FICHA ANALÍTICA

Las sutiles trampas de Ambrosio Fornet
Zamora Montes, Alejandro

Título: Las sutiles trampas de Ambrosio Fornet

Autor(es): Alejandro Zamora Montes

Fuente: Revista Digital fnCl

Lugar de publicación: La Habana

Año: 1

Número: 1

Mes: Noviembre

Año de publicación: 2009

Con la lectura de Las trampas del oficio (apuntes sobre cine y sociedad), de Ambrosio Fornet (Veguitas de Bayamo, 1932), se hace palpable una vez más, el profundo conocimiento del autor en materia de cine y literatura. Es bien sabida su militancia en el cine post-1959 desde los inicios, que junto a Edmundo Desnoes y otros colaboradores, idearon el plan conspirativo de la mítica colección Cocuyo, y también su obtención de La Placa José María Heredia, en Santiago de Cuba, en el ámbito de los 400 años de la literatura cubana.

La estrategia de concebir el libro desde dos perspectivas: El cine como experiencia colectiva, y el cine como experiencia personal mediante testimonios y críticas, refuerza la idea de que el cine, además de ser arte, es concebido como un medio masivo de comunicación para la sociedad. El empleo de imágenes, sonidos y silencios subyuga aún, independientemente de los avances tecnológicos actuales, quizá por el hechizo de la emulación fílmica del movimiento, que al fin y al cabo es traducido como vida, continuidad.

Con un comienzo repleto de datos interesantes, Fornet nos adentra en un recorrido histórico sobre el cine en Cuba, donde el primer filme de un minuto de duración (Simulacro de incendio), elaborado en la lejana fecha de 1897, contenía matices políticos, el posible primer caso de pishing* debido a la fabricación de un documental sobre una batalla naval en Santiago de Cuba, supuestamente filmado en la isla, siendo en realidad creado en un estudio neoyorquino improvisado, (Luchando con nuestros muchachos en Cuba), hasta las disputas antagónicas entre criollos y gallegos por la proyección de filmes que ya venían proyectando temas patrióticos e ideológicos.

Sin embargo, surge la interrogante: si para los jóvenes, el aprendizaje de la cinelitura (la palabrita es del propio Ambrosio), sea tarea difícil, así como las posibles igualdades entre el lenguaje fílmico y literario, puesto que el guión constituye la base literaria para cualquier producción fílmica. Como bien menciona Fornet: "El estudiante no sabe exactamente lo que es un guión pero sabe, como una verdad revelada, que el cine es imagen. De manera que el maestro o el coordinador debe tener, además de capacidad profesional, la habilidad o la astucia necesaria para transmitirle al estudiante la convicción de que es un cineasta, sí, pero perteneciente a una tradición que se remonta a Scherezada y los trágicos griegos, al Popol-Vuh y El Periquito Sarniento, a modos de actividad mental y social sin los cuales no habría cuentos, ni mitos, ni personajes dramáticos, ni películas…"

De ahí que el libro esté conformado de manera que resulte un flash back histórico y un flash forward educativo. Como bien dijera el escritor José Lezama Lima: ¨Para mi, como para cualquier escritor, el cine constituye la posibilidad de ampliar el horizonte de la obra creadora¨. Creo fielmente que Fornet logra ese propósito. No es secreto que el arte de hacer guiones es complicado. A mi entender, constituye uno de los pilares para cualquier filme que se respete, independientemente de la sapiencia y genialidad del director y/o los actores. En Estados Unidos, específicamente en la Universidad de Columbia, Nueva York, desde 1915 se imparte como asignatura (según algunos estudios, guiones mayormente pragmáticos y menos culturalistas, a diferencia de Europa) Aunque la tendencia general para muchos sea que, un guión bueno deba contener la invención de aventuras o peripecias, los múltiples lenguajes y formas de diálogo (para cine, en este caso), suelen ser muy variados y polémicos.

Ambrosio aborda con sapiencia pedagógica temas como: adaptación cinematográfica, cine, comunicación, ideología,  y repasa a personalidades de la talla de Titón (Fresa y Chocolate, Los sobrevivientes), Julio García Espinosa (El Mégano, La inútil muerte de mi socio manolo), Humberto Solás (Lucía, Miel para Oshún, Barrio Cuba), así como un bien pensado epílogo para aficionados y curiosos. El autor de libros como: A un paso del diluvio, En tres y dos, El libro en Cuba; siglos XVIII y XIX, entre otros; es una voz indiscutible y una suerte de ¨manitas¨ intelectual (profesor, director, asesor, editor) de este poderoso medio de comunicación y expresión cultural.


*Estafa. Está contemplado dentro de la amplia gama de delitos informáticos.