tesis

La última década del cine chileno: inevitable independiente
Montero Muñoz, Loreto
Título: La última década del cine chileno: inevitable independiente

Autor(es): Loreto Montero Muñoz, Francisca Valdebenito Fica

Publicación: Santiago de Chile : Universidad de Chile, 2012

Idioma: Español

Tesis presentada para optar al Título de Periodista. Cuando nos planteamos hacer una investigación sobre el cine nacional, la idea de centrarnos en la última década apareció más por motivos prácticos que teóricos. Primero, porque la demarcación temporal de los diez años conlleva inevitablemente, el inicio y el fin de diversos procesos históricos que, de una u otra manera, afectan también al cine. Segundo, porque era la década que por experiencia de vida nos era más cercana. Tercero, porque analizar diez años de la historia cinematográfica nacional era lo máximo a lo que podíamos aspirar, considerando el tiempo que exigen las formalidades académicas para una memoria de título. Y cuarto, porque ya existían otros textos que se enfocaban en el cine chileno de décadas pasadas. Pero a medida que fuimos introduciéndonos en el tema, comprobamos que efectivamente el cine chileno realizado en este último decenio tenía diferencias evidentes con el de décadas anteriores. Al mismo tiempo, nos dimos cuenta de que estos cambios eran impulsados principalmente por los nuevos realizadores. Con esta apreciación, no pretendíamos menospreciar la obra de los cineastas consagrados, pues entendemos que forman parte fundamental del cuerpo cinematográfico actual. Sin embargo, es necesario reconocer que son justamente los realizadores noveles los que han logrado dar el salto cualitativo y cuantitativo respecto al cine que se venía haciendo en los ’90, no solo a nivel de temáticas, sino también de estéticas. Y lo que es aún más admirable: lo han hecho en el marco de una cultura audiovisual cada vez más demandante. Actualmente, la industria de los contenidos audiovisuales mueve enormes sumas de dinero alrededor del mundo. Solo durante el año 2000, el mercado de las comunicaciones alcanzó la cifra de 1.212 millones de dólares, de los cuales el 17 por ciento correspondieron al sector audiovisual (Trejo,2009: 31). Los canales de televisión, los medios de Internet, los operadores de cable, las productoras cinematográficas, son algunas de las piezas que hacen funcionar este engranaje. Sin embargo, el caso del cine de ficción es particularmente especial porque, además de responder a las reglas del mercado, debe responder a ciertos estándares artísticos que no siempre coinciden con las primeras. Al cine se le exige alcanzar ciertos parámetros estéticos que, por ejemplo, no se le piden a la televisión. A través de los diversos códigos de la narrativa audiovisual, el cine cumple la función de construir los imaginarios de la sociedad. Va más allá de la inmediatez de la imagen televisiva porque es una experiencia que requiere tiempo, dedicación y, en muchos casos, constituye un proceso mental mucho más complejo que saca al individuo de la cotidianeidad desde su casa a la sala de cine. En el mercado actual, un país que tiene una industria cinematográfica desarrollada, es un país que existe, no solo comercialmente, sino también simbólicamente. Las películas representan y crean imágenes sobre lugares, personajes, situaciones y sensaciones. Contar con una industria cinematográfica es, por lo tanto, fundamental si se busca promover ciertas ideas, fomentar la industria de la entretención o, lo más importante, si queremos generar una conciencia colectiva. El cine de un país es una especie de espejo que si bien no refleja la realidad, sí nos muestra posibles caminos para intervenirla. En el caso de Chile, existe una amplia trayectoria cinematográfica que data desde las primeras experimentaciones en celuloide del siglo XX, pasando por el cine mudo, el “nuevo cine chileno” de los ‘60, hasta llegar al cine de la transición.

Ubicación: 236T

Web: repositorio.uchile.cl/handle/2250/134714

Descriptor(es)
1. CINE CHILENO
2. TESIS