FICHA ANALÍTICA
Se venden paraísos naturales. Guión inédito.
Tabío, Juan Carlos (1943 - 2021)
Título: Se venden paraísos naturales. Guión inédito.
Autor(es): Juan Carlos Tabío, Ambrosio Fornet, Tomás Gutiérrez Alea
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 3
Año de publicación: 2006
Estimado Luciano:
Qué grata sorpresa, saber que has encontrado en los archivos de la Mediateca de la Escuela de San Antonio de los Baños, el manuscrito de Se venden paraísos naturales. La idea de los posibles productores (una compañía radicada en Europa, si mal no recuerdo) era filmar para la televisión una serie de cortos o mediometrajes que trataran, en tono más o menos satírico, el tema de la nostalgia del paraíso, ese paraíso terrenal que millones de turistas buscan, año tras año, en playas, bosques y montañas de los países subdesarrollados, o junto a cálidas estufas, en remotas y acogedoras cabañas rodeadas de nieve por todas partes. Los futuros realizadores, reconocidos cineastas de diversos países, tendrían absoluta libertad para desarrollar el tema, ateniéndose siempre al tiempo estipulado, claro está. El guioncito gustó y sus derechos de filmación fueron adquiridos por la compañía de inmediato. El proyecto, sin embargo —hasta donde sé—, nunca llegó a filmarse.
Yo no me considero realmente coguionista de Se venden... Los coguionistas eran Titón y Juan Carlos, pero —como había ocurrido en otras ocasiones—, Titón me pidió que, a título de amigo y de asesor literario del ICAIC, les sirviera de interlocutor y aportara críticas y sugerencias, y parece que estas últimas fueron tan atinadas que Titón —siempre generoso— decidió añadir mi nombre a los créditos. Tu rescate, quince años después, de esas páginas perdidas, me ha devuelto el placer de aquella divertida experiencia. Estoy seguro de que los lectores de Cine Cubano te lo agradecerán también.
Ambrosio Fornet
1- SELVA AMAZÓNICA.
Desde el aire: la selva infinita, un océano de bosques.
Desde tierra: ríos inmensos, cataratas, puestas de sol, amanecer,
Contraluces de árboles como catedrales, arcoiris...
Grandes planos generales con ángulo ancho.
Detalles de flores y frutos.
Callada exuberancia. (En estas imágenes no aparecerá el hombre, ni nada que él haya transformado con su presencia).
(MÚSICA)
2- TIENDA DE EFECTOS ELECTRÓNICOS. CALLE. INT. EXT. DÍA.
• Imagen de video: (continuación de la secuencia 1) PP de pájaro multicolor en la copa de un árbol (desde su nivel). Grúa desciende y descubre sorpresivamente a Mr. Milton parado al pie del árbol impecablemente vestido con traje, cuello y corbata, chaleco, lustrosos zapatos, etcétera. La grúa llega a PP de Mr. Milton que mira a cámara.
Mr. MILTON
(Habla con la atemperada vehemencia de un iluminado). Este es el mundo tal como Dios lo creó... Este es el paraíso antes del pecado original... ¡Y yo se lo ofrezco a usted!... (Señala con el dedo a la cámara).
Z-B que descubre la vidriera de una tienda en Manhattan con decenas de televisores que repiten la imagen de Mr. Milton.
(Sonido: ambiente de gran ciudad)
Entra en cuadro la limosina de Mr. Magnus.
Una mano enguantada abre la portezuela trasera y aparece Mr. Magnus.
PP. Está elegantemente vestido y en su rostro se refleja el cansancio y la angustia.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton señalando con el dedo a cámara.
Mr. MILTON
¡¡A usted!!
PV de Mr. Milton: Mr. Magnus vuelve la cabeza como buscando quién lo llamó. Confundido sale de cuadro.
3- SECUENCIA DE MONTAJE: CALLES, OFICINAS, BOLSA DE VALORES, OFICINA
DE Mr. MAGNUS. IMAGEN VIDEO. INT. EXT. DÍA. NOCHE.
Movimiento caótico y compulsivo de la gran ciudad.
Escenas de la Bolsa de valores. La gente a punto de enloquecer.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
A usted que ha traducido el Verbo del Señor: «¡Hágase la luz!» en millones de astros rutilantes...
• Imagen de video: PG de la Gran Ciudad, (Nueva York) iluminada: anuncios lumínicos, faroles, bombillas, luces como estrellas.
PP de grandes ejecutivos. Entre ellos Mr. Magnus, Miss Templeton, Mr. Kovalski, y otros hasta ocho. Los vemos encerrados en limosinas y en ascensores atestados.
• Imagen de video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...A usted que con la ayuda de Dios ha transformado el caos en orden, el desierto en ciudades...
Los ejecutivos (entre ellos se destaca Mr. Magnus) atienden a más de una llamada telefónica a la vez; discuten, casi hasta el infarto, en agónicas reuniones.
• Imagen de video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...A usted que se pregunta, en medio de sus computadoras y sus rascacielos, ¿y yo qué?...
¿Y mi vida qué?...
Los ejecutivos viven con un ritmo acelerado. Unos engullen apresuradamente un bocadillo, otro toma una pastilla en el baño de la oficina, mientras atienden angustiosamente a los cintillos de los valores bursátiles.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...Usted, que en medio de su grandeza se siente solo, angustiado, acosado por el stress...
Mr. Magnus solo en su oficina, ya de noche, en mangas de camisa, con la corbata zafada, extenuado, mira el televisor con un tubo de pastillas en las manos.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
¡Usted tiene el derecho... —y el deber—, de alcanzar la verdadera felicidad! ¡Ahora, gracias a los adelantos de la técnica, técnica que usted mismo ha desarrollado, usted puede disfrutar plenamente de esta maravilla!... (Abre los brazos señalando el entorno. Z-B). ¡Adquiera un paraíso natural por un precio razonable! ¡Nosotros, Natural Paradises Inc., se lo trasladamos al sótano de su casa.
Mr. Magnus ha quedado prácticamente hipnotizado por la escena. Mira con asco, casi con horror, el tubo de pastillas y lo lanza contra la pared.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
(Jubiloso). ¡El Paraíso a domicilio! ¡Al alcance de su mano! ¡Dondequiera que usted viva!... ¡¡Aleluya!!
GRÚA desde PP de Mr. Milton hasta PG de la selva.
(MÚSICA): «De aquí a la Eternidad»
DISOLVENCIA a PG de Manhattan. ACERCAMIENTO a un edificio de oficina.
4- OFICINA DE MR. MILTON.
Mr. Milton conduce a Mr. Magnus, a través de un salón y un largo pasillo y lo hace entrar en un ascensor que, en este caso, desciende por un oscuro túnel vertical. Los dos están callados. Mr. Magnus, con un portafolios en la mano, tiene la ansiedad de un niño que va a entrar a una juguetería. Mr. Milton sonríe condescendiente.
5- SÓTANO DE MR. MILTON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
El ascensor llega a un impensado claro de selva virgen con pájaros multicolores, mansas fieras, inmensos árboles y ¿por qué no? ríos caudalosos y hasta nubes blancas y cielos transparentes.
Mr. Magnus se pone unos espejuelos oscuros. Está fascinado por las maravillas y bellezas que le rodean. Evidentemente ha alcanzado un estado muy parecido a la plena felicidad. Suelta el portafolios y exclama:
Mr. MAGNUS
Dígame la verdad, Mr. Milton: ¿Es real?... ¿No estaré soñando?...
Mr. Milton asiente y sonríe complacido.
Mr. MILTON
Es más real que el de Adán y Eva, Mr. Magnus ¡Toque!, ¡Escuche!, ¡Huela!...
Al llamado de Mr. Milton, Mr. Magnus va experimentando sensaciones táctiles, auditivas y olfativas verdaderamente paradisíacas.
Mr. Magnus ha caído en un estado de encantamiento.
6- SELVA AMAZÓNICA. EXT. DÍA.
PG de la selva. Comienzan a escucharse voces de hombres en faena violenta. Bulldozers, enormes sierras autónomas, grúas, camiones...
João o Bicho (mulato aindiado de unos 40 años) es el capataz despiadado de un grupo de peones armados (en su mayoría indígenas), que incendia aldeas y masacra a los habitantes de la selva a la menor resistencia.
Un poco distante, Mr. Milton, vistiendo traje de campaña, deja que João haga su trabajo mientras consulta un mapa dentro de su yip blindado.
Un peón, utilizando una sierra autónoma la hunde en la tierra, junto a una gran ceiba, describiendo un círculo alrededor de esta. Obviamente, se trata de trasplantar el árbol con su propia tierra.
De atrás de la ceiba sale un indio anciano, un hechicero (pajé) que se interpone al peón. Lleva colgado al cuello un collar de dientes y huesos de animales. El peón, temeroso, retrocede.
Llega João, que no sabe qué hacer. Llega Mr. Milton.
Mr. MILTON
(Autoritario). ¡¿Qué pasa aquí?!
PAJÉ
...Veo al señor y a João tostándose bajo el sol... Caminando por el sertón... sertón grande que no se acaba... ¿João pidió permiso para sacar cosas de la selva?
Mr. MILTON
(Irritado). ¡¿Permiso a quién?!
PAJÉ
¡Al dueño de la selva!
Mr. Milton suelta una carcajada. João, en cambio, ha quedado impresionado pero no le queda más remedio que apoyar a Mr. Milton. A una seña de este, uno de los secuaces de João aparta al pajé violentamente, y a este, en el forcejeo, se le cae al suelo el collar. Mr. Milton lo aparta bruscamente con el pie.
Mientras se lo llevan a la fuerza, el pajé va recitando una letanía destinada a los espíritus de la selva.
João no puede ocultar su sobrecogimiento, su temor ancestral a la venganza de los dioses autóctonos.
7- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA .
Mr. Magnus al teléfono.
(Se escucha el ruido de martillos neumáticos)
Mr. MAGNUS
(Ansioso)... ¿Mr. Milton?... ¿Cómo?... Es que no lo oigo bien con ese ruido ¿Cuándo?... ¡Perfecto!...
8- SELVA AMAZÓNICA.
PG de la selva.
Bulldozers, enormes sierras autónomas.
Mr. Milton entrega su teléfono celular a un ayudante y se dirige a João o Bicho, que está ahora con una walkman conectada a sus oídos.
Mr. MILTON
(Autoritario) ¡Lo quiero todo João, todo!... La tierra, los árboles, las... (Mr. Milton advierte que João sigue el ritmo de una canción y no le presta la debida atención. Se encoleriza y le arranca los audífonos de los oídos)... ¡João o Bicho, quítate la singa walkman de los oídos!
João masculla una disculpa.
Se escucha filtrado por los audífonos el coro: «We are the world, We are the children...» João apaga el aparato.
Mr. MILTON
¡No sé para qué te traje la mierda esa!... (Continúa)... Te digo que lo quiero todo: la tierra,
los árboles, el río, los pájaros... ¡el aire!...
JOÃO
(Desconcertado). ¿El aire?
Mr. MILTON
¡El aire, las nubes!... ¡¡Todo!!
Mr. Milton extiende los brazos abiertos y hace un gesto de «cortar» una amplia columna de aire.
9- CASA DE Mr. MAGNUS. EXT. DÍA.
A la residencia de Mr. Magnus llegan 3 camiones, cada uno cargando un contenedor con un inmenso rótulo: Natural Paradises Inc.
El primer contenedor ostenta, además, un rótulo más pequeño: Trees. Land. Y debajo: Arvores. Terra. De este contenedor sobresale la rama de un árbol, mordida por la puerta. El segundo contenedor dice: Rivers. Ríos y deja escapar discretamente unas gotas de agua. El tercero dice: Air. Clouds/Ar. Nuvem. Este deja escapar un poco de humo etéreo, como una nube.
Desde el interior de la casa, llega el trepidar de martillos neumáticos.
10- SÓTANO DE Mr. MAGNUS. (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Muy orondo, Mr. Magnus —con espejuelos oscuros— les muestra a sus ejecutivos su recién instalado Paraíso Natural.
Los visitantes están maravillados. Al fondo se ve el ascensor.
Miss TEMPLETON
¡No puedo creerlo!... ¿Cómo dijo usted que se llamaba?
Mr. MAGNUS
Mr. Milton
Miss TEMPLETON
(La mira y sonríe). Oh!, Oh!... Of course!
Los otros ejecutivos, están igualmente fascinados. Alguno apunta el nombre en una libreta.
Todos quieren disponer de un paraíso semejante.
11- MONTAJE: OFICINA DE Mr. MILTON. SELVA. INT. EXT. DÍA.
(OFICINA)
Un febril ajetreo convulsiona a todos.
Los cuatro secretarios y secretarias de Mr. Milton atienden llamadas telefónicas.
Mr. Milton revisa unos papeles que le trae el contador.
SECRETARIA 1
(Anotando en una computadora). Mr. Yashimiro Yamamoto... sí Tokio... Por vía aérea, sí... Gracias...
(SELVA)
Un enorme árbol se desploma en la selva, con un ruido atronador.
(OFICINA)
SECRETARIA 1
Signore Marcello Constantini... No, señor, no demorará... Sí, está asegurado.
(SELVA)
Plano breve de un gran incendio en la selva.
(OFICINA)
SECRETARIA 2
Miss Peggy Templeton... Columbus Avenue... ¿Por recomendación de Mr. Magnus? Muy bien, muy bien... La próxima semana, a más tardar.
(SELVA)
Plano breve de grandes maquinarias arrasando con un sector de la selva.
(OFICINA)
Mr. Milton observa a otro empleado, que está frente a una gran computadora terminando
un gráfico que muestra el crecimiento de las ganancias.
(SELVA)
Tres grandes camiones de Natural Paradises Inc. transportan árboles enteros, jaulas con animales, etcétera, Panning los sigue y va descubriendo un paisaje de selva devastada.
12- OFICINA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
Mr. Magnus, entra en su oficina radiante y fresco como una lechuga. La expresión de sus secretarias es adusta. Mr. Magnus se sorprende.
Mr. MAGNUS
Buenos días... ¿Qué está pasando aquí?
SECRETARIA
(Sin ocultar su preocupación). Buenos días. Mr. Milton... Es que... el contrato de la Baines Steel Corporation... ¡Acaban de cancelarlo!...
Mr. MAGNUS
(Alarmado). ¡¿Cómo?!... ¿Ese negocio no lo llevaba Miss Templeton?... ¡Comuníqueme inmediatamente con ella!
SECRETARIA
(Insegura)... Bueno, es que... Miss Templeton... pensé que usted lo sabía, señor... Hace dos días que no viene... No aparece por ninguna parte...
Mr. MAGNUS
(No puede creer lo que oye). ¡¿De qué rayos me está usted hablando?!... ¡Comuníqueme con Mr. Kovalski!...
La secretaria comienza a discar el teléfono, mientras Mr. Magnus entra en su despacho. Suena un teléfono de su buró y lo descuelga violentamente.
Mr. MAGNUS
¡¡Kovalski!!... ¿Dónde diablos se ha metido la estúpida de Miss Templeton?...
Su indignación va subiendo mientras escucha. La secretaria le trae unas pastillas y un vaso de agua. Mr. Magnus le da un manotazo a la bandeja.
Mr. MAGNUS
(Continúa). Pero... ¡¿Usted sabe a cuánto ascendía el contrato de la Baines Steel?!... (Explotando). ¡¿Qué no... qué no era tanto?!...
¡¡¿Setenta y cinco millones de dólares no le parece mucho dinero, Mr. Kovalski?!!
13- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
En el salón de la residencia de Mr. Magnus, su gorda y enjoyada esposa celebra un party muy elegante. Mr. Magnus irrumpe como un toro. Su esposa se le acerca sonriente con una copa de martini en las manos.
ESPOSA
Querido, te quería presentar a...
Mr. Magnus mira con desprecio el martini y sigue de largo.
Mr. MAGNUS
¡¡Se pueden ir todos a tomar por el culo!!
La esposa de Mr. Magnus y los invitados se quedan paralizados.
Mr. Magnus, entra atropelladamente en el ascensor que da acceso a su paraíso.
14- SÓTANO DE Mr. MAGNUS (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Mr. Magnus sale del ascensor. Automáticamente se coloca sus espejuelos oscuros. Ya en su paraíso respira con satisfacción, se relaja, se extasía. Comienza a recorrerlo. Es inmenso, idílico.
Magnus se zafa el nudo de la corbata. Quiere saturarse de su ambiente benéfico. Se quita los espejuelos. La luz lo deslumbra, pero es agradable.
De pronto, ve algo que lo asombra: un gran árbol, en el que está enroscada una serpiente y junto al árbol, una bellísima india desnuda. La mujer tiene en sus manos un extraño fruto tropical, que le ofrece con paradisiaca sonrisa. Entre temeroso y fascinado, Mr. Magnus avanza hacia la mujer.
GPPS de la india: ojos, boca carnosa, pezones, ombligo, pubis...
PP de Mr. Magnus. Su expresión es cada vez más beatífica.
PP de la serpiente.
Mr. Magnus comienza a desnudarse. Se le cae la billetera. La india la recoge y se divierte con el acordeón de tarjetas de crédito. Mr. Magnus coge la billetera y la tira displicentemente a sus espaldas.
La india parte la fruta con las manos y le ofrece un pedazo deliciosamente obsceno. El hombre prueba la fruta y comienza a caer en éxtasis.
PP de ambos, frente a frente, y de perfil a la cámara. Comienza un viento a despeinarlos. El fondo se desplaza vertiginosamente.
PP de Mr. Magnus de frente a la cámara. Este se deja arrastrar por la felicidad plena. El viento y la música van in crescendo. Pero el rostro de Mr. Magnus comienza a descomponerse en una mueca, como de quien sufre vértigo. Ha pasado, en breve lapso, de la felicidad al miedo. De pronto, escupe el pedazo de fruta que estaba saboreando y lanza un alarido salvaje.
La música y el viento cesan abruptamente.
PG: Mr. Magnus empuja a la india, que rueda por el suelo. Mr. Magnus, atropelladamente, recoge sus ropas y sus tarjetas de crédito y sale corriendo de cuadro.
La india se incorpora. PPS de la india y la serpiente que se miran defraudadas.
15- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
Salón de la casa. El party continúa.
Mr. Magnus, completamente desnudo, con sus ropas en las manos, atraviesa el salón. Los invitados y la esposa de Mr. Magnus se miran sorprendidos.
En el baño, Mr. Magnus se lava las manos y los dientes. Se aplica un spray en la boca.
16- OFICINA DE Mr. MAGNUS. SALÓN DE CONFERENCIAS. INT. DÍA.
Mr. Magnus, con actitud grave, está sentado a la cabecera de la gran mesa.
Los ejecutivos van entrando. Algunos vienen desaliñados, con barbas de tres días, sin saco, tostados por el sol. Mr. Kovalski entra en short y con un papagayo al hombro. En su rostro observamos la displicencia y la sonrisa semi-idiota de los drogados. A Miss Templeton, con su vestido sastre de ejecutiva mal abotonado, con el pelo suelto y mojado, y comiéndose un fruto idéntico al que la encantadora india ofreciera a Mr. Magnus, la traen casi arrastrada dos guardias de seguridad interior.
La secretaria entra con una caja de cartón en las manos.
SECRETARIA
(Grave, a Mr. Magnus). Mr. Twain no ha podido ser localizado... La esposa habla de una cascada, de un golpe contra las rocas... Y en cuanto a Mr. Thompson... parece que fue demasiado lejos...
La secretaria saca una cabeza reducida de la caja, ahoga un sollozo y sale corriendo del salón.
Después de un breve e intenso silencio, Mr. Magnus comienza a hablar.
Mr. MAGNUS
(Patriarcal)... Ayer yo también estuve a punto de sucumbir... (su rostro se transfigura). Conocí el abismo... el más terrible de todos: el abismo de la felicidad... Y sentí miedo porque comprendí que la felicidad no es todo... (Recorre a todos con la mirada).
Menos la Templeton y Kovalski, todos escuchan con gravedad las palabras de Mr. Magnus.
La Templeton, con expresión libidinosa come su fruto manchándose el vestido. Ella mira a Kovalsky y este le devuelve la mirada.
Mr. MAGNUS
(Continúa impertérrito). Nosotros no estamos para flotar en las nubes... ¡Nosotros sostenemos el mundo!... Si nos dejamos arrastrar a una naturalidad sin límites, ¿quién va a llevar a cabo nuestra misión en este mundo?... ¡No se conquista el mundo flotando en las nubes!
Los ejecutivos se sobrecogen. Todos menos la Templeton y Kovalsky, que terminan de devorar salvajemente el fruto y comienzan a desnudarse, el uno al otro, mientras ruedan al suelo y se pierden bajo la mesa gimiendo y restregándose.
Uno de los ejecutivos no sabe, si mirar a Mr. Magnus o mirar debajo de la mesa.
Mr. MAGNUS
¿No se los decía? Señores: ha llegado el momento de tomar una determinación. Como dijera el Presidente Truman en ocasión memorable: «Hágase Su voluntad!».
17- SÓTANO DE MISS. TEMPLETON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Miss. Templeton está semidesnuda con las piernas metidas en el río. Junto a ella un chimpacé.
El chimpancé y Miss. Templeton se despulgan mutuamente.
Mr. Magnus y un grupo de hombres, que llevan casco y mono amarillo con un rótulo en la espalda: Strangers in Paradise, irrumpen brutalmente.
Dos de los hombres arrastran a Ms. Templeton hacia el ascensor mientras otros, con lanzallamas, incendian el paraíso.
18- SÓTANO DE Mr. KOVALSKI (SELVA-PARAÍSO).
Kovalski está a la sombra de un árbol recostado sobre mullidos cojines y rodeado por tres hermosas indias que lo acarician, le dan de beber alguna bebida especial, lo abanican...
De pronto, ve llegar a los Strangers... Las indias huyen y se internan en la selva.
Kovalski es atrapado y otros hacen funcionar los lanzallamas.
19- CALLE DE MANHATTAN. EXT. DÍA.
De una alcantarilla de la calle sale humo.
Un grupo de pordioseros se acercan y se calientan.
20- OFICINA. Mr. MILTON. ASCENSOR PRINCIPAL. EXT. DÍA.
Mr. Magnus, Miss Templeton, Mr. Kovalski y los otros ejecutivos, hacinados en un elevador. (Este plano puede ser idéntico al de la secuencia 2).
Miss Templeton y Mr. Kovalski están en franca recuperación. Su expresión es de personas resueltas a llevar adelante una encomienda.
La puerta al ascensor se abre, y salen a un vestíbulo, que da a la puerta de otro ascensor del que parten en ese momento, varios Strangers in Paradise armados con hachas y lanzallamas.
Un empleado los ve y corre hacia las oficinas de Mr. Milton.
Los otros lo persiguen por el pasillo.
21- OFICINA. Mr. MILTON. DESPACHO. PASILLO. ASCENSOR. INT. DÍA.
En su despacho, Mr. Milton le dice a la secretaria que no los deje pasar, que les diga que él no se encuentra.
Pero, evidentemente, no hay quien detenga a los airados ejecutivos y magnates. Empiezan a golpear la puerta del despacho, cada vez, con mayor insistencia y con mayor fuerza.
Están a punto de derribarla. Mr. Milton huye por otra puerta hacia el ascensor que lleva al sótano (paraíso).
Los del grupo de Mr. Magnus logran derribar la puerta del despacho, lo atraviesan, salen por la otra puerta y al final del pasillo, llegan al ascensor. Pero ya Mr. Milton está llegando al sótano.
22- SÓTANO DE Mr. MILTON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Mr. Milton llega abajo, y apenas da unos pasos, para internarse en su paraíso, siente, a sus espaldas, que el ascensor comienza a subir. Mr. Milton no sabe cómo detenerlo. Oprime el botón de llamada, pero es inútil. Ve cómo el elevador se detiene en el piso de su oficina y cómo, de pronto, comienza a descender. Mr. Milton agarra una gran piedra y logra destruir el mecanismo de cierre de la puerta. El elevador se detiene.
23- ASCENSOR. SÓTANO. Mr. MILTON. INT. DÍA.
Mr. Magnus y los ejecutivos quedan trabados, a mitad de camino, dentro del ascensor. (Este plano —semejante a los de las secuencias 2 y 19— puede intercalarse, más de una vez, en la siguiente secuencia).
24- SÓTANO. Mr. MILTON (SELVA-PARAÍSO). INT. DÍA.
Mr. Milton se interna en la selva. Poco a poco, comienza a escuchar extraños ruidos. Pueden ser animales salvajes. Pueden ser también los espíritus de la selva, los que invocó el viejo pajé.
Mr. Milton comienza a sentir temor. Siente el ruido sobrecogedor de un árbol gigantesco que se abate a lo lejos. Nubes de pájaros alzan el vuelo, chillando.
Mr. Milton avanza unos pasos y tropieza con el collar sagrado del pajé, el mismo que él apartó de una patada al final de la secuencia 6. Mr. Milton retrocede asustado. Detrás de él se produce otro ruido: casi encima de su cabeza se oye el fragor de otro árbol gigantesco que viene cayendo y amenaza con aplastarlo... el árbol cae a sus espaldas y Mr. Milton comienza a correr, presa del pánico.
Comienza a ver cosas que le llaman la atención: árboles caídos, señales de destrucción, devastación, tocones, pájaros y animales muertos. Sigue avanzando, primero sorprendido y poco a poco, cada vez más aterrado.
La selva se va transformando en un desierto. El sol brilla arriba, abrasador. La tierra está cuarteada por la sequía... Aquí y allá, el esqueleto de una vaca, un televisor roto, la walkman de João o Bicho. Más allá, una bulldozer abandonada en medio de la destrucción. Mr. Milton suda, se siente abrumado, tiene sed... no sabe hacia dónde dirigirse porque está desorientado.
El sol en medio del cielo.
Mr. Milton, percibe a lo lejos una figura humana que se destaca contra el fondo uniforme del desierto. Se acerca. Es João, que está sufriendo la misma suerte. Ambos se pelean por unas gotas de agua, en la cantimplora que lleva João y que, de pronto, cae al suelo. El agua se derrama en la tierra reseca.
Mr. Milton y João se miran. Echan andar, casi arrastrando los pies. La llanura reseca se extiende ante ellos, como un enorme desierto. Aislados tocones indican, que allí hubo árboles alguna vez.
El desierto es infinito.
Descriptor(es)
1. CINE CUBANO
2. GUION CINEMATOGRAFICO
Título: Se venden paraísos naturales. Guión inédito.
Autor(es): Juan Carlos Tabío, Ambrosio Fornet, Tomás Gutiérrez Alea
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 3
Año de publicación: 2006
Estimado Luciano:
Qué grata sorpresa, saber que has encontrado en los archivos de la Mediateca de la Escuela de San Antonio de los Baños, el manuscrito de Se venden paraísos naturales. La idea de los posibles productores (una compañía radicada en Europa, si mal no recuerdo) era filmar para la televisión una serie de cortos o mediometrajes que trataran, en tono más o menos satírico, el tema de la nostalgia del paraíso, ese paraíso terrenal que millones de turistas buscan, año tras año, en playas, bosques y montañas de los países subdesarrollados, o junto a cálidas estufas, en remotas y acogedoras cabañas rodeadas de nieve por todas partes. Los futuros realizadores, reconocidos cineastas de diversos países, tendrían absoluta libertad para desarrollar el tema, ateniéndose siempre al tiempo estipulado, claro está. El guioncito gustó y sus derechos de filmación fueron adquiridos por la compañía de inmediato. El proyecto, sin embargo —hasta donde sé—, nunca llegó a filmarse.
Yo no me considero realmente coguionista de Se venden... Los coguionistas eran Titón y Juan Carlos, pero —como había ocurrido en otras ocasiones—, Titón me pidió que, a título de amigo y de asesor literario del ICAIC, les sirviera de interlocutor y aportara críticas y sugerencias, y parece que estas últimas fueron tan atinadas que Titón —siempre generoso— decidió añadir mi nombre a los créditos. Tu rescate, quince años después, de esas páginas perdidas, me ha devuelto el placer de aquella divertida experiencia. Estoy seguro de que los lectores de Cine Cubano te lo agradecerán también.
Ambrosio Fornet
1- SELVA AMAZÓNICA.
Desde el aire: la selva infinita, un océano de bosques.
Desde tierra: ríos inmensos, cataratas, puestas de sol, amanecer,
Contraluces de árboles como catedrales, arcoiris...
Grandes planos generales con ángulo ancho.
Detalles de flores y frutos.
Callada exuberancia. (En estas imágenes no aparecerá el hombre, ni nada que él haya transformado con su presencia).
(MÚSICA)
2- TIENDA DE EFECTOS ELECTRÓNICOS. CALLE. INT. EXT. DÍA.
• Imagen de video: (continuación de la secuencia 1) PP de pájaro multicolor en la copa de un árbol (desde su nivel). Grúa desciende y descubre sorpresivamente a Mr. Milton parado al pie del árbol impecablemente vestido con traje, cuello y corbata, chaleco, lustrosos zapatos, etcétera. La grúa llega a PP de Mr. Milton que mira a cámara.
Mr. MILTON
(Habla con la atemperada vehemencia de un iluminado). Este es el mundo tal como Dios lo creó... Este es el paraíso antes del pecado original... ¡Y yo se lo ofrezco a usted!... (Señala con el dedo a la cámara).
Z-B que descubre la vidriera de una tienda en Manhattan con decenas de televisores que repiten la imagen de Mr. Milton.
(Sonido: ambiente de gran ciudad)
Entra en cuadro la limosina de Mr. Magnus.
Una mano enguantada abre la portezuela trasera y aparece Mr. Magnus.
PP. Está elegantemente vestido y en su rostro se refleja el cansancio y la angustia.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton señalando con el dedo a cámara.
Mr. MILTON
¡¡A usted!!
PV de Mr. Milton: Mr. Magnus vuelve la cabeza como buscando quién lo llamó. Confundido sale de cuadro.
3- SECUENCIA DE MONTAJE: CALLES, OFICINAS, BOLSA DE VALORES, OFICINA
DE Mr. MAGNUS. IMAGEN VIDEO. INT. EXT. DÍA. NOCHE.
Movimiento caótico y compulsivo de la gran ciudad.
Escenas de la Bolsa de valores. La gente a punto de enloquecer.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
A usted que ha traducido el Verbo del Señor: «¡Hágase la luz!» en millones de astros rutilantes...
• Imagen de video: PG de la Gran Ciudad, (Nueva York) iluminada: anuncios lumínicos, faroles, bombillas, luces como estrellas.
PP de grandes ejecutivos. Entre ellos Mr. Magnus, Miss Templeton, Mr. Kovalski, y otros hasta ocho. Los vemos encerrados en limosinas y en ascensores atestados.
• Imagen de video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...A usted que con la ayuda de Dios ha transformado el caos en orden, el desierto en ciudades...
Los ejecutivos (entre ellos se destaca Mr. Magnus) atienden a más de una llamada telefónica a la vez; discuten, casi hasta el infarto, en agónicas reuniones.
• Imagen de video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...A usted que se pregunta, en medio de sus computadoras y sus rascacielos, ¿y yo qué?...
¿Y mi vida qué?...
Los ejecutivos viven con un ritmo acelerado. Unos engullen apresuradamente un bocadillo, otro toma una pastilla en el baño de la oficina, mientras atienden angustiosamente a los cintillos de los valores bursátiles.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
...Usted, que en medio de su grandeza se siente solo, angustiado, acosado por el stress...
Mr. Magnus solo en su oficina, ya de noche, en mangas de camisa, con la corbata zafada, extenuado, mira el televisor con un tubo de pastillas en las manos.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
¡Usted tiene el derecho... —y el deber—, de alcanzar la verdadera felicidad! ¡Ahora, gracias a los adelantos de la técnica, técnica que usted mismo ha desarrollado, usted puede disfrutar plenamente de esta maravilla!... (Abre los brazos señalando el entorno. Z-B). ¡Adquiera un paraíso natural por un precio razonable! ¡Nosotros, Natural Paradises Inc., se lo trasladamos al sótano de su casa.
Mr. Magnus ha quedado prácticamente hipnotizado por la escena. Mira con asco, casi con horror, el tubo de pastillas y lo lanza contra la pared.
• Imagen en video: PP de Mr. Milton.
Mr. MILTON
(Jubiloso). ¡El Paraíso a domicilio! ¡Al alcance de su mano! ¡Dondequiera que usted viva!... ¡¡Aleluya!!
GRÚA desde PP de Mr. Milton hasta PG de la selva.
(MÚSICA): «De aquí a la Eternidad»
DISOLVENCIA a PG de Manhattan. ACERCAMIENTO a un edificio de oficina.
4- OFICINA DE MR. MILTON.
Mr. Milton conduce a Mr. Magnus, a través de un salón y un largo pasillo y lo hace entrar en un ascensor que, en este caso, desciende por un oscuro túnel vertical. Los dos están callados. Mr. Magnus, con un portafolios en la mano, tiene la ansiedad de un niño que va a entrar a una juguetería. Mr. Milton sonríe condescendiente.
5- SÓTANO DE MR. MILTON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
El ascensor llega a un impensado claro de selva virgen con pájaros multicolores, mansas fieras, inmensos árboles y ¿por qué no? ríos caudalosos y hasta nubes blancas y cielos transparentes.
Mr. Magnus se pone unos espejuelos oscuros. Está fascinado por las maravillas y bellezas que le rodean. Evidentemente ha alcanzado un estado muy parecido a la plena felicidad. Suelta el portafolios y exclama:
Mr. MAGNUS
Dígame la verdad, Mr. Milton: ¿Es real?... ¿No estaré soñando?...
Mr. Milton asiente y sonríe complacido.
Mr. MILTON
Es más real que el de Adán y Eva, Mr. Magnus ¡Toque!, ¡Escuche!, ¡Huela!...
Al llamado de Mr. Milton, Mr. Magnus va experimentando sensaciones táctiles, auditivas y olfativas verdaderamente paradisíacas.
Mr. Magnus ha caído en un estado de encantamiento.
6- SELVA AMAZÓNICA. EXT. DÍA.
PG de la selva. Comienzan a escucharse voces de hombres en faena violenta. Bulldozers, enormes sierras autónomas, grúas, camiones...
João o Bicho (mulato aindiado de unos 40 años) es el capataz despiadado de un grupo de peones armados (en su mayoría indígenas), que incendia aldeas y masacra a los habitantes de la selva a la menor resistencia.
Un poco distante, Mr. Milton, vistiendo traje de campaña, deja que João haga su trabajo mientras consulta un mapa dentro de su yip blindado.
Un peón, utilizando una sierra autónoma la hunde en la tierra, junto a una gran ceiba, describiendo un círculo alrededor de esta. Obviamente, se trata de trasplantar el árbol con su propia tierra.
De atrás de la ceiba sale un indio anciano, un hechicero (pajé) que se interpone al peón. Lleva colgado al cuello un collar de dientes y huesos de animales. El peón, temeroso, retrocede.
Llega João, que no sabe qué hacer. Llega Mr. Milton.
Mr. MILTON
(Autoritario). ¡¿Qué pasa aquí?!
PAJÉ
...Veo al señor y a João tostándose bajo el sol... Caminando por el sertón... sertón grande que no se acaba... ¿João pidió permiso para sacar cosas de la selva?
Mr. MILTON
(Irritado). ¡¿Permiso a quién?!
PAJÉ
¡Al dueño de la selva!
Mr. Milton suelta una carcajada. João, en cambio, ha quedado impresionado pero no le queda más remedio que apoyar a Mr. Milton. A una seña de este, uno de los secuaces de João aparta al pajé violentamente, y a este, en el forcejeo, se le cae al suelo el collar. Mr. Milton lo aparta bruscamente con el pie.
Mientras se lo llevan a la fuerza, el pajé va recitando una letanía destinada a los espíritus de la selva.
João no puede ocultar su sobrecogimiento, su temor ancestral a la venganza de los dioses autóctonos.
7- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA .
Mr. Magnus al teléfono.
(Se escucha el ruido de martillos neumáticos)
Mr. MAGNUS
(Ansioso)... ¿Mr. Milton?... ¿Cómo?... Es que no lo oigo bien con ese ruido ¿Cuándo?... ¡Perfecto!...
8- SELVA AMAZÓNICA.
PG de la selva.
Bulldozers, enormes sierras autónomas.
Mr. Milton entrega su teléfono celular a un ayudante y se dirige a João o Bicho, que está ahora con una walkman conectada a sus oídos.
Mr. MILTON
(Autoritario) ¡Lo quiero todo João, todo!... La tierra, los árboles, las... (Mr. Milton advierte que João sigue el ritmo de una canción y no le presta la debida atención. Se encoleriza y le arranca los audífonos de los oídos)... ¡João o Bicho, quítate la singa walkman de los oídos!
João masculla una disculpa.
Se escucha filtrado por los audífonos el coro: «We are the world, We are the children...» João apaga el aparato.
Mr. MILTON
¡No sé para qué te traje la mierda esa!... (Continúa)... Te digo que lo quiero todo: la tierra,
los árboles, el río, los pájaros... ¡el aire!...
JOÃO
(Desconcertado). ¿El aire?
Mr. MILTON
¡El aire, las nubes!... ¡¡Todo!!
Mr. Milton extiende los brazos abiertos y hace un gesto de «cortar» una amplia columna de aire.
9- CASA DE Mr. MAGNUS. EXT. DÍA.
A la residencia de Mr. Magnus llegan 3 camiones, cada uno cargando un contenedor con un inmenso rótulo: Natural Paradises Inc.
El primer contenedor ostenta, además, un rótulo más pequeño: Trees. Land. Y debajo: Arvores. Terra. De este contenedor sobresale la rama de un árbol, mordida por la puerta. El segundo contenedor dice: Rivers. Ríos y deja escapar discretamente unas gotas de agua. El tercero dice: Air. Clouds/Ar. Nuvem. Este deja escapar un poco de humo etéreo, como una nube.
Desde el interior de la casa, llega el trepidar de martillos neumáticos.
10- SÓTANO DE Mr. MAGNUS. (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Muy orondo, Mr. Magnus —con espejuelos oscuros— les muestra a sus ejecutivos su recién instalado Paraíso Natural.
Los visitantes están maravillados. Al fondo se ve el ascensor.
Miss TEMPLETON
¡No puedo creerlo!... ¿Cómo dijo usted que se llamaba?
Mr. MAGNUS
Mr. Milton
Miss TEMPLETON
(La mira y sonríe). Oh!, Oh!... Of course!
Los otros ejecutivos, están igualmente fascinados. Alguno apunta el nombre en una libreta.
Todos quieren disponer de un paraíso semejante.
11- MONTAJE: OFICINA DE Mr. MILTON. SELVA. INT. EXT. DÍA.
(OFICINA)
Un febril ajetreo convulsiona a todos.
Los cuatro secretarios y secretarias de Mr. Milton atienden llamadas telefónicas.
Mr. Milton revisa unos papeles que le trae el contador.
SECRETARIA 1
(Anotando en una computadora). Mr. Yashimiro Yamamoto... sí Tokio... Por vía aérea, sí... Gracias...
(SELVA)
Un enorme árbol se desploma en la selva, con un ruido atronador.
(OFICINA)
SECRETARIA 1
Signore Marcello Constantini... No, señor, no demorará... Sí, está asegurado.
(SELVA)
Plano breve de un gran incendio en la selva.
(OFICINA)
SECRETARIA 2
Miss Peggy Templeton... Columbus Avenue... ¿Por recomendación de Mr. Magnus? Muy bien, muy bien... La próxima semana, a más tardar.
(SELVA)
Plano breve de grandes maquinarias arrasando con un sector de la selva.
(OFICINA)
Mr. Milton observa a otro empleado, que está frente a una gran computadora terminando
un gráfico que muestra el crecimiento de las ganancias.
(SELVA)
Tres grandes camiones de Natural Paradises Inc. transportan árboles enteros, jaulas con animales, etcétera, Panning los sigue y va descubriendo un paisaje de selva devastada.
12- OFICINA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
Mr. Magnus, entra en su oficina radiante y fresco como una lechuga. La expresión de sus secretarias es adusta. Mr. Magnus se sorprende.
Mr. MAGNUS
Buenos días... ¿Qué está pasando aquí?
SECRETARIA
(Sin ocultar su preocupación). Buenos días. Mr. Milton... Es que... el contrato de la Baines Steel Corporation... ¡Acaban de cancelarlo!...
Mr. MAGNUS
(Alarmado). ¡¿Cómo?!... ¿Ese negocio no lo llevaba Miss Templeton?... ¡Comuníqueme inmediatamente con ella!
SECRETARIA
(Insegura)... Bueno, es que... Miss Templeton... pensé que usted lo sabía, señor... Hace dos días que no viene... No aparece por ninguna parte...
Mr. MAGNUS
(No puede creer lo que oye). ¡¿De qué rayos me está usted hablando?!... ¡Comuníqueme con Mr. Kovalski!...
La secretaria comienza a discar el teléfono, mientras Mr. Magnus entra en su despacho. Suena un teléfono de su buró y lo descuelga violentamente.
Mr. MAGNUS
¡¡Kovalski!!... ¿Dónde diablos se ha metido la estúpida de Miss Templeton?...
Su indignación va subiendo mientras escucha. La secretaria le trae unas pastillas y un vaso de agua. Mr. Magnus le da un manotazo a la bandeja.
Mr. MAGNUS
(Continúa). Pero... ¡¿Usted sabe a cuánto ascendía el contrato de la Baines Steel?!... (Explotando). ¡¿Qué no... qué no era tanto?!...
¡¡¿Setenta y cinco millones de dólares no le parece mucho dinero, Mr. Kovalski?!!
13- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
En el salón de la residencia de Mr. Magnus, su gorda y enjoyada esposa celebra un party muy elegante. Mr. Magnus irrumpe como un toro. Su esposa se le acerca sonriente con una copa de martini en las manos.
ESPOSA
Querido, te quería presentar a...
Mr. Magnus mira con desprecio el martini y sigue de largo.
Mr. MAGNUS
¡¡Se pueden ir todos a tomar por el culo!!
La esposa de Mr. Magnus y los invitados se quedan paralizados.
Mr. Magnus, entra atropelladamente en el ascensor que da acceso a su paraíso.
14- SÓTANO DE Mr. MAGNUS (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Mr. Magnus sale del ascensor. Automáticamente se coloca sus espejuelos oscuros. Ya en su paraíso respira con satisfacción, se relaja, se extasía. Comienza a recorrerlo. Es inmenso, idílico.
Magnus se zafa el nudo de la corbata. Quiere saturarse de su ambiente benéfico. Se quita los espejuelos. La luz lo deslumbra, pero es agradable.
De pronto, ve algo que lo asombra: un gran árbol, en el que está enroscada una serpiente y junto al árbol, una bellísima india desnuda. La mujer tiene en sus manos un extraño fruto tropical, que le ofrece con paradisiaca sonrisa. Entre temeroso y fascinado, Mr. Magnus avanza hacia la mujer.
GPPS de la india: ojos, boca carnosa, pezones, ombligo, pubis...
PP de Mr. Magnus. Su expresión es cada vez más beatífica.
PP de la serpiente.
Mr. Magnus comienza a desnudarse. Se le cae la billetera. La india la recoge y se divierte con el acordeón de tarjetas de crédito. Mr. Magnus coge la billetera y la tira displicentemente a sus espaldas.
La india parte la fruta con las manos y le ofrece un pedazo deliciosamente obsceno. El hombre prueba la fruta y comienza a caer en éxtasis.
PP de ambos, frente a frente, y de perfil a la cámara. Comienza un viento a despeinarlos. El fondo se desplaza vertiginosamente.
PP de Mr. Magnus de frente a la cámara. Este se deja arrastrar por la felicidad plena. El viento y la música van in crescendo. Pero el rostro de Mr. Magnus comienza a descomponerse en una mueca, como de quien sufre vértigo. Ha pasado, en breve lapso, de la felicidad al miedo. De pronto, escupe el pedazo de fruta que estaba saboreando y lanza un alarido salvaje.
La música y el viento cesan abruptamente.
PG: Mr. Magnus empuja a la india, que rueda por el suelo. Mr. Magnus, atropelladamente, recoge sus ropas y sus tarjetas de crédito y sale corriendo de cuadro.
La india se incorpora. PPS de la india y la serpiente que se miran defraudadas.
15- CASA DE Mr. MAGNUS. INT. DÍA.
Salón de la casa. El party continúa.
Mr. Magnus, completamente desnudo, con sus ropas en las manos, atraviesa el salón. Los invitados y la esposa de Mr. Magnus se miran sorprendidos.
En el baño, Mr. Magnus se lava las manos y los dientes. Se aplica un spray en la boca.
16- OFICINA DE Mr. MAGNUS. SALÓN DE CONFERENCIAS. INT. DÍA.
Mr. Magnus, con actitud grave, está sentado a la cabecera de la gran mesa.
Los ejecutivos van entrando. Algunos vienen desaliñados, con barbas de tres días, sin saco, tostados por el sol. Mr. Kovalski entra en short y con un papagayo al hombro. En su rostro observamos la displicencia y la sonrisa semi-idiota de los drogados. A Miss Templeton, con su vestido sastre de ejecutiva mal abotonado, con el pelo suelto y mojado, y comiéndose un fruto idéntico al que la encantadora india ofreciera a Mr. Magnus, la traen casi arrastrada dos guardias de seguridad interior.
La secretaria entra con una caja de cartón en las manos.
SECRETARIA
(Grave, a Mr. Magnus). Mr. Twain no ha podido ser localizado... La esposa habla de una cascada, de un golpe contra las rocas... Y en cuanto a Mr. Thompson... parece que fue demasiado lejos...
La secretaria saca una cabeza reducida de la caja, ahoga un sollozo y sale corriendo del salón.
Después de un breve e intenso silencio, Mr. Magnus comienza a hablar.
Mr. MAGNUS
(Patriarcal)... Ayer yo también estuve a punto de sucumbir... (su rostro se transfigura). Conocí el abismo... el más terrible de todos: el abismo de la felicidad... Y sentí miedo porque comprendí que la felicidad no es todo... (Recorre a todos con la mirada).
Menos la Templeton y Kovalski, todos escuchan con gravedad las palabras de Mr. Magnus.
La Templeton, con expresión libidinosa come su fruto manchándose el vestido. Ella mira a Kovalsky y este le devuelve la mirada.
Mr. MAGNUS
(Continúa impertérrito). Nosotros no estamos para flotar en las nubes... ¡Nosotros sostenemos el mundo!... Si nos dejamos arrastrar a una naturalidad sin límites, ¿quién va a llevar a cabo nuestra misión en este mundo?... ¡No se conquista el mundo flotando en las nubes!
Los ejecutivos se sobrecogen. Todos menos la Templeton y Kovalsky, que terminan de devorar salvajemente el fruto y comienzan a desnudarse, el uno al otro, mientras ruedan al suelo y se pierden bajo la mesa gimiendo y restregándose.
Uno de los ejecutivos no sabe, si mirar a Mr. Magnus o mirar debajo de la mesa.
Mr. MAGNUS
¿No se los decía? Señores: ha llegado el momento de tomar una determinación. Como dijera el Presidente Truman en ocasión memorable: «Hágase Su voluntad!».
17- SÓTANO DE MISS. TEMPLETON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Miss. Templeton está semidesnuda con las piernas metidas en el río. Junto a ella un chimpacé.
El chimpancé y Miss. Templeton se despulgan mutuamente.
Mr. Magnus y un grupo de hombres, que llevan casco y mono amarillo con un rótulo en la espalda: Strangers in Paradise, irrumpen brutalmente.
Dos de los hombres arrastran a Ms. Templeton hacia el ascensor mientras otros, con lanzallamas, incendian el paraíso.
18- SÓTANO DE Mr. KOVALSKI (SELVA-PARAÍSO).
Kovalski está a la sombra de un árbol recostado sobre mullidos cojines y rodeado por tres hermosas indias que lo acarician, le dan de beber alguna bebida especial, lo abanican...
De pronto, ve llegar a los Strangers... Las indias huyen y se internan en la selva.
Kovalski es atrapado y otros hacen funcionar los lanzallamas.
19- CALLE DE MANHATTAN. EXT. DÍA.
De una alcantarilla de la calle sale humo.
Un grupo de pordioseros se acercan y se calientan.
20- OFICINA. Mr. MILTON. ASCENSOR PRINCIPAL. EXT. DÍA.
Mr. Magnus, Miss Templeton, Mr. Kovalski y los otros ejecutivos, hacinados en un elevador. (Este plano puede ser idéntico al de la secuencia 2).
Miss Templeton y Mr. Kovalski están en franca recuperación. Su expresión es de personas resueltas a llevar adelante una encomienda.
La puerta al ascensor se abre, y salen a un vestíbulo, que da a la puerta de otro ascensor del que parten en ese momento, varios Strangers in Paradise armados con hachas y lanzallamas.
Un empleado los ve y corre hacia las oficinas de Mr. Milton.
Los otros lo persiguen por el pasillo.
21- OFICINA. Mr. MILTON. DESPACHO. PASILLO. ASCENSOR. INT. DÍA.
En su despacho, Mr. Milton le dice a la secretaria que no los deje pasar, que les diga que él no se encuentra.
Pero, evidentemente, no hay quien detenga a los airados ejecutivos y magnates. Empiezan a golpear la puerta del despacho, cada vez, con mayor insistencia y con mayor fuerza.
Están a punto de derribarla. Mr. Milton huye por otra puerta hacia el ascensor que lleva al sótano (paraíso).
Los del grupo de Mr. Magnus logran derribar la puerta del despacho, lo atraviesan, salen por la otra puerta y al final del pasillo, llegan al ascensor. Pero ya Mr. Milton está llegando al sótano.
22- SÓTANO DE Mr. MILTON (SELVA-PARAÍSO). EXT. DÍA.
Mr. Milton llega abajo, y apenas da unos pasos, para internarse en su paraíso, siente, a sus espaldas, que el ascensor comienza a subir. Mr. Milton no sabe cómo detenerlo. Oprime el botón de llamada, pero es inútil. Ve cómo el elevador se detiene en el piso de su oficina y cómo, de pronto, comienza a descender. Mr. Milton agarra una gran piedra y logra destruir el mecanismo de cierre de la puerta. El elevador se detiene.
23- ASCENSOR. SÓTANO. Mr. MILTON. INT. DÍA.
Mr. Magnus y los ejecutivos quedan trabados, a mitad de camino, dentro del ascensor. (Este plano —semejante a los de las secuencias 2 y 19— puede intercalarse, más de una vez, en la siguiente secuencia).
24- SÓTANO. Mr. MILTON (SELVA-PARAÍSO). INT. DÍA.
Mr. Milton se interna en la selva. Poco a poco, comienza a escuchar extraños ruidos. Pueden ser animales salvajes. Pueden ser también los espíritus de la selva, los que invocó el viejo pajé.
Mr. Milton comienza a sentir temor. Siente el ruido sobrecogedor de un árbol gigantesco que se abate a lo lejos. Nubes de pájaros alzan el vuelo, chillando.
Mr. Milton avanza unos pasos y tropieza con el collar sagrado del pajé, el mismo que él apartó de una patada al final de la secuencia 6. Mr. Milton retrocede asustado. Detrás de él se produce otro ruido: casi encima de su cabeza se oye el fragor de otro árbol gigantesco que viene cayendo y amenaza con aplastarlo... el árbol cae a sus espaldas y Mr. Milton comienza a correr, presa del pánico.
Comienza a ver cosas que le llaman la atención: árboles caídos, señales de destrucción, devastación, tocones, pájaros y animales muertos. Sigue avanzando, primero sorprendido y poco a poco, cada vez más aterrado.
La selva se va transformando en un desierto. El sol brilla arriba, abrasador. La tierra está cuarteada por la sequía... Aquí y allá, el esqueleto de una vaca, un televisor roto, la walkman de João o Bicho. Más allá, una bulldozer abandonada en medio de la destrucción. Mr. Milton suda, se siente abrumado, tiene sed... no sabe hacia dónde dirigirse porque está desorientado.
El sol en medio del cielo.
Mr. Milton, percibe a lo lejos una figura humana que se destaca contra el fondo uniforme del desierto. Se acerca. Es João, que está sufriendo la misma suerte. Ambos se pelean por unas gotas de agua, en la cantimplora que lleva João y que, de pronto, cae al suelo. El agua se derrama en la tierra reseca.
Mr. Milton y João se miran. Echan andar, casi arrastrando los pies. La llanura reseca se extiende ante ellos, como un enorme desierto. Aislados tocones indican, que allí hubo árboles alguna vez.
El desierto es infinito.
Descriptor(es)
1. CINE CUBANO
2. GUION CINEMATOGRAFICO