FICHA ANALÍTICA

El conocimiento de nuestro cine: una carrera de relevos
González, Reynaldo

Título: El conocimiento de nuestro cine: una carrera de relevos

Autor(es): Reynaldo González

Fuente: Revista Cine Cubano On Line

Número: 15

Mes: Julio - Diciembre

Año de publicación: 2009

Es notable el esfuerzo que entraña este libro (Entre el vivir y el soñar. Pioneros del cine cubano): la búsqueda y fijación de informaciones sobre los pioneros y continuadores del cine cubano. Luego de intentos de diverso tenor, que se acogieron a normativas epocales, se impone la necesidad de un conocimiento cercano sobre quienes aportaron sus esfuerzos a la existencia del cine que nos antecedió. Resultaron imprescindibles los datos dispersos en revistas de escasa circulación, las gacetillas de una prensa deudora de intereses y solicitudes de su inmediatez, viejos y amarilleados programas sin ordenar y a la espera de la mano que con pasión inclusiva puntualizara, cotejara, sacara a la luz cuanto podía permanecer en las sombras. Esa tarea se la impuso Arturo Agramonte y la hizo suya un estudioso de nueva horneada, Luciano Castillo. Se constituyeron en dúo que entregó frutos valiosos en publicaciones anteriores y que con este volumen se devuelve a la imprenta, es decir, a nuestra biblioteca. La desaparición del primero, de largo y laborioso desempeño, tuvo compensación en la continuidad del segundo, que no ceja en el esfuerzo. Es la insustituible y natural carrera de relevos, ahora sumada a una historiografía reciente, cada vez más compleja. Esa línea va de los avezados investigadores todavía en ejercicio, a los jóvenes talentos que emergen sin los compromisos que ayer condicionaron la labor historiográfica del cine cubano, con técnicas y concepciones de trabajo totalmente nuevas.

Para el conocimiento de esta «materia» casi inasible contaron, por supuesto, con los libros que la abordaron antes, donde junto a equívocos palpitaron datos ciertos, fechas que exigían comprobaciones, la precisión de títulos, la riqueza de matices que afloran con cada nueva búsqueda y en cada lectura. Como en una escena oculta, paralela a la reflejada en la pantalla, conviven los investigadores, ganados por la seducción del arte. Cada uno llegó atraído por los imanes de las películas, sus entreveros y seducciones, fanáticos que descubrían una urdimbre de historias y de imágenes, hasta ser ganados por la materialidad que entrañaba el cine. Pronto supieron que tiene un trasfondo industrial y económico; es un campo de batalla donde lidian intereses y manipulaciones, una dedicación que entre nosotros y durante mucho tiempo fue intermitente y poco agraciada, además de ingrata y trascendida por los gustos, la estrechez de miras, la desatención oficial e insoslayables tironeos políticos. En estas páginas leemos, en síntesis, los días y las noches, los desvelos de quienes hicieron del cine su objetivo vital, una razón de existencia, un noviazgo incómodo y cuanto queda «entre el vivir y el soñar». Ese accidentado panorama se sostuvo por la obsesión de unos pocos, aquí retratados en su pasión y en sus delirios, en los reveses que conocieron y en su perseverancia para persistir entre rechazos y desilusiones.

Este recuento, necesario tanto para el lector ocasional como para quienes desean un diseño cabal de los antecedentes de nuestro cine, se convertirá en referente imprescindible a la hora de evocar hitos y épocas por las que escaló una cinematografía que cada vez debe responder a nuevos retos, sortear obstáculos, burlar orientaciones, tendencias y normativas que no siempre contribuyen a la realización de los talentos auténticos y las obras que mejor los expresan. En cada circunstancia, por novedosa que parezca, dificultades y contradicciones se anteponen a la vocación artística; superarlas es un destino, parte del esfuerzo natural del arte; conocerlas en su reiteración es un arma que apoya la decisión de los cineastas. El conjunto complementa un aprendizaje necesario, del que no debe permanecer ajeno el amante del cine, el seducido de la luneta que somos todos.

Junto a las informaciones que incluye un libro de este carácter, los autores no escatimaron opiniones y elementos contextuales útiles para valorarlas con mayor precisión. Anécdotas, panoramas y detalles sobre los filmes enriquecen la mirada del lector. El destino individual de algunos de los directores se mezcla con el de la cinematografía cubana del período en que debieron desenvolverse. Se comprende que esas vidas, entrecruzadas en un mismo paisaje histórico, muestren similitudes y desencuentros. A veces se trata de trayectorias con demasiados puntos coincidentes para establecer distancias en el análisis. Así, de la información general se enarcan las flechas que trazaron la historia del cine cubano en el período anterior a la Revolución, incluso las que por negación continuaron con su valor significante.

A un lector que ha visto y recuerde las obras, se le impone una lectura más profunda. En ese sentido, la ausencia de sus características también implica un valor, sobre todo si con ecuanimidad se observa el carácter de las nuevas y cuanto traen de novedoso. Un episodio ingrato subraya este tópico: el de Ramón Peón ofreciéndose para contribuir con su experiencia al cine que debían generar las circunstancias recién estrenadas, y el rechazo que recibió su oferta. Las condiciones que nacían no eran solo nuevas y diferentes, sino voluntariamente opuestas a la experiencia anterior. Estaba por demostrarse la eficacia de los contenidos recién llegados y la manera en que sus realizaciones reflejarían –o no– una concepción de «lo cubano». Se establecía un drástico punto de giro. Ya la historia de nuestro cine no sería la misma. Inauguraba esperanzas y, por supuesto, otras interrogantes.

 

Descriptor(es)
1. CINE CUBANO
2. CINE SILENTE
3. HISTORIA DEL CINE

Web: http://www.cubacine.cult.cu/sitios/revistacinecubano/digital15/cap04.htm