulalia Douglas y Alicia García. Cinemateca de Cuba. Ediciones ICAIC. 2008 Pp. 49 y 51

Fuente: Revista Digital fnCl

Lugar de publicación: La Habana

Año: 1

Número: 1

Mes: Noviembre

Año de publicación: 2009

Las actas de constitución, los estatutos y reglamentos internos de las cinematecas establecen, como tarea prioritaria, el mandato de conservar y divulgar el patrimonio cinematográfico nacional. Esta responsabilidad constituye a la vez un privilegio, si reconocemos al cine su capacidad invicta de reseñar y aun de analizar de manera más cabal que ningún otro arte, los grandes y pequeños acontecimientos, los problemas y las esperanza, es decir, la imagen de cada pueblo y de la humanidad, desde los albores del siglo. Se evidencia así su importancia documental de ahora y para la posteridad.

Rescatar este patrimonio, protegerlo y divulgarlo es nuestra tarea prioritaria. Es así como mejor podemos contribuir a la defensa de nuestras culturas; a través de los medios que nos son propios. Y no es que estemos escatimando esfuerzos ni sacándole el cuerpo a otras responsabilidades que puedan parecer mayores. Se trata simplemente de medir fuerzas. Se trata de no disolver nuestras fuerzas en otros campos de acción que puedan ser ajenos. A cada cual lo suyo.

Quienes llevamos años en estas labores, conocemos las enormes dificultades que debemos enfrentar para tratar de cumplir así sea en modesta medida, con nuestro trabajo de conservadores de películas. Eso basta para mantenernos ocupados todo el tiempo, y que dediquemos todos los recursos disponibles, que generalmente no alcanzan.

El cine, como producto de una industria, está sometido a limitaciones de derecho de autor que muchas veces impiden que las películas puedan ser depositadas en las cinematecas. En realidad la famosa ley del Depósito legal, que obliga o, al menos insta a los productores nacionales a depositar una copia de cada filme en una cinemateca oficialmente reconocida, existe en muy pocos países. Como consecuencia, es muy desigual el porcentaje de películas, aun de su producción nacional, que llega a cada cinemateca en el  mundo. Esa proporción varía de país en país, de manera que se diría caprichosa. Mientas tanto las películas corren el riesgo de desaparecer, como de hecho ha ocurrido tantas veces

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Por otra parte la protección de la producción cinematográfica constituye un reto y un deber para todos los que nos dedicamos al cine en Nuestra América. En el mundo contemporáneo el éxito está determinado, en gran medida, por la unión de esfuerzos en defensa de intereses comunes.