FICHA ANALÍTICA
Santiago, la Capital del Documental.
Ferrera Vaillant, Juan Ramón
Título: Santiago, la Capital del Documental.
Autor(es): Juan Ramón Ferrera Vaillant, Alain de la Vega Díaz
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 6
Año de publicación: 2007
Santiago, la Capital del Documental.
Descriptor(es)
1. EVENTOS
2. FESTIVAL DE CINE
3. FESTIVAL INTERNACIONAL DE DOCUMENTALES SANTIAGO ALVAREZ IN MEMORIAM, SANTIAGO DE CUBA, CUBA
4. FESTIVALES CINEMATOGRAFICOS
Título: Santiago, la Capital del Documental.
Autor(es): Juan Ramón Ferrera Vaillant, Alain de la Vega Díaz
Fuente: Revista Cine Cubano On Line
Número: 6
Año de publicación: 2007
Santiago, la Capital del Documental.
La octava edición del Festival Internacional de documentales Santiago Álvarez In Memoriam, se celebró con todo éxito en la ciudad de Santiago de Cuba, del 7 al 12 de marzo de 2007. Nuevamente, llegaron a la capital santiaguera, viejos y nuevos creadores interesados en competir. Se presentaron veintiocho obras a concurso, procedentes de diez países, con gran diversidad de temáticas, estéticas y estilísticas. Además, tuvo lugar una muestra paralela informativa con unos cuarenta títulos. El Festival celebró los veinte años de la Escuela Internacional de Cine y Televisión, con la exhibición de una antología con obras de algunos de sus estudiantes.
Esta cita sirvió para recordar nuevamente la obra del documentalista cubano Santiago Álvarez, y dedicó espacios significativos al trabajo que en ese campo realiza Argentina. El certamen rindió un merecido homenaje a un realizador de ese país, Fernando «Pino» Solanas, a quien la Asamblea Municipal del Poder Popular otorgó el reconocimiento de Visitante Distinguido de la Ciudad. A este cineasta también se le ofreció una gala como homenaje en el Centro Cultural Cinematográfico Cuba.
CON LA ÉPICA A CUESTAS
En la mañana del 8 de marzo, como parte de las sesiones teóricas del más relevante evento del cine documental en Cuba, tuvo lugar un memorable encuentro con ese emblemático realizador del Nuevo Cine Latinoamericano que es Solanas, quien disertó acerca del impacto de la globalización en la cultura audiovisual contemporánea. Se refirió, con énfasis, a la importancia que cobra hoy día el documental como vía de expresión de los pueblos y como arma de combate antiimperialista. Ante el creciente fenómeno de la globalización, el realizador de cintas insignias del llamado Tercer Cine como La hora de los hornos o Tangos, el exilio de Gardel, destacó la importancia de aprovechar las bondades de las nuevas tecnologías para difundir la imagen de nuestra realidad, de nuestras culturas avasalladas y de las resistencias sociales de las naciones latinoamericanas. Con respecto a ello, resaltó cómo su más reciente cinta La dignidad de los nadies —estrenada ese mismo día en el Centro Cultural Cinematográfico Cuba de la ciudad santiaguera— fue filmada con una cámara digital mini DVD que brindó incluso la posibilidad —gracias a su discreto tamaño— de la espontaneidad expresiva de los «personajes» del importante documental.
Interrogado por el numeroso auditorio que acudió esa mañana a la conferencia, el director de Sur abordó los actuales caminos que recorre la creación audiovisual en su país y en otros de la región, y los esfuerzos para contrarrestar el monopolio que se cierne sobre los medios de comunicación y frente al cual han comenzado a resurgir algunas vías alternativas de difusión, que tienen en el proyecto del canal Tele Sur, una de sus expresiones más acabadas. Elogió, a su vez, la existencia de un programa televisivo como Aló, Presidente, un espacio de diálogo abierto, crítico, y, sobre todo, franco, de un mandatario con las masas, en lo que consideró un caso inédito y ejemplar de las relaciones entre la democracia, el poder político y los medios de comunicación masivos.
El realizador, que acaba de terminar la tercera entrega de una tetralogía iniciada con Memorias del saqueo —exhibida en nuestra televisión— y que ha continuado con la citada La dignidad de los nadies, destacó cómo en cada uno de los habitantes de nuestras Repúblicas —como denominara Martí a las naciones que se extienden desde el río Bravo hasta la Patagonia— hay una historia de heroicidades cotidianas que contar. Cada uno de estos hombres y mujeres —enfatizó Solanas— «lleva la épica a cuestas en la mochila», como resultado de experiencias en la lucha diaria contra la mundialización de un discurso unívoco, de un modelo unipolar feroz que nos intenta anular culturalmente cada día más.
UNA SESIÓN HISTÓRICA
En la acogedora sala Titón del Comité Provincial de la UNEAC, tuvo lugar una de las sesiones teóricas más notorias. Con la acertada moderación del crítico, escritor e investigador Frank Padrón Nodarse, se debatieron algunos temas que atañen a la misión y el valor del cine documental como vía para preservar la memoria histórica de los pueblos, lo que equivale a preservar sus culturas. Apoyada en las interesantes intervenciones de los ponentes Armando Casas (realizador y Presidente del Jurado de Documentales), Alberto Arce (realizador y miembro del Jurado Oficial), Pau Montagu Bela (Director del Festival de Documentales de Ciudad México —DOCSDF— y miembro del Jurado de Proyectos) e Inti Cordera (productor mexicano), la jornada giró en torno a asuntos de la producción del cine documental, de la ventajas que ofrece la tecnología digital y el siempre polémico tema de la relación objetividad-subjetividad de la obra artística. El encuentro constituyó un momento importante de retroalimentación entre creadores de diversas partes, fundamentalmente de Latinoamérica, con una participación importante de jóvenes cineastas mexicanos, argentinos y brasileños.
Las tres sesiones teóricas, alentaron la reflexión sobre el papel del cine documental actual. La última giró en torno a la importancia de la toma 1 en el trabajo de Santiago Álvarez, y contó con la presencia de Daniel Diez e Ismael Perdomo, quienes expusieron sus experiencias personales con el maestro, la colaboración en el equipo de realización y el significado de la toma 1 en la realización cinematográfica.
LOS GALARDONADOS
Para elegir el mejor proyecto de los presentados en competencia, se conformó un jurado encabezado por el cubano Octavio Cortázar. Ellos analizaron tres proyectos argentinos de documentales a realizar: Parador Retiro, Buscando al Huemul y Rosario González y decidieron, por unanimidad, dar el Primer Premio al proyecto titulado Parador Retiro, de Jorge Leandro Colás, por contener un buen planteamiento, un desarrollo interesante sustentado por un guión detallado y perfectamente bien estructurado y por integrar un profundo sentido social y estético.
El jurado de la Escuela de San Antonio de los Baños otorgó su reconocimiento a Buscándote Havana, de Alina Rodríguez Abreu (Cuba). Con una estructura dramatúrgica que pudiera considerarse clásica, esta obra hace coincidir géneros como la tragedia, melodrama, tragicomedia, que al interactuar con los elementos propios del lenguaje cinematográfico, logran comunicar con claridad y limpieza, el superobjetivo propuesto: revelar la vida de los asentamientos de orientales ilegales en la capital de la Isla. Buscándote Havana, a partir de testimonios, muestra con sinceridad y ojo crítico, un aspecto sensible de nuestra realidad actual, mediante elementos técnicos estéticos, contextualizados y fundamentados, que lo convierten en un significativo aporte al documental cubano.
La cuchufleta, de Luis A. Guevara Polanco (Cuba), se alzó con el tercer lugar entre los ganadores. La trama gira en torno al invento de un microgenerador de corriente, la cuchufleta, fruto del ingenio de un campesino, el cual ha dado electricidad a varias casas en la Sierra Maestra. Esta obra se distingue por su creatividad, que da un inmenso aporte social y cultural a la comunidad en esa zona montañosa, lo cual permite el acercamiento y enriquecimiento del hombre serrano a través de los medios de difusión de que ya disponen gracias a este logro de la inventiva popular.
El fotógrafo del éxodo (España), de Justin Webster y Ricard Belis, alcanzó el segundo lugar y es un interesante retrato de la inmigración a través de los ojos de un fotógrafo, Juan Medina, testigo en primera línea, del trágico éxodo africano hacia Europa a través de las islas Canarias. Brasil se agenció el Primer Premio gracias a El sol caminando contra el viento, de Teté Moraes y Martha Alencar, quienes también se alzaron con el lauro a la mejor dirección. El documental refleja con pasión lo que representó el diario El Sol dentro de la historia del periodismo brasileño y reseña, con maestría, las vivencias de revolucionarios y artistas comprometidos con un ideario progresista. La forma, el espíritu y el dinamismo en su realización, reflejan el carácter desafiante de las realizadoras, lo que otorga mayor fuerza al producto artístico.
RAP POR LA PAZ
La gran sensación del Festival fue Bagdad Rap, del español Arturo Cisneros, premiado en tres de las más importantes categorías de este certamen: mejor guión, mejor edición y Gran Premio Santiago Álvarez. La sinopsis plantea: Fecha: 20 de marzo de 2003. Lugar: Bagdad…Ese día el mundo miraba atónito, indignado y conmocionado la televisión, mientras comenzaba una guerra para muchos sin sentido, e ilegítima. Pero no todo lo que ocurrió en Iraq lo vimos por televisión. Un documental, narrado a ritmo de hip hop, donde el juego de imágenes actuales y de archivo, luces, sombras y colores, nos sumergen en un mundo donde la realidad supera, definitivamente, a la ficción…Bagdad Rap no dejará, en ningún caso, indiferente al espectador. Al concluir la ceremonia, el realizador declaró acerca del Festival: «Para mí, y para casi todos los documentalistas, tiene una significación muy especial, porque Santiago Álvarez fue precursor de una manera de hacer cine, de una manera de utilizar el cine para defender los derechos humanos, la línea política y para defender la Revolución Cubana que, para nosotros, es un ícono de la defensa de los derechos humanos. Entonces, pues... ganar aquí... es la hostia...»
Bagdad Rap es la opera prima de este creador que desde hace catorce años labora en el mundo de la producción musical, en la gestión de una empresa que organiza conciertos. Dentro del mundo del cine, coprodujo un documental acerca de los campos de refugiados en el conflicto de Kosovo, Los Balcanes y luego produjo un par de cortometrajes. Sobre los riesgos que supone realizar un documental como Bagdad Rap, expresó: «Riesgos artísticos… muchos y ninguno al mismo tiempo, porque considero que ante el dilema de ética frente a estética, en mis películas predomina la ética. Ha sido un ejercicio estético muy arriesgado, pero en el cual no nos ha importado asumir riesgos, porque el contenido ético de la película y la convicción de estar contando algo en honor a la verdad, nos da fuerzas suficientes para asumir riesgos estéticos, de montaje, de lenguaje, etcétera.»
»Si escogí narrarlo al ritmo del rap, es porque el rap, hoy por hoy, en Europa, en Estados Unidos y probablemente en Latinoamérica también, es uno de los movimientos que más seguidores tiene entre la gente joven. Entonces dijimos: vamos a contarles una historia de corte político, pero con un lenguaje audiovisual que sea atractivo para toda esa gente joven, porque nos interesa lanzar mensajes y llegar a ellos, que es la generación del futuro y que puede hacer que las cosas cambien. »
Los autores de la banda sonora —Frank T, Ari, Zenit, Case O, Selecta, Mikel Salas—, son grandísimos poetas líricos y en sus canciones se condensa el sentir de la gran parte de la juventud del estado español, y que ellos consiguen muy hábilmente y con un lenguaje de la calle. Consiguen lanzarla, además, con una base rítmica y rimándola. Gente muy brillante, muy rápida mentalmente, pero que no está subida en un pedestal intelectual, sino todo lo contrario, está trabajando desde la calle y para la calle. Todos mis respetos para ellos. »
Mantengo contacto con algunos de los brigadistas de mi ciudad que aparecen en el documental. Alguno sufrió un cambio muy radical en su vida, por todo lo que vio; o sea, fue muy difícil de superar todo lo que vivimos allá. Hay gente que ha cambiado de el trabajo, que ha decidido cambiar el rumbo de su vida para dedicarse de lleno a la defensa de los derechos humanos. No pudimos parar la guerra, pero no salimos derrotados. Salimos vencedores y llenos de fuerza para, en la siguiente intervención estadounidense que ya se está preparando, pasar otra vez a la acción y seguir ahí en el campo de batalla.»
Es indudable resaltar en este documental los valores artísticos de su propuesta, la universalidad y actualidad de su tema, el montaje dinámico con que combina imágenes de archivo y entrevistas actuales, el uso de luces y el buen empleo de la fotografía; así como su vocación antibelicista, su posición antiimperialista, su sentido reflexivo y el significado que tienen los valores que promueve (ética, moral, internacionalismo, valentía, solidaridad, honestidad). El premio obtenido en Cuba se suma a los del Festival de Cine Independiente de Nueva York, el Festival de Cine Documental para la Juventud de Buenos Aires y el Primer Festival de Cine Documental de Ciudad México. En relación con la acogida del público, el director manifestó: «Ha habido de todo. Pero entre las cosas más destacables está que en Túnez, el público árabe se levantó en medio de la película a gritar cosas en árabe que yo no entendía. En el Festival de Cine Latino de Los Ángeles —donde se realizó el estreno mundial—, la reacción de la crítica fue unánime y se hablaba: “el Michael Moore español presentó una película durísima”; o sea, hemos estado en los cinco continentes y ahora como colofón acabamos de ganar en Cuba».
Cisneros trabaja con el cineasta cubano Ismael Perdomo en un documental con una estética que está en la misma línea de Bagdad Rap, que habla del presente y del futuro de Cuba. Al ser interrogado sobre su opinión acerca de que el cine no puede cambiar el mundo, pero puede movilizar conciencias y contribuir a cambiarlo, el realizador respondió: «El cine puede cambiar el mundo; es una herramienta muy poderosa que nosotros cargamos, armamos y vamos a disparar contra todos aquellos personajes que están intentando hacer del mundo un lugar inhabitable.»
LOS OTROS
Los jurados colaterales de diferentes instituciones distinguieron obras entre las que sobresalen: San Ernesto nace en La Higuera, de Isabel Santos y Rafael Solís (Cuba), por el acertado uso de los recursos expresivos del documental. Constituye un valioso soporte audiovisual en que más allá del registro de la leyenda al mito, conforma una estética de la mística que envuelve a sus personajes en una aureola de fina ternura y alta sensibilidad humana que, por demás, atrapa al público. Contribuye a perpetuar la memoria paradigmática del Guerrillero Heroico, así como a fomentar la formación de las presentes y futuras generaciones. Debe destacarse, asimismo, la vigencia de la información documentada en imágenes y sonido, la coherencia expositiva del tema expresado en montaje visual de excelencia, la combinación audaz de una música capaz de conmover al espectador, al mostrar una historia conocida desde una óptica diferente para sumergirnos en la tristeza, el dolor, la añoranza y, a la misma vez, en la alegría de poder contar con la presencia del Che.
Como un sol radiante, de Carlos A. García (Cuba), con un destacable guión y dirección, es un testimonio de los inicios de la televisión en la Sierra Maestra y demuestra cómo este medio audiovisual se ha convertido en el centro de la vida social y cultural de la región; destacan la dirección y la realización del guión. Los presupuestos anteriores convierten al documental en un valioso material didáctico para el trabajo en centros de estudio, instituciones, comunidades y otros.
La resistencia, de Daniela Goldes (Argentina), resalta por el elevado nivel estético con que expone la proyección artística, desde el punto de vista humano de la vida y obra de Fernando Birri, que trasciende más allá de los límites de sus fronteras para ofrecer un valioso testimonio sobre este fundador del Nuevo Cine Latinoamericano.
Reyita, de Oliva Acosta y Elena Ortega (España), refleja un aspecto de alta sensibilidad, como es el tratamiento del racismo en Cuba; plasma la estoicidad de la mujer negra cubana en un contexto complejo de nuestra historia y aborda la problemática de una familia envuelta en los prejuicios, la pobreza y la ignorancia, en la que sobresale la calidad de las imágenes. Documento valioso para la cultura cubana, es no solo el retrato de una mujer, de su familia, de la sociedad que le tocó vivir, sino un ejemplo de las mujeres cubanas que luchan por un mundo mejor para su descendencia.
Son de los Diablos, de Phillip Johnston y Rafael Santa Cruz (Brasil), aborda con acuciosidad los elementos identitarios de una de las comunidades del Perú en su labor de rescate de la tradición cultural, aspecto captado de forma amena y dinámica, que plasma la lucha por mantener viva la cultura popular y tradicional de los afro-peruanos, a través del Carnaval negro. Sus realizadores captaron toda la pasión y entrega de sus protagonistas, sus danzas, su música, sus máscaras y la representación teatral que envuelve todo ese fenómeno socio-cultural, trascendental para el Perú y para toda Latinoamérica.
Larga vida de Eloína Pera (Cuba), subraya el pregón como una de las expresiones más ricas y genuinas de la cultura popular cubana, mediante un excelente guión, buen manejo de la técnica y su acertada dirección.
Por siempre cha cha chá, de Jesús Dámaso (Cuba), se centra en uno de nuestros ritmos más famosos al recoger todo lo representativo de su creador, Enrique Jorrín, con sus más famosas canciones, en el set documental, como La Engañadora y otras tarareadas hasta nuestros días.
LOS FINALES
Unos cinco mil espectadores asistieron a las presentaciones del Festival, que nos puso al día en la producción documental de algunos países y realizó un conjunto de actividades colaterales que contribuyeron a realzar su alcance. Fue presentado el primer volumen del DVD «Antología de Santiago Álvarez», como parte de la Colección Clásicos Cubanos, que incluye algunos de sus más importantes documentales. En un singular barrio-debate efectuado en una populosa zona, los pobladores discutieron los documentales La cuchufleta (Televisión Serrana) y Mi hermano Fidel, de Santiago Álvarez.
Lázara Herrera González, presidenta del Festival y directora de la Oficina Santiago Álvarez, recibió la Placa Heredia, en atención al trabajo desarrollado en la organización del prestigioso certamen. El noveno Festival, que se celebrará del 6 al 11 de marzo de 2008, con España como país invitado, volverá a movilizar a espectadores, cinéfilos, críticos y artistas del audiovisual, por constituir una oportunidad única de acercarse a los documentales de Latinoamérica y a producciones importantes de otras partes del mundo. Santiago de Cuba se convierte, en marzo, en la capital del documental en Cuba, por el amplio y diverso panorama de la producción más reciente que exhibe. Este Festival, único de su tipo en el país, fue otra posibilidad de disfrutar, según gustos e intereses, de lo más reciente del cine documental del planeta.
Esta cita sirvió para recordar nuevamente la obra del documentalista cubano Santiago Álvarez, y dedicó espacios significativos al trabajo que en ese campo realiza Argentina. El certamen rindió un merecido homenaje a un realizador de ese país, Fernando «Pino» Solanas, a quien la Asamblea Municipal del Poder Popular otorgó el reconocimiento de Visitante Distinguido de la Ciudad. A este cineasta también se le ofreció una gala como homenaje en el Centro Cultural Cinematográfico Cuba.
CON LA ÉPICA A CUESTAS
En la mañana del 8 de marzo, como parte de las sesiones teóricas del más relevante evento del cine documental en Cuba, tuvo lugar un memorable encuentro con ese emblemático realizador del Nuevo Cine Latinoamericano que es Solanas, quien disertó acerca del impacto de la globalización en la cultura audiovisual contemporánea. Se refirió, con énfasis, a la importancia que cobra hoy día el documental como vía de expresión de los pueblos y como arma de combate antiimperialista. Ante el creciente fenómeno de la globalización, el realizador de cintas insignias del llamado Tercer Cine como La hora de los hornos o Tangos, el exilio de Gardel, destacó la importancia de aprovechar las bondades de las nuevas tecnologías para difundir la imagen de nuestra realidad, de nuestras culturas avasalladas y de las resistencias sociales de las naciones latinoamericanas. Con respecto a ello, resaltó cómo su más reciente cinta La dignidad de los nadies —estrenada ese mismo día en el Centro Cultural Cinematográfico Cuba de la ciudad santiaguera— fue filmada con una cámara digital mini DVD que brindó incluso la posibilidad —gracias a su discreto tamaño— de la espontaneidad expresiva de los «personajes» del importante documental.
Interrogado por el numeroso auditorio que acudió esa mañana a la conferencia, el director de Sur abordó los actuales caminos que recorre la creación audiovisual en su país y en otros de la región, y los esfuerzos para contrarrestar el monopolio que se cierne sobre los medios de comunicación y frente al cual han comenzado a resurgir algunas vías alternativas de difusión, que tienen en el proyecto del canal Tele Sur, una de sus expresiones más acabadas. Elogió, a su vez, la existencia de un programa televisivo como Aló, Presidente, un espacio de diálogo abierto, crítico, y, sobre todo, franco, de un mandatario con las masas, en lo que consideró un caso inédito y ejemplar de las relaciones entre la democracia, el poder político y los medios de comunicación masivos.
El realizador, que acaba de terminar la tercera entrega de una tetralogía iniciada con Memorias del saqueo —exhibida en nuestra televisión— y que ha continuado con la citada La dignidad de los nadies, destacó cómo en cada uno de los habitantes de nuestras Repúblicas —como denominara Martí a las naciones que se extienden desde el río Bravo hasta la Patagonia— hay una historia de heroicidades cotidianas que contar. Cada uno de estos hombres y mujeres —enfatizó Solanas— «lleva la épica a cuestas en la mochila», como resultado de experiencias en la lucha diaria contra la mundialización de un discurso unívoco, de un modelo unipolar feroz que nos intenta anular culturalmente cada día más.
UNA SESIÓN HISTÓRICA
En la acogedora sala Titón del Comité Provincial de la UNEAC, tuvo lugar una de las sesiones teóricas más notorias. Con la acertada moderación del crítico, escritor e investigador Frank Padrón Nodarse, se debatieron algunos temas que atañen a la misión y el valor del cine documental como vía para preservar la memoria histórica de los pueblos, lo que equivale a preservar sus culturas. Apoyada en las interesantes intervenciones de los ponentes Armando Casas (realizador y Presidente del Jurado de Documentales), Alberto Arce (realizador y miembro del Jurado Oficial), Pau Montagu Bela (Director del Festival de Documentales de Ciudad México —DOCSDF— y miembro del Jurado de Proyectos) e Inti Cordera (productor mexicano), la jornada giró en torno a asuntos de la producción del cine documental, de la ventajas que ofrece la tecnología digital y el siempre polémico tema de la relación objetividad-subjetividad de la obra artística. El encuentro constituyó un momento importante de retroalimentación entre creadores de diversas partes, fundamentalmente de Latinoamérica, con una participación importante de jóvenes cineastas mexicanos, argentinos y brasileños.
Las tres sesiones teóricas, alentaron la reflexión sobre el papel del cine documental actual. La última giró en torno a la importancia de la toma 1 en el trabajo de Santiago Álvarez, y contó con la presencia de Daniel Diez e Ismael Perdomo, quienes expusieron sus experiencias personales con el maestro, la colaboración en el equipo de realización y el significado de la toma 1 en la realización cinematográfica.
LOS GALARDONADOS
Para elegir el mejor proyecto de los presentados en competencia, se conformó un jurado encabezado por el cubano Octavio Cortázar. Ellos analizaron tres proyectos argentinos de documentales a realizar: Parador Retiro, Buscando al Huemul y Rosario González y decidieron, por unanimidad, dar el Primer Premio al proyecto titulado Parador Retiro, de Jorge Leandro Colás, por contener un buen planteamiento, un desarrollo interesante sustentado por un guión detallado y perfectamente bien estructurado y por integrar un profundo sentido social y estético.
El jurado de la Escuela de San Antonio de los Baños otorgó su reconocimiento a Buscándote Havana, de Alina Rodríguez Abreu (Cuba). Con una estructura dramatúrgica que pudiera considerarse clásica, esta obra hace coincidir géneros como la tragedia, melodrama, tragicomedia, que al interactuar con los elementos propios del lenguaje cinematográfico, logran comunicar con claridad y limpieza, el superobjetivo propuesto: revelar la vida de los asentamientos de orientales ilegales en la capital de la Isla. Buscándote Havana, a partir de testimonios, muestra con sinceridad y ojo crítico, un aspecto sensible de nuestra realidad actual, mediante elementos técnicos estéticos, contextualizados y fundamentados, que lo convierten en un significativo aporte al documental cubano.
La cuchufleta, de Luis A. Guevara Polanco (Cuba), se alzó con el tercer lugar entre los ganadores. La trama gira en torno al invento de un microgenerador de corriente, la cuchufleta, fruto del ingenio de un campesino, el cual ha dado electricidad a varias casas en la Sierra Maestra. Esta obra se distingue por su creatividad, que da un inmenso aporte social y cultural a la comunidad en esa zona montañosa, lo cual permite el acercamiento y enriquecimiento del hombre serrano a través de los medios de difusión de que ya disponen gracias a este logro de la inventiva popular.
El fotógrafo del éxodo (España), de Justin Webster y Ricard Belis, alcanzó el segundo lugar y es un interesante retrato de la inmigración a través de los ojos de un fotógrafo, Juan Medina, testigo en primera línea, del trágico éxodo africano hacia Europa a través de las islas Canarias. Brasil se agenció el Primer Premio gracias a El sol caminando contra el viento, de Teté Moraes y Martha Alencar, quienes también se alzaron con el lauro a la mejor dirección. El documental refleja con pasión lo que representó el diario El Sol dentro de la historia del periodismo brasileño y reseña, con maestría, las vivencias de revolucionarios y artistas comprometidos con un ideario progresista. La forma, el espíritu y el dinamismo en su realización, reflejan el carácter desafiante de las realizadoras, lo que otorga mayor fuerza al producto artístico.
RAP POR LA PAZ
La gran sensación del Festival fue Bagdad Rap, del español Arturo Cisneros, premiado en tres de las más importantes categorías de este certamen: mejor guión, mejor edición y Gran Premio Santiago Álvarez. La sinopsis plantea: Fecha: 20 de marzo de 2003. Lugar: Bagdad…Ese día el mundo miraba atónito, indignado y conmocionado la televisión, mientras comenzaba una guerra para muchos sin sentido, e ilegítima. Pero no todo lo que ocurrió en Iraq lo vimos por televisión. Un documental, narrado a ritmo de hip hop, donde el juego de imágenes actuales y de archivo, luces, sombras y colores, nos sumergen en un mundo donde la realidad supera, definitivamente, a la ficción…Bagdad Rap no dejará, en ningún caso, indiferente al espectador. Al concluir la ceremonia, el realizador declaró acerca del Festival: «Para mí, y para casi todos los documentalistas, tiene una significación muy especial, porque Santiago Álvarez fue precursor de una manera de hacer cine, de una manera de utilizar el cine para defender los derechos humanos, la línea política y para defender la Revolución Cubana que, para nosotros, es un ícono de la defensa de los derechos humanos. Entonces, pues... ganar aquí... es la hostia...»
Bagdad Rap es la opera prima de este creador que desde hace catorce años labora en el mundo de la producción musical, en la gestión de una empresa que organiza conciertos. Dentro del mundo del cine, coprodujo un documental acerca de los campos de refugiados en el conflicto de Kosovo, Los Balcanes y luego produjo un par de cortometrajes. Sobre los riesgos que supone realizar un documental como Bagdad Rap, expresó: «Riesgos artísticos… muchos y ninguno al mismo tiempo, porque considero que ante el dilema de ética frente a estética, en mis películas predomina la ética. Ha sido un ejercicio estético muy arriesgado, pero en el cual no nos ha importado asumir riesgos, porque el contenido ético de la película y la convicción de estar contando algo en honor a la verdad, nos da fuerzas suficientes para asumir riesgos estéticos, de montaje, de lenguaje, etcétera.»
»Si escogí narrarlo al ritmo del rap, es porque el rap, hoy por hoy, en Europa, en Estados Unidos y probablemente en Latinoamérica también, es uno de los movimientos que más seguidores tiene entre la gente joven. Entonces dijimos: vamos a contarles una historia de corte político, pero con un lenguaje audiovisual que sea atractivo para toda esa gente joven, porque nos interesa lanzar mensajes y llegar a ellos, que es la generación del futuro y que puede hacer que las cosas cambien. »
Los autores de la banda sonora —Frank T, Ari, Zenit, Case O, Selecta, Mikel Salas—, son grandísimos poetas líricos y en sus canciones se condensa el sentir de la gran parte de la juventud del estado español, y que ellos consiguen muy hábilmente y con un lenguaje de la calle. Consiguen lanzarla, además, con una base rítmica y rimándola. Gente muy brillante, muy rápida mentalmente, pero que no está subida en un pedestal intelectual, sino todo lo contrario, está trabajando desde la calle y para la calle. Todos mis respetos para ellos. »
Mantengo contacto con algunos de los brigadistas de mi ciudad que aparecen en el documental. Alguno sufrió un cambio muy radical en su vida, por todo lo que vio; o sea, fue muy difícil de superar todo lo que vivimos allá. Hay gente que ha cambiado de el trabajo, que ha decidido cambiar el rumbo de su vida para dedicarse de lleno a la defensa de los derechos humanos. No pudimos parar la guerra, pero no salimos derrotados. Salimos vencedores y llenos de fuerza para, en la siguiente intervención estadounidense que ya se está preparando, pasar otra vez a la acción y seguir ahí en el campo de batalla.»
Es indudable resaltar en este documental los valores artísticos de su propuesta, la universalidad y actualidad de su tema, el montaje dinámico con que combina imágenes de archivo y entrevistas actuales, el uso de luces y el buen empleo de la fotografía; así como su vocación antibelicista, su posición antiimperialista, su sentido reflexivo y el significado que tienen los valores que promueve (ética, moral, internacionalismo, valentía, solidaridad, honestidad). El premio obtenido en Cuba se suma a los del Festival de Cine Independiente de Nueva York, el Festival de Cine Documental para la Juventud de Buenos Aires y el Primer Festival de Cine Documental de Ciudad México. En relación con la acogida del público, el director manifestó: «Ha habido de todo. Pero entre las cosas más destacables está que en Túnez, el público árabe se levantó en medio de la película a gritar cosas en árabe que yo no entendía. En el Festival de Cine Latino de Los Ángeles —donde se realizó el estreno mundial—, la reacción de la crítica fue unánime y se hablaba: “el Michael Moore español presentó una película durísima”; o sea, hemos estado en los cinco continentes y ahora como colofón acabamos de ganar en Cuba».
Cisneros trabaja con el cineasta cubano Ismael Perdomo en un documental con una estética que está en la misma línea de Bagdad Rap, que habla del presente y del futuro de Cuba. Al ser interrogado sobre su opinión acerca de que el cine no puede cambiar el mundo, pero puede movilizar conciencias y contribuir a cambiarlo, el realizador respondió: «El cine puede cambiar el mundo; es una herramienta muy poderosa que nosotros cargamos, armamos y vamos a disparar contra todos aquellos personajes que están intentando hacer del mundo un lugar inhabitable.»
LOS OTROS
Los jurados colaterales de diferentes instituciones distinguieron obras entre las que sobresalen: San Ernesto nace en La Higuera, de Isabel Santos y Rafael Solís (Cuba), por el acertado uso de los recursos expresivos del documental. Constituye un valioso soporte audiovisual en que más allá del registro de la leyenda al mito, conforma una estética de la mística que envuelve a sus personajes en una aureola de fina ternura y alta sensibilidad humana que, por demás, atrapa al público. Contribuye a perpetuar la memoria paradigmática del Guerrillero Heroico, así como a fomentar la formación de las presentes y futuras generaciones. Debe destacarse, asimismo, la vigencia de la información documentada en imágenes y sonido, la coherencia expositiva del tema expresado en montaje visual de excelencia, la combinación audaz de una música capaz de conmover al espectador, al mostrar una historia conocida desde una óptica diferente para sumergirnos en la tristeza, el dolor, la añoranza y, a la misma vez, en la alegría de poder contar con la presencia del Che.
Como un sol radiante, de Carlos A. García (Cuba), con un destacable guión y dirección, es un testimonio de los inicios de la televisión en la Sierra Maestra y demuestra cómo este medio audiovisual se ha convertido en el centro de la vida social y cultural de la región; destacan la dirección y la realización del guión. Los presupuestos anteriores convierten al documental en un valioso material didáctico para el trabajo en centros de estudio, instituciones, comunidades y otros.
La resistencia, de Daniela Goldes (Argentina), resalta por el elevado nivel estético con que expone la proyección artística, desde el punto de vista humano de la vida y obra de Fernando Birri, que trasciende más allá de los límites de sus fronteras para ofrecer un valioso testimonio sobre este fundador del Nuevo Cine Latinoamericano.
Reyita, de Oliva Acosta y Elena Ortega (España), refleja un aspecto de alta sensibilidad, como es el tratamiento del racismo en Cuba; plasma la estoicidad de la mujer negra cubana en un contexto complejo de nuestra historia y aborda la problemática de una familia envuelta en los prejuicios, la pobreza y la ignorancia, en la que sobresale la calidad de las imágenes. Documento valioso para la cultura cubana, es no solo el retrato de una mujer, de su familia, de la sociedad que le tocó vivir, sino un ejemplo de las mujeres cubanas que luchan por un mundo mejor para su descendencia.
Son de los Diablos, de Phillip Johnston y Rafael Santa Cruz (Brasil), aborda con acuciosidad los elementos identitarios de una de las comunidades del Perú en su labor de rescate de la tradición cultural, aspecto captado de forma amena y dinámica, que plasma la lucha por mantener viva la cultura popular y tradicional de los afro-peruanos, a través del Carnaval negro. Sus realizadores captaron toda la pasión y entrega de sus protagonistas, sus danzas, su música, sus máscaras y la representación teatral que envuelve todo ese fenómeno socio-cultural, trascendental para el Perú y para toda Latinoamérica.
Larga vida de Eloína Pera (Cuba), subraya el pregón como una de las expresiones más ricas y genuinas de la cultura popular cubana, mediante un excelente guión, buen manejo de la técnica y su acertada dirección.
Por siempre cha cha chá, de Jesús Dámaso (Cuba), se centra en uno de nuestros ritmos más famosos al recoger todo lo representativo de su creador, Enrique Jorrín, con sus más famosas canciones, en el set documental, como La Engañadora y otras tarareadas hasta nuestros días.
LOS FINALES
Unos cinco mil espectadores asistieron a las presentaciones del Festival, que nos puso al día en la producción documental de algunos países y realizó un conjunto de actividades colaterales que contribuyeron a realzar su alcance. Fue presentado el primer volumen del DVD «Antología de Santiago Álvarez», como parte de la Colección Clásicos Cubanos, que incluye algunos de sus más importantes documentales. En un singular barrio-debate efectuado en una populosa zona, los pobladores discutieron los documentales La cuchufleta (Televisión Serrana) y Mi hermano Fidel, de Santiago Álvarez.
Lázara Herrera González, presidenta del Festival y directora de la Oficina Santiago Álvarez, recibió la Placa Heredia, en atención al trabajo desarrollado en la organización del prestigioso certamen. El noveno Festival, que se celebrará del 6 al 11 de marzo de 2008, con España como país invitado, volverá a movilizar a espectadores, cinéfilos, críticos y artistas del audiovisual, por constituir una oportunidad única de acercarse a los documentales de Latinoamérica y a producciones importantes de otras partes del mundo. Santiago de Cuba se convierte, en marzo, en la capital del documental en Cuba, por el amplio y diverso panorama de la producción más reciente que exhibe. Este Festival, único de su tipo en el país, fue otra posibilidad de disfrutar, según gustos e intereses, de lo más reciente del cine documental del planeta.
Descriptor(es)
1. EVENTOS
2. FESTIVAL DE CINE
3. FESTIVAL INTERNACIONAL DE DOCUMENTALES SANTIAGO ALVAREZ IN MEMORIAM, SANTIAGO DE CUBA, CUBA
4. FESTIVALES CINEMATOGRAFICOS
Web: http://www.cubacine.cult.cu/sitios/revistacinecubano/digital06/cap06.htm