FICHA ANALÍTICA

Cine cubano: sumersión y viaje
Padrón Nodarse, Frank (1958 - )

Título: Cine cubano: sumersión y viaje

Autor(es): Frank Padrón Nodarse

Fuente: Revista Cine Cubano On Line

Número: 3

Año de publicación: 2006

Tras el tomo inicial de Coordenadas del cine cubano hace un par de años, coordinado y prologado por Reynaldo González, entonces director de la Cinemateca de Cuba, institución que junto con la Editorial Oriente dio a luz el proyecto, se imponía una continuación, que esperemos sea realmente continuidad.

Tanto hay por estudiar, revelar y profundizar en nuestro cine, que el segundo libro era, más que necesario, imprescindible. Y he aquí que está ya la «secuela», para seguir hablando en fílmico, nuevamente editado por Consuelo Muñiz, de la misma editorial, y esta vez al cuidado del colega Mario Naito, especialista de la Cinemateca de Cuba. Coordenadas del cine cubano 2 puede apreciarse como un recorrido, a la vez que una profunda zambullida por/en la historia, la actualidad y varias especialidades, así como poéticas del imaginario audiovisual del patio, vistos en perspectivas, tanto sincrónica como diacrónica, y siempre, valga esta aclaración, desde el criterio personal de sus muchos autores, que se cuentan entre los más serios y rigurosos estudiosos.

Dividido en cuatro capítulos, que realmente son tres, con un par de apéndices (incluido el final, sobre las firmas participantes), en el inicial, Memorias del comienzo, se emprende un rastreo del génesis, como deja bien claro su título. El prestigioso historiador Emilio Roig de Leuchsenring refiere en su crónica, desde su prosa grácil, «La primera exhibición y producción cinematográfica en La Habana», algo que se enmarca en los finales del siglo XIX.

El siempre recordado Arturo Agramonte, junto con su «cómplice» en esto de los acercamientos historicistas, Luciano Castillo, nos introduce esta vez en las «Luces y sombras de un pionero: José G. González», distribuidor, innovador técnico, animador imprescindible en las antípodas del arte siete; a estos investigadores corresponden también los siguientes artículos que conforman este capítulo inicial, con la seriedad y el rigor característicos, no reñidos con una prosa asequible, ellos se acercan y nos devuelven la imagen de otros fundadores no menos importantes: José E. Casasús, respondiendo positivamente a la interrogante que lanza el título, «...¿el decano de la cinematografía en Cuba y en México?»; Santos y Artigas, acaso nuestros primeros exhibidores, evocados con la licencia poética que permiten las asociaciones artísticas con la ayuda del Amarcord felliniano y el notorio editor Mario González en «Los pasos encontrados de un maestro...».

Capítulo necesario para todo analista o simple cinéfilo, da paso al más largo y ambicioso de estas Coordenadas: Panoramas/Apreciaciones. En él no se abandona la historia pero esta se capta también, en más de uno de los trabajos, desde su gerundio, el hoy mismo y/o sus perspectivas de futuro.

Así iniciamos con los apuntes reflexivos de otra historiadora, María Eulalia Douglas (La tienda negra) sobre «El largo camino del silente hacia el sonoro»: qué se perdió y qué nos queda de ambos períodos (en el segundo caso, claro, de su etapa inicial), las recepciones, los paulatinos avances, el reflejo de la realidad y la imaginación en los creadores de ambos y muchas otras consideraciones de esta destacada investigadora que labora, desde hace tantos años, en la Cinemateca de Cuba.

Un colega suyo, Ivo Sarría, más joven y lamentablemente desaparecido, es el responsable del enjundioso texto «Nacimiento de una orfandad», que rastrea las peripecias de nuestro cine, desde los inicios hasta el nacimiento de la Institución de marras, focalizando las muestras poco conocidas en géneros como el documental, el animado y el noticiero; sobre este último, y su transcurrir, hasta el llamado ICAIC Latinoamericano. Culminación y superación, discursan Alicia García y Sara Vega (también especialistas de la Cinemateca) en «El periodismo cinematográfico: aventuras, peripecias y trascendencias».

Mario Naito historia «El documental cubano desde sus orígenes hasta nuestros días» en un ensayo rico en información y detalles, deteniéndose en etapas, tendencias y figuras, algo que también caracteriza al que sigue, pero esta vez sobre «El dibujo animado en Cuba o la verdadera historia de Quijotes y Sanchos», de Roberto Cobas Arrate.

Sara Vega e Ivo Sarría, en «Coproducciones (1945-1960)» reflexionan en torno a este curioso proceso de interacción cultural, definidora de muchos rumbos en la cinematografía del país y a la vez, en la de esos países colaboradores; algo que resulta muy revelador, sobre todo en el período prerrevolucionario. Pilar Ayuso lo hace, y con mucha lucidez, en torno al llamado «talón de Aquiles» de nuestro cine en su trabajo «Guión y dramaturgia del nuevo cine cubano», mientras Pedro Ortega mira a un rubro apenas estudiado en «Un primer corte a la edición...» y, de nuevo, María Eulalia Douglas, se acerca esta vez al vestuario, elemento como sabemos sustancial en el cine (pese a lo poco en que se repara y mucho menos se analiza) en «Celuloide y muselina».

Antonio Mazón Robau pone el dedo en la llaga de un ítem bien polémico: «La comedia: ¿un género menor en el cine cubano?», acercando sus consideraciones, que parten desde los inicios de esta manifestación hasta la fecha, y Juan Antonio García Borrero lo hace en otro terreno aún más peligroso: «El discurso fílmico de la duda», acerca de filmes y realizadores «malditos». Cierra esta sección «Cuba: el cine en libros y folletos», donde Alicia García repasa la bibliografía pasiva en torno al séptimo arte en la Isla.

El capítulo siguiente, Realizadores del nuevo cine cubano, trae respectivamente acercamientos de Jorge Calderón González, Joel del Río y María C. Cumaná, Alberto Ramos, Mercedes Santos Moray y, de nuevo, Tony Mazón a: Manuel Octavio Gómez, Oscar Valdés, Fernando Pérez y Juan Carlos Tabío, desde sus peculiares estilos pero con conocimiento de causa, a los que se agregan útiles páginas con la filmografía de aquellos.

Por último, De la memoria cinematográfica, presenta un artículo de Paul Chaviano y Alicia García sobre el largo y tortuoso camino que ha significado armar «De un museo, su historia»: la Cinemateca y hombres de cine como Héctor García Mesa (su director durante muchos años), los desparecidos Bebo Muñiz y Pepe Arias, el propio Chaviano, y otros tantos, por preservar equipos, cámaras, proyectores de nuestra historia fílmica. Considero, sin embargo, que este trabajo debió formar parte del primer capítulo, por cuanto se remonta a los «ancestros», por lo cual cabía a la perfección en esas Memorias del comienzo.

Con una cuidadosa edición, habitual en Consuelo, y el diseño inteligente, dinámico a que también acostumbra Luis Antonio Casanellas (La profesión maldita), ya especializado en libros sobre este arte, Coordenadas del cine cubano 2, es uno de esos libros de cabecera para todo cinéfilo, y una contribución de primera mano a los estudios sobre nuestro cine, desde esa mirada plural e inteligente de los críticos y especialistas del patio.

Descriptor(es)
1. CINE CUBANO
2. CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA
3. HISTORIA DEL CINE