FICHA ANALÍTICA
El declive de un imperio
González Nieto, Luis Alberto (1964 - )
Título: El declive de un imperio
Autor(es): Luis Alberto González Nieto
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 13
Año de publicación: 2009
La decadencia del imperio hollywoodense, de Hervé Fischer, fue traducido, diseñado y editado por Ediciones ICAIC, y su impresión estuvo a cargo de la distribuidora Amazonia Films, de Venezuela. Esta coedición que presentamos, como parte de las actividades del Sector industria del 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, es fruto del Convenio Integral de Cooperación entre la República Bolivariana de Venezuela y la República de Cuba, con la colaboración de VLB Ediciones.
Pero… ¿quién es el señor Hervé Fischer?
Pudiera parecer que es un tecnólogo converso de la industria norteamericana de cine, hastiado de su dramaturgia férrea e inamovible, de sus vedettes y héroes artificiales y que ha decidido romper lanzas contra ella. Pues no, el amigo Fischer no es eso. Es varias cosas al mismo tiempo, como muchos conocen.
En las primeras páginas de su texto La decadencia del imperio hollywoodense, adelanta sus tesis francamente. Las aceptarás y continuarás su lectura, que va tornándose cautivadora, o renuncias por no compartirlas.
Le cito:
La falta de ética, si la hay, no está en pronunciar un elogio fúnebre con cierta anticipación. Está del lado de un cartel hollywoodense de especuladores, que ejerce una hegemonía mundial cínica cuando explota el cine en detrimento de su potencial creativo y de la diversidad de culturas. Y junto con la crónica del desplome anunciado de Hollywood, quizás veamos apuntar en el horizonte también el desmoronamiento del imperialismo norteamericano.
Más adelante cuestiona:
¿Cómo no denunciar el imperialismo de una industria del entretenimiento formateado por vulgares formas de mercadeo […] que tiende a darle la vuelta al planeta como si fuera una aplanadora destruyendo la diversidad del cine, que construye sus ganancias aplastando la riqueza de ese arte, y mata con desenfado los cines independientes?
Y casi inmediatamente inquiere si existen dudas de que el surgimiento del cine digital –no solo su producción y posproducción, sino y sobre todo por su distribución–, está quebrando ya ese vasto imperio y proclama: «El digital será el Caballo de Troya de la fortaleza hollywoodense.»
El día antes de la inauguración de este evento –el 1 de diciembre– el recién electo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al presentar al equipo que se encargará de la política exterior, anunciaba la sospechosa frase «[…] los valores de los Estados Unidos son lo más grande que este país puede exportar al mundo».
Estimado colega Fischer, ya pudieras ser entonces un personaje peligroso para esa política, si continúas ese camino.
Pero, Hervé Fischer es un artista y un filósofo, nacido en París, en 1941, y considerado padre de la multimedia en Quebec. Doctorado en Sociología del color en esa Universidad de Montreal. Profesor durante muchos años de Sociología de la cultura y la comunicación en La Sorbona y profesor de la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas de París. Fue artista invitado al pabellón francés en la Bienal de Venecia, en 1976; e invitado especial de la Bienal de Sao Paulo, en 1980. Ha realizado exposiciones personales en importantes museos y galerías de Montreal, México, Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile, entre otras.
En 1988, obtuvo el primer premio Música-Video en la Competencia Internacional de Animación por Computadora de la National Computer Graphics Association, de Estados Unidos, con el cortometraje de animación en 3D, El canto de las estrellas. En 1998, obtuvo el premio Leonardo (MIT Press, Estados Unidos). Ha publicado varios libros y numerosos artículos sobre la relación del arte y las comunicaciones, entre los que están Arte y comunicación marginal, El choque digital –publicado en Cuba por la Editorial Científico Técnica en el año 2004–, El romanticismo numérico, El planeta hiper y Los desafíos del cibermundo.
Considerado por Le Monde como «agitador de ideas interactivas», fundó en 1993 el Mercado Internacional de la Multimedia y, en 1998, la Federación Internacional de Asociaciones de la Multimedia. Con veinticinco años de experiencia en la técnica digital, realizó su primera propuesta pública en soporte digital en 1982 con la novela francófona Las nuevas aventuras de Marco Polo, producción multimedia en colaboración con Umberto Eco e Ítalo Calvino. Actualmente es profesor asociado y director-fundador del Observatorio Internacional de lo Numérico, con sede en Montreal.
La decadencia del imperio hollywoodense es un libro muy oportuno, escrito en 2004 y actualizado en 2007, para la edición cubano-venezolana. Con agudeza y síntesis, como resultado de larga observación y profundos análisis de su autor, describe acuciosamente la historia de lo que llama la transmutación de Hollywood: en lo que él llama simbólicamente el bosque sagrado –Holy Wood–, fríamente calculado y construido a partir de echar mano a las más eficaces herramientas de la competencia capitalista: la concentración de la riqueza y las empresas, la creación de verdaderos clanes o carteles para conseguir el monopolio, la extensión del alcance desde la producción hasta la distribución, pues para producir con «beneficios» es necesario copar todos los nichos del mercado, entre otros artilugios.
Su autor disecciona las formas que ha empleado Hollywood para cimentar el «Holly World», cual bosque impenetrable para asegurarse el dominio imperial, utilizando reglas de mercadeo como la búsqueda del universalismo en sus temáticas, los previos estudios de mercados para asegurar los éxitos de taquilla, las versiones sucesivas, la articulación de reglas de distribución gradual por ventanas, los llamados filmes-acontecimientos provenientes de los conglomerados, el sistema de contratación de compras a ciegas, el impulso del sistema de estrellas, de los premios Oscar, de la distribución en costosas y pesadas bobinas de 35 mm y el reparto del mundo en zonas de distribución.
La decadencia del imperio hollywoodense nos invita a explorar acerca de los nuevos actores de la distribución digital y las características de la guerra tecnológica que ya ha estallado entre oligopolios productores de tecnología para nuevas formas de consumo. Al propio tiempo, identifica las tácticas de los tradicionales carteles para diabolizar el universo digital que estremece la tradicional forma de explotar el mercado de las imágenes en movimiento, presentándose como los paladines del derecho de los autores, ejemplos de lucha contra la piratería y las hipócritas políticas que exigen elevadísimos y caros estándares de calidad de exhibición.
En La decadencia del imperio hollywoodense se habla de una alternativa descolonizadora, subversiva, para comprender los fenómenos inexorables de transformación tecnológica, económica y estética que se producen en la evolución de la industria cinematográfica y su ingreso en la era digital; al tiempo que su autor relaciona ejemplos de la distribución alternativa, de la gestación de un pensamiento y el surgimiento de eventos que los promueven.
Fischer no cree en la digitalización a ultranza, esa en la que pareciera que las nuevas máquinas de cómputo y medios de comunicación global penetran hasta casi la totalidad de nuestros instantes de vida, en nuestras acciones más ilustradas o pedestres, en la que el exceso de información y su sobreconsumo, termina por devorar el propio acceso al conocimiento y a la cultura. Desde su mirada complejizadora alerta sobre el mito de la convergencia digital y la confusión económica y estética que ello entraña.
Fischer revela su creencia en que la utilización de las tecnologías permita la diversidad cultural, el cine de autor, el regreso del cine documental y del cine comprometido, la libertad de acceder a la producción y distribución del cine de todas partes del mundo y los cines independientes. Analiza las señales de que el futuro del cine digital ya es presente, jalonado por la distribución digital y la imposición de una nueva estética, la economía de recursos y las esperanzas de democratización del acceso que propone. Fischer es un humanista que ha creado otro texto de valor extraordinario.
La decadencia del imperio hollywoodense se me antoja un homenaje al maestro Humberto Solás, siempre presente, creador del movimiento del cine pobre, quien también compartía estos conceptos y quedaron registrados en este texto.
La aventura del cine digital es cierto que pudiera generar democratización del acceso, apoyada desde acertadas políticas culturales. Eliminar la brecha digital y el drenaje financiero y de talentos de sur a norte, en un nuevo orden mundial, haría realidad la utopía.
Presentación del libro La decadencia del imperio hollywoodense, deHervé Fischer, en el30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Hotel Nacional, 9 de diciembre de 2008.
Descriptor(es)
1. HOLLYWOOD
2. INDUSTRIA CINEMATOGRAFICA
3. PRESENTACIÓN DE LIBRO
4. PRODUCCION Y REALIZACION
Título: El declive de un imperio
Autor(es): Luis Alberto González Nieto
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 13
Año de publicación: 2009
La decadencia del imperio hollywoodense, de Hervé Fischer, fue traducido, diseñado y editado por Ediciones ICAIC, y su impresión estuvo a cargo de la distribuidora Amazonia Films, de Venezuela. Esta coedición que presentamos, como parte de las actividades del Sector industria del 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, es fruto del Convenio Integral de Cooperación entre la República Bolivariana de Venezuela y la República de Cuba, con la colaboración de VLB Ediciones.
Pero… ¿quién es el señor Hervé Fischer?
Pudiera parecer que es un tecnólogo converso de la industria norteamericana de cine, hastiado de su dramaturgia férrea e inamovible, de sus vedettes y héroes artificiales y que ha decidido romper lanzas contra ella. Pues no, el amigo Fischer no es eso. Es varias cosas al mismo tiempo, como muchos conocen.
En las primeras páginas de su texto La decadencia del imperio hollywoodense, adelanta sus tesis francamente. Las aceptarás y continuarás su lectura, que va tornándose cautivadora, o renuncias por no compartirlas.
Le cito:
La falta de ética, si la hay, no está en pronunciar un elogio fúnebre con cierta anticipación. Está del lado de un cartel hollywoodense de especuladores, que ejerce una hegemonía mundial cínica cuando explota el cine en detrimento de su potencial creativo y de la diversidad de culturas. Y junto con la crónica del desplome anunciado de Hollywood, quizás veamos apuntar en el horizonte también el desmoronamiento del imperialismo norteamericano.
Más adelante cuestiona:
¿Cómo no denunciar el imperialismo de una industria del entretenimiento formateado por vulgares formas de mercadeo […] que tiende a darle la vuelta al planeta como si fuera una aplanadora destruyendo la diversidad del cine, que construye sus ganancias aplastando la riqueza de ese arte, y mata con desenfado los cines independientes?
Y casi inmediatamente inquiere si existen dudas de que el surgimiento del cine digital –no solo su producción y posproducción, sino y sobre todo por su distribución–, está quebrando ya ese vasto imperio y proclama: «El digital será el Caballo de Troya de la fortaleza hollywoodense.»
El día antes de la inauguración de este evento –el 1 de diciembre– el recién electo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al presentar al equipo que se encargará de la política exterior, anunciaba la sospechosa frase «[…] los valores de los Estados Unidos son lo más grande que este país puede exportar al mundo».
Estimado colega Fischer, ya pudieras ser entonces un personaje peligroso para esa política, si continúas ese camino.
Pero, Hervé Fischer es un artista y un filósofo, nacido en París, en 1941, y considerado padre de la multimedia en Quebec. Doctorado en Sociología del color en esa Universidad de Montreal. Profesor durante muchos años de Sociología de la cultura y la comunicación en La Sorbona y profesor de la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas de París. Fue artista invitado al pabellón francés en la Bienal de Venecia, en 1976; e invitado especial de la Bienal de Sao Paulo, en 1980. Ha realizado exposiciones personales en importantes museos y galerías de Montreal, México, Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile, entre otras.
En 1988, obtuvo el primer premio Música-Video en la Competencia Internacional de Animación por Computadora de la National Computer Graphics Association, de Estados Unidos, con el cortometraje de animación en 3D, El canto de las estrellas. En 1998, obtuvo el premio Leonardo (MIT Press, Estados Unidos). Ha publicado varios libros y numerosos artículos sobre la relación del arte y las comunicaciones, entre los que están Arte y comunicación marginal, El choque digital –publicado en Cuba por la Editorial Científico Técnica en el año 2004–, El romanticismo numérico, El planeta hiper y Los desafíos del cibermundo.
Considerado por Le Monde como «agitador de ideas interactivas», fundó en 1993 el Mercado Internacional de la Multimedia y, en 1998, la Federación Internacional de Asociaciones de la Multimedia. Con veinticinco años de experiencia en la técnica digital, realizó su primera propuesta pública en soporte digital en 1982 con la novela francófona Las nuevas aventuras de Marco Polo, producción multimedia en colaboración con Umberto Eco e Ítalo Calvino. Actualmente es profesor asociado y director-fundador del Observatorio Internacional de lo Numérico, con sede en Montreal.
La decadencia del imperio hollywoodense es un libro muy oportuno, escrito en 2004 y actualizado en 2007, para la edición cubano-venezolana. Con agudeza y síntesis, como resultado de larga observación y profundos análisis de su autor, describe acuciosamente la historia de lo que llama la transmutación de Hollywood: en lo que él llama simbólicamente el bosque sagrado –Holy Wood–, fríamente calculado y construido a partir de echar mano a las más eficaces herramientas de la competencia capitalista: la concentración de la riqueza y las empresas, la creación de verdaderos clanes o carteles para conseguir el monopolio, la extensión del alcance desde la producción hasta la distribución, pues para producir con «beneficios» es necesario copar todos los nichos del mercado, entre otros artilugios.
Su autor disecciona las formas que ha empleado Hollywood para cimentar el «Holly World», cual bosque impenetrable para asegurarse el dominio imperial, utilizando reglas de mercadeo como la búsqueda del universalismo en sus temáticas, los previos estudios de mercados para asegurar los éxitos de taquilla, las versiones sucesivas, la articulación de reglas de distribución gradual por ventanas, los llamados filmes-acontecimientos provenientes de los conglomerados, el sistema de contratación de compras a ciegas, el impulso del sistema de estrellas, de los premios Oscar, de la distribución en costosas y pesadas bobinas de 35 mm y el reparto del mundo en zonas de distribución.
La decadencia del imperio hollywoodense nos invita a explorar acerca de los nuevos actores de la distribución digital y las características de la guerra tecnológica que ya ha estallado entre oligopolios productores de tecnología para nuevas formas de consumo. Al propio tiempo, identifica las tácticas de los tradicionales carteles para diabolizar el universo digital que estremece la tradicional forma de explotar el mercado de las imágenes en movimiento, presentándose como los paladines del derecho de los autores, ejemplos de lucha contra la piratería y las hipócritas políticas que exigen elevadísimos y caros estándares de calidad de exhibición.
En La decadencia del imperio hollywoodense se habla de una alternativa descolonizadora, subversiva, para comprender los fenómenos inexorables de transformación tecnológica, económica y estética que se producen en la evolución de la industria cinematográfica y su ingreso en la era digital; al tiempo que su autor relaciona ejemplos de la distribución alternativa, de la gestación de un pensamiento y el surgimiento de eventos que los promueven.
Fischer no cree en la digitalización a ultranza, esa en la que pareciera que las nuevas máquinas de cómputo y medios de comunicación global penetran hasta casi la totalidad de nuestros instantes de vida, en nuestras acciones más ilustradas o pedestres, en la que el exceso de información y su sobreconsumo, termina por devorar el propio acceso al conocimiento y a la cultura. Desde su mirada complejizadora alerta sobre el mito de la convergencia digital y la confusión económica y estética que ello entraña.
Fischer revela su creencia en que la utilización de las tecnologías permita la diversidad cultural, el cine de autor, el regreso del cine documental y del cine comprometido, la libertad de acceder a la producción y distribución del cine de todas partes del mundo y los cines independientes. Analiza las señales de que el futuro del cine digital ya es presente, jalonado por la distribución digital y la imposición de una nueva estética, la economía de recursos y las esperanzas de democratización del acceso que propone. Fischer es un humanista que ha creado otro texto de valor extraordinario.
La decadencia del imperio hollywoodense se me antoja un homenaje al maestro Humberto Solás, siempre presente, creador del movimiento del cine pobre, quien también compartía estos conceptos y quedaron registrados en este texto.
La aventura del cine digital es cierto que pudiera generar democratización del acceso, apoyada desde acertadas políticas culturales. Eliminar la brecha digital y el drenaje financiero y de talentos de sur a norte, en un nuevo orden mundial, haría realidad la utopía.
Presentación del libro La decadencia del imperio hollywoodense, deHervé Fischer, en el30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Hotel Nacional, 9 de diciembre de 2008.
Descriptor(es)
1. HOLLYWOOD
2. INDUSTRIA CINEMATOGRAFICA
3. PRESENTACIÓN DE LIBRO
4. PRODUCCION Y REALIZACION
Web: http://www.cubacine.cult.cu/sitios/revistacinecubano/digital13/cap04.htm