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Crónica del cine silente en México.
González Casanova, Manuel
Título: Crónica del cine silente en México. (Ensayos)
Autor(es): Manuel González Casanova
Publicación: 1986
Idioma: Español
Fuente: Cine Latinoamericano 1896-1930
Páginas: 199 - 244
Formato: Digital
Descriptor(es)
1. CINE MEXICANO
2. CINE SILENTE
3. HISTORIA DEL CINE SILENTE
4. HISTORIA DEL CINE SILENTE LATINOAMERICANO
Autor(es): Manuel González Casanova
Publicación: 1986
Idioma: Español
Fuente: Cine Latinoamericano 1896-1930
Páginas: 199 - 244
Formato: Digital
1896. El cinco de agosto los representantes de los hermanos Lumière: Barón Bernard y Gabriel Veyre, presentan por primera vez el cinematógrafo en México en una sesión privada que ofrecen al presidente de la República, general Porfirio Díaz, y a sus allegados. Unos días después presentarían el aparato a la prensa, para iniciar de inmediato las exhibiciones públicas en los altos de la Droguería Plateros, en el número 9 de la calle del mismo nombre (hoy Madero). El programa de la primera sesión pública estuvo integrado por ocho películas Lumière.
Es necesario hacer notar la claridad conceptual con que es recibido el cinematógrafo por la prensa, muy distinta de la que había en la misma Francia recuérdese que sus propios inventores no veían en él más valor que el de un nuevo juguete de fin de siglo.
En El Universal (19-VIII-96) el cronista escribió un artículo muy claro sobre lo que es el cine en el que concluye: "… falta aunar el sonido al aparato por medio del fonógrafo y dar color a las figuras pero el movimiento de las escenas subyuga de tal manera que la imaginación todo lo suple…"1 El cronista de El nacional fue más allá y el mismo día señaló: "… con un aparato así, se hará la historia y nuestros postreros verán vivos y palpitantes los episodios más notables de las naciones, suprimiendo el libro… por inútil".2 Por esos días el poeta Luis G. Urbina publica un hermoso y extenso artículo en el que da la bienvenida al cine, el que termina: "La fantasía, la curiosa soñadora, cuando vuelve de su asombro le da las gracias a la Ciencia…"3 Otros escritores como Juvenal (Enrique Chavarri), José Juan Tablada, y más adelante Amado Nervo, insistirán en el valor del cine como testimonio histórico, y lo señalarán como sustituto del libro. Ahora los comunicólogos con temor creen que la televisión va a acabar con los libros.
Las primeras filmaciones en México las hicieron, naturalmente, los representantes de la Casa Lumière, quienes a fines de agosto ofrecieron al Presidente de la República la proyección de las imágenes en que se le veía paseando por Chapultepec o acompañado por algunas personas de su familia. A partir de esa fecha el General Porfirio Díaz se convirtió en el personaje central de buena parte de las películas realizadas en México hasta el final de su gobierno cuando lo filmaron al embarcarse en el "Ipiranga," desterrado a Francia. Las películas que hicieron gozaron de la aprobación general excepto una: Duelo a pistola en Chapultepec, que provocó la indignación por tratarse de una reconstrucción; se consideraba al cine como "verdad" y una simulación es un engaño, los espectadores "no están en la obligación de saber si se trata de un simulacro o de un lance de honor verdadero".4
Los representantes de la Casa Lumière suspendieron por una breve temporada sus proyecciones en la ciudad de México para hacer una corta gira por algunas de las principales ciudades del interior, allí registraron imágenes de la localidad. A su regreso reanudaron sus actividades; en noviembre la prensa destacó el hecho de que: "El dueño del Cinematógrafo 'Lumière' tomó con toda exactitud las vistas de las varias escenas que precedieron al fusilamiento de Antonio Navarro y la del instante supremo", así como del hecho de que el autor del registro hiciera un donativo a los familiares del acusado.5
En enero del siguiente año Bernard y Veyre emprenderían el regreso saliendo en dirección a Cuba, no sin antes volver a filmar al General Díaz entrando y saliendo a pie y en coche del Palacio de Chapultepec en imágenes… "que tienen detalles de luz exquisitos".
1897. Antes de partir vendieron el Cinematógrafo Lumière al señor Ignacio Aguirre, quien habría de convertirse en el primer exhibidor mexicano al reanudar las sesiones del cinematógrafo a mediados de enero con el material adquirido a los representantes de Lumière, mismo que a partir de febrero enriquecería… "con un nuevo encanto. Las vistas iluminadas".7
Un año antes de que llegara el cinematógrafo a México había llegado el kinetoscopio del inventor norteamericano Tomás Alva Edison, no habiendo despertado sin embargo mayor interés, seguramente por la dificultad de contemplar las imágenes a través de unas lentes semejantes al anteojo de Hans Schnaps, como señaló Luis G. Urbina en el artículo arriba citado.8
Ante el éxito del Cinematógrafo Lumière los representantes de la Casa Edison renovaron esfuerzos para colocar sus nuevos equipos, ahora proyectores, en el interior de la República; además del que instalaron en la capital a mediados de junio en el número 7 de la calle de Escalerillas. En febrero de este año, 1897, encontramos en Mérida, Yucatán, a los señores Angel Montano y Antonio Chemin presentando en el Teatro Peón Contreras cuatro tandas cada noche del "cinematógrafo perfeccionado por Edison".9 Para marzo en Guadalajara, Jalisco, abriría un vitascopio de Edison bajo la dirección de Guillermo Becerril; mientras en Tabasco el Dr. William Taylor Casa-nova instalaría a partir de agosto de ese año un proyectoscopio de Edison importado directamente de Nueva York; para octubre se presentó con su proyectoscopio, acompañado de un fonógrafo, en el Teatro Peón Contreras de Mérida: "El programa consistiría de 16 pequeños cortos y 14 piezas musicales, además de un poema del 'inspirado poeta veracruzano Díaz Mirón'. Entre las novedades anunciaban el documental El Desafío en México.10 De Mérida partió Taylor Casanova para "el interior del Estado visitando Motul, Ticul, Izamal, Hunucmá y Halacho".11 Así, compitiendo Edison con Lumière se fue extendiendo el cine por todo el país.
No sólo los mexicanos recorrían el país con sus imágenes en movimiento, también lo hicieron numerosos extranjeros, de ellos el más importante es el francés Carlos Mongrand quien inició sus proyecciones en Orizaba, Veracruz en 1896, cuando los representantes de Lumière todavía estaban en la ciudad de México. Mongrand recorrió el país con su cinematógrafo durante diez años contribuyendo en forma decisiva al desarrollo del cine en nuestro país.
En octubre de ese año (1897), Ignacio Aguirre desocupó el local de la calle de Plateros para llevar su cinematógrafo a Puebla. En noviembre el ingeniero Salvador Toscano abrió en ese local su cinematógrafo.
1898. El éxito del cinematógrafo despertó una verdadera fiebre de innovaciones calificadas con los más pintorescos nombres, al lado de los ya mencionados vitascopio y proyectoscopio se presentan nuevos proyectores como el veriscopio, o el cronofotógrafo, o el muy ingenioso e irreal telestroscopio, respuesta al engaño de Edison quien pretendía haber filmado telegráficamente el combate naval de Santiago de Cuba, presentando una película filmada a escala en una bañera; de cualquier modo es innegable que el telestroscopio del profesor Jan Szeppanik es un antecedente, al menos como idea, de la televisión ya que pretendía que: "… con este aparato se ven escenas en lo más remoto del planeta; la transmisión eléctrica de escenas reales que se reflejan en una pantalla…"12 En medio de tantas innovaciones pasó desapercibido el invento de un mexicano: Adrián Lavie, el aristógrafo, que proyectaba imágenes en movimiento en tercera dimensión. De él dijo El Universal (14-IV-98) lo siguiente: "Acaba de realizarse un invento que hace algunos años persigue el mundo científico, "ese invento es el aristógrafo".
"El aristógrafo permite observar proyectadas sobre una pantalla las figuras de tamaño natural y de bulto, tal como si se observasen al natural con todos sus detalles, aun los más mínimos y en forma de poder apreciar aún las distintas.
"El invento consiste verdaderamente en unos anteojos movidos interiormente por una corriente eléctrica en conexión con una doble linterna mágica cuyos obturadores se mueven al mismo tiempo que la combinación interior de los anteojos.
"Sin éstos se ven las figuras con un temblor eléctrico, pero con ellos se ven fijas y de relieve…"13
Durante varios meses dio funciones el aristógrafo en la ciudad de México, más allá no prosperó quizá por la misma razón que no han encontrado buena acogida los numerosos intentos que hasta la fecha han pretendido llevar la tercera dimensión al cine… los anteojos.
1899. Es un año de auge para el cinematógrafo en México que se extiende cada vez más, ese año el ayuntamiento de la capital recibe veinticinco nuevas solicitudes para abrir salas; mientras en las prin-cipales ciudades de provincia aumentan los exhibidores ambulantes, entre los que cabe destacar a Salvador Toscano y a Enrique Moulinie. El cinematógrafo era todo un éxito aunque no siempre fuera buena la proyección: "El jueves último se armó un escándalo mayúsculo en el Teatro Principal de Veracruz con motivo de la inauguración del cronofotógrafo debido a la impericia del que manejaba el aparato que se colocó en un palco segundo y encima de una mesa a la que le faltaba una pata, haciendo sus veces una silla, por lo cual dicha mesa se movía como si estuviese insultada y a esto se debió que el que manejaba el aparato se viese obligado a bailar un zapateado. Esto dio como resultado que de las vistas proyectadas en el bastidor del escenario, unas quedasen afocadas fuera de él y otras resultasen con manchones y algunas saliesen al revés. El público protestó con gritos, silbidos, bastonazos y hubo un chistoso que pedía socorro pues creía que se iba a acabar el mundo.
"…En cambio a este fracaso la entrada fue un lleno completo".14 En ese año se organizan, por primera vez, proyecciones para hombres solos. En las que se exhibían los Cuadros Picantes cuya producción iniciara Lear con su Le coucher de la mariée (1896). Las exhibi¬ciones provocaron la indignación de la Iglesia y el escándalo de la prensa.
El éxito del espectáculo, la competencia excesiva, la tardanza con que llegaban las nuevas cintas, obligó a los exhibidores a producir cada vez más sus propias películas. Entre los documentales produci-dos ese año destacan los de los hermanos Becerril, Carlos Mongrand, o Salvador Toscano, a quien se debe el registro de tres obras teatrales y la que parece ser la primera película de argumento del cine nacional: Terrible percance de un enamorado en el cementerio de Dolores.
Es de hacer notar que en este año hay noticias del interés en la Escuela Nacional Preparatoria por introducir películas sobre la historia de México, con lo que se iniciaría la producción de un cine hecho con fines didácticos; no hemos podido confirmar si se llegó a realizar alguna.
1900. El país vivía la paz porfiriana, mientras Don Justo Sierra publicaba su Evolución política del pueblo mexicano y Don Salvador Díaz Mirón se aprestaba para editar sus poemas bajo el título de Lascas. El cinematógrafo comenzaba a resentir los problemas del éxito desmedido. El cine se convertía en un competidor peligroso para los otros espectáculos que resentían la pérdida de público. Para colmo la competencia entre los propios cines los había llevado a complementar las sesiones con números de variedades; en las mejores salas presentaban alguna pieza musical, mientras en las baratas el espectáculo quedaba a cargo de actores o cantantes improvisados
que propiciaban la participación escandalosa del público.
Los ataques en la prensa y las presiones sobre el Ayuntamiento no se hicieron esperar; después de muchos forcejeos el Ayuntamiento publicó un reglamento dirigido más a reprimir al público que a corregir la inseguridad de los barracones que albergaban a buena parte de las salas, algunas de las cuales sin embargo fueron clausuradas. "El público dejó de asistir y los empresarios iniciaron el desmantelamiento o el abandono de algunos locales, pues dada la carencia de películas nuevas era imposible regresar al cinematógrafo".15 Comenzaba un período de crisis.
1901. En la ciudad de México el cine quedó reducido a su mínima expresión, dos salas. La mayoría de los empresarios o colgaron los hábitos o se convirtieron en versión moderna de los cómicos de la legua echándose en hombros el proyector y las películas y lanzándose a recorrer el país en busca de lugares donde su espectáculo fuera bien recibido. Como es de suponer la producción nacional bajó sensiblemente.
1902. La ciudad de México prácticamente se olvida del cinematógrafo. Las noticias escasean en los diarios, y las que publican se refieren a los éxitos que el cine obtiene en provincia. La producción cae completamente, sólo hay noticias de la producción de una película.
1903. El éxito de los trashumantes es cada día mayor. Se dividen en dos grandes grupos: aquellos para los que era un negocio familiar, estoy tentado en llamarlo una aventura, en la que todos participaban, uno proyectaba, otro vendía los boletos, mientras un tercero anun¬ciaba a voz el cuello en espectáculo, hasta que todos cargaban nuevamente sus tiliches para continuar a la más próxima ciudad. Para otros sin embargo era una verdadera empresa, entre ellos destacan: Carlos Mongrand, quien por esos días realiza la película Time is money o sea un yanqui en el hotel de la Reforma en México saliendo a tomar el "tramway" eléctrico; Guillermo Becerril, Salvador Toscano, Enrique Moulinie y Enrique Rosas, este último habría de cobrar enorme importancia para el desarrollo del cine en México, ese año rodó en Mérida el corto: Aventuras del sexteto Uranga. La produc¬ción comienza lentamente a recuperarse, aun cuando la gran mayoría de las películas son documentales de viajes.
En enero Emilio Bellán inició en Mérida la proyección gratuita al aire libre de películas y anuncios, "un gentío inmenso se agolpó a deleitarse"16 frente a los altos del edificio Salón Nacional.
1904. Al año siguiente en frente de donde hoy se levanta el Palacio de Bellas Artes, en los muros de la cigarrera "El buen tono", y publicitando sus productos, se inicia en la ciudad de México la proyección cinematográfica al aire libre obteniendo un gran éxito de
público. El éxito llevó a los enemigos del cine a manifestarse y así en el Diario del Hogar apareció una nota protestando por la exhibición indiscriminada de películas "pornográficas", refiriéndose a Los siete castillos del diablo (1901) de Ferdinand Zecca: "…en el cinematógrafo que aludimos se ven cuadros que causan repulsión, tanto que varias familias decentes (las eternas "familias decentes" cuyo rubor justifica todas las censuras) que, por curiosidad se han detenido a verlos, se han visto obligadas a marcharse ruborizadas".17
A pesar de las críticas continuaron las proyecciones al aire libre y se impusieron no faltando comentarios favorables como el que Luis G. Urbina publicó en El Mundo Ilustrado: "…es de ver noche por noche la avenida Juárez henchida de muchedumbre atenta: Allá arriba, … el cinematógrafo reclama al pueblo, lo seduce, lo hipnotiza con sus cuadros de hiriente fotografía… Y abajo, por aquel mar de cabezas levantadas que tienen los ojos fijos e interiormente alumbrados, como los sonámbulos, pasa un fluido fascinante de ensoñación estética".18
Mientras tanto en la ciudad de Mérida el señor Modesto Alvarez establecía una distribuidora que rentaba sus películas a los exhibidores ambulantes de la región. Dicha distribuidora llegaría a convertirse en una de las más importantes de la República como Alvarez, Arrondo y Cía.
1905. "El año de 1905 marca para la historia del cine en México el comienzo del auge pues se estrenaron más de doscientas películas cortas en los dos o tres salones con que contaba la capital…",19 aumentando también en forma considerable la producción nacional, debido esto último probablemente a que la Casa Edison inició ese año la venta en México de película virgen.
1906. Súbitamente la ciudad de México se ve nuevamente invadida de cinematógrafos en los que se agolpa el público entusiasta, los que tienen intereses en el teatro se sienten otra vez amenazados, esta inquietud no tarda en manifestarse en los periódicos a través de notas que pretenden denigrar al cine y asustar al público: "Los cinematógrafos, por más que se diga, no constituyen una diversión bastante fuerte para vencer (al Teatro). Su atractivo está en la baratura
y en la comodidad, como en la tanda de zarzuela; pero el cinematógrafo al contrario de la opereta yankee, no recrea los ojos, los lastima; es una seducción óptica que puede costar 'un ojo de la cara'. En esos salones de los lentes las futuras generaciones serán ciegas, dice un pesimista. Sí serán, repetimos nosotros, sobre todo si concurren noche a noche a ver las vistas".20 Las agresiones van en aumento y una vez más recurren a la presión sobre las autoridades.
En El Diario se publica una declaración firmada por varios padres de familia: "Llamamos la atención del Sr. Gobernador del Distrito para que vea detenidamente si el sinnúmero de cinematógrafos establecidos en esta capital reúne las condiciones que exige la ley…"21 La campaña sirvió una vez, ¿por qué no intentarlo de nuevo?
La proliferación de las salas trajo consigo otros cambios en la naciente industria cinematográfica, a ella probablemente se debe que la distribuidora The American Amusement Co., empezara a alquilar sus cintas en vez de venderlas, iniciando así una nueva época para la exhibición.
Por cierto que una posible causa que contribuyó a la proliferación de las salas fue un divertido conflicto entre dos empresas distribuidoras. El conflicto empezó cuando la concesionaria en México de la Casa Pathé Frères quiso afirmar su situación y publicó en los diarios un anuncio que en su parte medular decía: "¡OJO! Todas las demás casas vendedoras de los filmes Pathé, son tributarias de esta sucursal".22 El distribuidor mexicano Jorge A. Alcalde, quien importaba directamente sus películas, se sintió aludido y contestó de inmediato con otro desplegado: "UNA ACLARACION". En los anuncios de una casa que se dedica a la venta de vistas Pathé se lee: ¡OJO!… Como no sé que haya otra casa en la capital que reciba las novedad de Pathé Frères, Georges Mèliés, L. Gaumont, de París; Urban Trading Co., Warwich Trading Co., de Londres; American Mutoscope Co., American Vitagraph Co., Edison Mfg. Co., de Nueva York; S. Lubín de Filadelfia y Poliscope Co., de Chicago que la mía, donde se venden al precio de fábrica y mis clientes podrían creer con perjuicio de mis intereses que yo recibo mis efectos por conducto de la casa mencionada, creo mi deber hacer la presente aclaración haciendo constar que las vistas mencionadas las pido directamente a París, Londres y Estados Unidos sin intervención de ninguna otra casa del ramo en esta ciudad. Aprovecho la oportunidad para poner a disposición de mis clientes…"23 La respuesta de la representación de Pathé no se hizo esperar. Al día siguiente anunciaban una rebaja en sus precios que oscilaban entre 1,75 y 75 centavos el metro, a 60 centavos. Alcalde de inmediato hizo la misma oferta para sus películas de marca Pathé. Los representantes de Pathé bajaron entonces a 55 centavos por metro; Alcalde bajó a 54. La casa Pathé bajó a 50 centavos, y Alcalde, seguramente harto de este juego hizo una demostración de fuerza bajando el precio del metro a ¡UN CENTAVO! La casa Pathé no pudo resistir y tuvo que buscar el apoyo de la matriz que finalmente le dio la exclusiva. Los beneficiarios de este conflicto fueron finalmente los exhibidores.
Entre las salas que abrieron sus puertas ese año estuvo la Academia Metropolitana, en donde los hermanos Alva iniciarían su brillante carrera en el cine mexicano.
En ese mismo año Enrique Rosas y Salvador Toscano realizan y exhiben, cada uno por su lado, un largo metraje dedicado naturalmente a Don Porfirio Díaz, el motivo, el viaje del presidente a la ciudad de Mérida en Yucatán. De la cinta de Rosas no hay mayor información, la del ingeniero Toscano fue Fiestas presidenciales en Mérida, en esta película presentaba en orden cronológico el viaje del presidente Díaz, las fiestas en Mérida, y su regreso, dentro de los más rígidos conceptos de testimonio histórico con que se consideraba en México al cinematógrafo reafirmando la concepción con la que se habían venido realizando numerosas películas cortas, e iniciando la que vendría a ser una escuela mexicana de cine. Un cine que creía ser objetivo, fiel reproductor de la realidad, testimonio verdadero del acontecer. Un cine que pretendía divertir informando, haciendo historia. Ese cine sin embargo, perdió la oportunidad de testimoniar los primeros conflictos que anunciaban el fin del porfirismo y el principio de la primera gran revolución social del siglo. En ese año de 1906 y primeros días de 1907 ocurren dos acontecimientos de primordial importancia que por lo que se sabe no registró el cine: las huelgas de Cananea y de Río Blanco. ¿Por qué ninguno de los numerosos trashumantes se acercó con su cámara? Quizá a ninguno le interesó; lo que iba en contra de la paz porfíriana era un sin sentido que no valía la pena registrar. Quizá todos se sentían sojuzgados por el lema del gobernante: "Poca política y mucha administración". ¿Quién lo sabe?
1907. La guerra del teatro contra el cine continúa. Algunos de los intelectuales que dieron la bienvenida al cine son ahora sus más violentos detractores, así encontramos que José Juan Tablada publica el artículo "El asesinato de la Tanda"24 en el que compara al cine con los microbios que en la novela de Wells25 destruyen a los marcianos. Poco después Luis G. Urbina será el que en un vitriólico artículo desahogue su ira contra los ricos por preferir el cine al teatro: "…solaz que no exige estudio ni preparación culta, ni intelectualidad, ni nada: el cinematógrafo. Los ojos se enferman, aseguran los médicos; el arte se muere, claman los críticos; el teatro se acaba, gritan los empresarios. No importa; son voces que claman en el desierto… Yo convengo en que el cinematógrafo entretenga la curiosidad de la muchedumbre… La masa popular, inculta e infantil… pero no puedo concebir cómo, noche por noche, un grupo de personas que tienen la obligación de ser civilizadas, se emboben en el Salón Rojo, en el Pathé o en el Monte Carlo, con la incesante reproducción de vistas en las cuales las aberraciones, los anacronismos, las inverosimilitudes, están hechas ad hoc para un público de ínfima calidad mental, desconocedor de las más elementales nociones educativas".26
Poco afectaron al cine, en esta ocasión, esas voces que sembraban prejuicios que todavía duran; nuevas salas y nuevas distribuidoras abrirían sus puertas afianzándolo como el espectáculo más popular.
A principios de año llama la atención del público capitalino el anuncio de la próxima instalación de un nuevo intento por unir el sonido con la imagen: "…Nos referimos al cronomegraphone o sea, para decirlo sin enredos en la lengua, el cinematógrafo hablado;…"27 La presentación tuvo lugar con gran éxito a mediados de febrero, con un programa que incluía fragmentos de óperas y bailes españoles y orientales.
El aumento en el número de salas y las limitaciones para obtener películas contribuyeron a desarrollar los espectáculos en vivo. Magos, malabaristas, equilibristas, bailarinas, títeres, etcétera, etcétera, tuvieron una participación cada día mayor.
La producción cinematográfica continúa en aumento, ese año se realizaron veintiséis películas. La mayor parte de ellas son documentales, y las favoritas son aquellas que retratan la figura impasible de Don Porfirio. Siguen escaseando las películas de ficción, de ese año tenemos noticia de El Grito de Dolores de Felipe de Jesús Haro, película que con gran entusiasmo y poca verdad histórica, según se desprende de una crónica de la época,28 pretendía narrar los inicios de la Guerra de Independencia de México. También data de este año la comedia Aventuras de Tip Top en Chapultepec y El San Lunes del Valedor producida en Orizaba por Aguilar y Bretón.
1908. Nuevos salones y nuevas distribuidoras enriquecen la actividad cinematográfica de la ciudad. Reproducimos algunas frases de la publicidad de una nueva sala (La Arcada) al abrir sus puertas pues dan clara idea de las preocupaciones que predominaban: "…la gerencia tiene mucho cuidado en no adquirir vistas inmorales… La orquesta es del Conservatorio de Música… Hay empleados uniformados que hablan varios idiomas (!!!)… El salón del cinematógrafo está muy bien ventilado… Las vistas son las mejores…".29 Con tantas comodidades ¿quién podía no ir a La Arcada?
Un caso curioso es el de la Academia Metropolitana, que contrató para presentarse entre las sesiones cinematográficas a la "exótica" Lydia Rostow, la cual tuvo tal éxito que la empresa se olvidó por una temporada del cine para concentrarse en el espectáculo que ofrecía la bailarina.
Mientras tanto los enemigos del cine no cejan en su empeño, ahora concentran sus ataques denunciando los males oftalmológicos que decían provocaba el cine: "Sábese que México ya no es solamente la ciudad de los palacios, sino la ciudad de los cinematógrafos, pues por todas partes las salas de proyección abundan. Espectáculo cultísimo que dejaríamos en su auge, si no fuera para llamar la atención acerca de sus defectos que dañan la vista…"30 Y sigue una andanada de todos los males que amenazan a los ojos de los que van al cine; andanada que se convirtió en campaña en la que nu¬merosas "eminencias" aseguraban la ceguera total para los cinéfilos.
Mientras tanto el cine sigue disfrutando del favor del público; en septiembre un grupo de exhibidores decide organizarse para proteger sus intereses frente a las empresas más fuertes y forma la Unión Cinematográfica, S.A.
Otro hecho digno de mención que ocurre ese año es que se realiza la primera producción del Estado mexicano de que tengo noticia: El viaje del señor Presidente a Manzanillo, realizada por Gustavo Silva y producida por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
1909. La más importante producción del siguiente año también se centraba en el Presidente Díaz, se trata de la Entrevista Díaz-Tarft, realizada por los hermanos Alva. Al igual que en la anterior en esta película siguieron fielmente los pasos del Presidente desde su salida de la ciudad de México, el acontecimiento principal, en este caso la entrevista, y su regreso a la ciudad. La escuela iniciada por Rosas y Toscano tenía sus seguidores.
Es interesante destacar también que en septiembre de ese año sale la noticia de que el Dr. Aurelio Urrutia va a exhibir ante don Justo Sierra, Ministro de Instrucción, varias películas sobre sus operaciones más notables.
Los intentos por presentar cine sonoro continúan, ahora es la Academia Metropolitana la que presenta con escaso éxito un pathófano.
Curiosamente es el propietario de un cine, José Alcaide, que lleva el nombre de Cine-Club, el primero en preocuparse por despertar el interés del público citadino por conocer información sobre las películas que exhibe, destacando en su publicidad los nombres de los intérpretes, del autor del argumento, del director, y aun dando detalles sobre la música cuando era escrita originalmente para el filme: dando así los primeros pasos para establecer una incipiente cultura cinematográfica.
1910. Es un año crucial para la historia. El porfirismo festejaba el centenario de la independencia de México con un esplendor que intentaba esconder la evidente descomposición del régimen. Los camarógrafos se dan vuelo filmando los acontecimientos sociales, desde la inauguración del manicomio hasta los fastuosos desfiles del 16 de septiembre (aniversario de la independencia). El veintidós de ese mes, dentro de los festejos del centenario, la Universidad vuelve a abrir sus puertas, ahora como institución Nacional, gracias a los esfuerzos de Don Justo Sierra. El cuatro de octubre se promulga el Bando que declara Presidente de la República, por octava vez, al general Porfirio Díaz. Con fecha cinco de octubre, los antireeleccionistas encabezados por Don Francisco I. Madero manifiestan su protesta en el Plan de San Luis. Allí fijan para el inicio de la Revolución el 20 de noviembre. El 18 de ese mes hay un violento enfrentamiento en Puebla cuando las fuerzas del gobierno toman por la fuerza la casa del gran demócrata mexicano Aquiles Serdan.
Como decíamos antes, la producción cinematográfica de ese año se dedica fundamentalmente a registrar los festejos del centenario, esto hace que destaque más el anuncio de que "La empresa del Cine-Club exhibirá el jueves 14 de julio de 1910 la grandiosa vista histórica mexicana intitulada El suplicio de Cuauhtémoc, representada por actores mexicanos y tomada en el lugar de los acontecimientos. Esta es la primera en su género sacada por la ya potente negociación de películas Unión Cinematográfica S.A. la cual está hoy surtiendo a los principales salones de la capital y fuera de ella".31
1911. La violencia se extiende por todo el país. El presidente Díaz se ve obligado a renunciar a mediados de mayo y a exiliarse en Francia, los camarógrafos lo acompañan y lo ven partir a bordo del "Ipiranga"; mientras tanto Madero atraviesa la República en gira triunfal que culmina en la ciudad de México. Es el símbolo de la democracia. Es elegido presidente: Su política responde a los intereses de la burguesía y las protestas no se hacen esperar. En el sur Emiliano Zapata proclamará el Plan de Ayala exigiendo Tierra y Libertad.
El cine recuerda su función como testimonio y enfoca su objetivo sobre la Revolución; los nuevos caudillos tomarán el sitio de Díaz, y las batallas y las marchas de las tropas, el de los saraos y los desfiles de carros alegóricos. Fiel a sí mismo narrará los más importantes acontecimientos en una historia que respeta el orden temporal y el geográfico, y que lleva en una línea a un final de apoteosis. Con pretendida objetividad divertirá al público con los principales acontecimientos históricos que vive la Revolución. La película más ambiciosa del principio de la Revolución es Insurrección de México de los Hermanos Alva, dividida en tres partes que sumaban cinco mil metros, lo que obligaba a los exhibidores a proyectar una parte cada día. A los Alva se debe también Viaje triunfal del Jefe de la Revolución Don Francisco I. Madero desde Ciudad Juárez hasta la ciudad de México, y Viaje del Señor Madero a los estados del Sur; mientras Guillermo Becerril, hijo, "mostraba el enfrentamiento de tropas campesinas leales a Madero y fuerzas del antiguo ejército federal"32 en Los últimos sucesos sangrientos de Puebla y La llegada de Madero a esa ciudad.
Por otra parte la influencia del cine extranjero empieza a notarse pues ese año se realiza la película Hojeando el año de 1910 en base de notas breves al estilo de los noticieros Pathé.
Al contrario de lo que podría suponerse la Revolución contribuye a aumentar la asistencia del público a los cines. La emigración del campo a las ciudades, la inestabilidad que se vive, la necesidad de una distracción, los lleva a buscar ese refugio por las tardes, ya que por la mañana los salones cinematográficos se convertían en lugar de reunión política donde se celebraban mítines y asambleas.
Los cambios violentos no parecen afectar a los innovadores; en Guanajuato, don Indalecio Moriega, inventa y patenta un nuevo sistema para sonorizar el cine, con el que filma varias películas.
No podemos terminar el año sin señalar que en contraposición con la violencia que vive el país, entre las escasas notas sobre cine que publica la prensa por esos días, hay una que subraya los valores del cine como educador,33 otra más sobre el cine científico34 y una tercera que mezcla su valor como delator de la presencia de microbios con su utilidad policíaca para identificar a los participantes en manifestaciones.35
1912. La medida del interés que despertaba en el público el cine de la Revolución nos la da el hecho de que la película Sucesos y toma de Ciudad Juárez, tercera parte de Insurrección de México, de los Alva, seguía exhibiéndose con éxito como "novedad" un año más tarde. Otra película de los Alva es "la obra más ambiciosa de los camarógrafos nacionales, Revolución Orozquista… de 1500 metros…".36 Pascual Orozco, quien había sido considerado "brazo derecho" de Madero y "alma de la Revolución de 1910"37 se levanta en armas en Chihuahua contra el presidente Madero. El General José González Salas, Ministro de Guerra y Marina renuncia a su cargo y pide ser enviado a combatirlo. Muere en combate y Madero manda al General Victoriano Huerta a reemplazarlo. Orozco es derrotado después de cruentas batallas. "Durante la filmación los fotógrafos fueron víctimas de muchas vejaciones y su vida estuvo en inminente peligro, pues las balas cruzaron en donde se encontraban con sus aparatos que sufrieron serios desperfectos".38 Poco después en Veracruz, Félix Díaz, sobrino del presidente derrocado, se levantó en armas, ahora es Enrique Rosas quien realizará otra importante película; Revolución en Veracruz. Registrando los acontecimientos que habrían de conducir a la derrota y prisión del General Félix Díaz y del General Bernardo Reyes, padre del ilustre humanista mexicano, don Alfonso Reyes quien por aquellos días iniciaba en Madrid, España, la crítica cinematográfica en lengua castellana, escribiéndola al alimón
con el también mexicano don Martín Luis Guzmán y publicándola con el seudónimo de "Fósforo".
A pesar de que el cine hecho con una concepción propia atraía al público que llenaba las salas no deja de haber quienes buscan en la producción extranjera un estilo de hacer cine, esto vuelve a manifestarse por el nuevo intento de presentar un noticiero a la manera de los de Pathé o de Gaumont; y así en septiembre es llevada a las pantallas la Revista nacional de la cual sólo salió ese primer número.
En los periódicos se sigue insistiendo en la importancia del cine como educador: "El cine ya no es un medio de diversión sino también de aprender… Las imágenes que impresionan la retina de los niños se olvidaban mucho menos que las explicaciones orales sin ningún atractivo… El cinematógrafo escolar vendrá a ser con el tiempo un museo pedagógico…".39 Al mismo tiempo comienza a aceptarse como válido que el cine reconstruya la realidad cuando no ha tenido oportunidad de registrarla: "…el cine es historiador, novelista y poeta. Ejerce también de reporter con increíble celeridad, disponiendo para ello de medios informativos poderosos. Cuando se ve imposibilitado de presenciar acontecimientos memorables hace que éstos se repitan de nuevo…".40 Los rígidos conceptos del cine como verdad objetiva comenzaban a debilitarse.
A fines del año los hermanos Alva realizan la única película de ficción de que tenemos noticia, Aniversario del fallecimiento de la suegra de Enhard con los cómicos Alegría y Enhard. Se trata de una muy interesante comedia en la que se mezclan escenas callejeras, algunas dentro de la más pura tradición de la plástica mexicana de la segunda mitad del siglo pasado, con escenas que ocurren en escenografías obviamente teatrales y algunos detalles del naciente lenguaje cinematográfico. Por el desarrollo y sobre todo por la conclusión de la anécdota, la película me da la impresión de haber sido hecha como introducción al acto de variedad que presentaban en el cinematógrafo Alegría y Enhard; de ser así la película representaba una importante innovación conceptual en su momento.
1913. Es un año de luto en la historia de México. En la Embajada de los Estados Unidos de América y bajo la personal dirección del embajador Henry Lane Wilson, se fragua el golpe de estado que habría de acabar con el gobierno democrático y con la vida del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. En un violento enfrentamiento en la capital, que duró diez días y al frente del cual se puso el sátrapa General Victoriano Huerta, se dio fin a la democracia. Emiliano Zapata en el sur y Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, en el norte, se levantaron en armas contra el traidor encendiendo de nuevo la llama de la revolución.
Los momentos de mayor angustia y violencia de la "Decena Trágica" fueron registrados en película por los numerosos camarógrafos que habitaban en la capital. Pero la situación política había cambiado radicalmente, el nuevo gobierno no veía con agrado que el público encontrara información política en los cinematógrafos, por lo que los temas nacionales de actualidad salieron pronto de las pantallas. Este control de la exhibición tuvo pronto el respaldo de un reglamento que ponía en manos de la autoridad el derecho de prohibir cualquier exhibición que afectara sus intereses: "…el gobernador del Distrito, así como la persona que presida, tiene facultad para suspender la exhibición de una película en que se ultraje directa o indirectamente a determinada autoridad o persona, o a la moral o a las buenas costumbres, se provoque algún crimen o delito, o se perturbe de cualquier modo el orden público".41 No contentos con este artículo que prácticamente ponía en sus manos la posibilidad de prohibir cualquier cosa, más adelante precisaba la prohibición específica a todos los "asuntos que inciten a la rebelión o puedan provocar desórdenes o escándalos".42 Con este reglamento parecía ponerse fin al cine testimonio.
La prohibición de filmar escenas testimoniales afecta también a los camarógrafos norteamericanos los cuales habían realizado ya algunas películas como Los peligros de Díaz (1911), Juárez después de la batalla (1911) o más recientemente Trip from Veracruz
to Mexico City (1913), de Frank S. Dart, en la que se mostraron cruentas escenas de la Decena Trágica que culminaban con el asesinato de Madero. Esta prohibición llegó al terreno de los hechos en el caso del camarógrafo norteamericano Fritz Wagner a quien se le secuestró parte del material que había filmado y con el resto tuvo que editar una película favorable al gobierno, supervisado personalmente por Victoriano Huerta.
1914. Ante el interés que las escenas de la Revolución Mexicana despertaban en el público norteamericano, los productores de ese país comenzaron a ingeniárselas para obtener materiales. El más audaz fue Henry E. Aitkeen, presidente de la New York Nation Pictures Co. quien envió un representante ante Francisco Villa para convencerlo de firmar un contrato en exclusiva. El sentido que para la autopromoción tenía Villa hace dudar de quién convenció a quién, el caso es que Villa firmó un contrato de exclusividad por 25 mil dólares en que se especificaba que la película sólo se exhibiría si él triunfaba y en el que se comprometía a repetir escenas de batallas si éstas no quedaban bien filmadas. Así para la batalla de Ojinaga; Villa iba escoltado por cuatro camarógrafos de la Mutual, y otros mexicanos ya que no respetó la exclusividad, desarrollando una espectacular movilización de tropas, las imágenes sin embargo, no correspondieron al esfuerzo por los numerosos problemas técnicos, las grandes polvaredas por ejemplo, que los camarógrafos no fueron capaces de resolver.
Para la toma de Torreón por Villa el esfuerzo de producción fue mucho mayor intentando resolver los inconvenientes y llegando al extremo de que el Estudio distribuyó uniformes para evitar que las fuerzas villistas se vieran como lo que eran, un grupo desarrapado. El primer enfrentamiento fue en Gómez Palacio y Villa cumplió su palabra de luchar sólo de día, lo que unido a los adelantos técnicos con que se habían provisto los camarógrafos permitió un excelente registro del combate. De allí se fueron a Torreón con los mismos buenos resultados. Días después de la Toma de Torreón la armada norteamericana ocupó Veracruz, y Villa expulsó a todos los camarógrafos norteamericanos por lo que la Mutual se quedó sin registrar las siguientes batallas o la culminación, la entrada triunfal de Villa en la ciudad de México.
Por su parte los camarógrafos mexicanos, poniendo en peligro aun sus propias vidas, seguían registrando los principales acontecimientos, sabedores que mientras durara el régimen de Huerta sus películas no serían exhibidas. Caso excepcional es el del largometraje Sangre hermana, película de argumento realizada ese año por los Hermanos Alva, que olvidaban su pretendida objetividad para narrar los enfrentamientos en el sur de forma agradable para el Huertismo, lo que permitió su exhibición pública.
Contra lo que pudiera creerse, mientras mayor era la represión y la violencia, mayor era la asistencia del público a los cines. Los citadinos se escapaban de la dura realidad cotidiana en los salones cinematográficos, entre ¿Quo Vadis? y Marco Antonio y Cleopatra.
La competencia por atraer al numeroso público seguía entre los exhibidores, y ese año el Salón Rojo anunciaba: "…Siempre hay que tener presente las grandes catástrofes cinematográficas que ha habido tanto en la ciudad como en Irapuato y últimamente en Acapulco, donde sucumbieron más de mil personas: catástrofes motivadas por el incendio de películas. Felizmente estas catástrofes pueden evitarse gracias a un laudable, supremo esfuerzo de la humana inteligencia: la creación de películas ininflamables, invención de la Casa Pathé Frères, de París, y que en México únicamente usa, para garantía de su selecto y numeroso público, el Salón Rojo…".43 En la nota se pedía más adelante la intervención de las autoridades para que se prohibiera la exhibición de películas con base de celuloide; habrían de pasar casi cuarenta años para que se generalizara en el mundo el uso de materiales no inflamables.
El Salón Rojo convirtió en tema central de su propaganda el hecho de que sus películas no eran inflamables, llegando a publicar notas tan delirantes como ésta:
"¡Mexicanos! Dad al olvido las amarguras del pasado. Unidos todos porque la Unión hace la fuerza. Unidos todos acudid hoy al Salón Rojo para apreciar los estrenos de hermosísimas vistas… En el Salón Rojo no hay peligro de que entre el más temible enemigo, el fuego, pues todas las películas que usa son ininflamables, de ninguna manera arden, ni aún con el fuego nutrido de un cañón. El Salón Rojo con esto ofrece a su público una garantía incalculable. Federales, voluntarios, revolucionarios, paisanos, pobres y ricos, tienen las mismas garantías en este hermoso salón de arte y recreo…".44
Y así, mientras el Salón Rojo llamaba a la unidad de los mexicanos en torno al cine, Victoriano Huerta huía para los Estados Unidos y el Ejército Constitucionalista se aprestaba para entrar en la ciudad de México.
1915. El cine Independiente de Mérida, Yucatán, anunció el 9 de febrero: "¡Próximamente! Sensacional estreno de la cinta titulada Revista Yucateca, interesante película que contiene además de los jardines, edificios, avenidas y paseos más famosos y concurridos de Mérida, todas las historias y renombradas vistas de las ruinas de Uxmal. Esta es la primera cinta perfecta y acabada que se edita en Mérida. Tan preciada joya es debida al conocido artista Sr. Jesús Abitía, actualmente residente entre nosotros".45
La estancia de Abitía en Yucatán no fue, sin embargo, muy prolongada ya que por esa época él era el camarógrafo personal del general Alvaro Obregón, su amigo de la infancia, al que acompañará en sus campañas filmando todas sus hazañas.
Por esos días se inicia la asociación para realizar películas de dos cinéfilos yucatecos: Carlos Martínez de Arredondo y Manuel Cirerol Sansores. Asociación que pronto daría frutos en producciones como el Noticiero Peninsular que empezaron a elaborar en marzo de ese año, o la primera cinta hecha con dinero del gobierno del estado: El henequén de Yucatán. De esta colaboración nacería una empresa, la Cirmar Films que ese mismo año produciría dos interesantes medio metrajes de ficción: La voz de su raza y Tiempos Mayas.
Dentro de este ambiente de auge cinematográfico propiciado por el gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, quien comprendió claramente el valor propagandístico del cine entre una población en la que predominaba el analfabetismo, se produjo ese año la que quizá fue la primera película de dibujos animados hecha en México y que llevó el título de Mi sueño.
La ciudad de México mientras tanto vivía tiempos difíciles, tras la huida de Huerta el año anterior, entraron las fuerzas carrancistas, las que a su vez tuvieron que abandonarla en manos de las fuerzas de la convención (Zapata, Villa, Eulalio Gutiérrez); Venustiano Carranza instaló su gobierno en Veracruz y envió al General Alvaro Obregón a recuperar la ciudad de México. Los enfrentamientos eran constantes y frecuentemente terribles. El hambre azotaba a la ciudad de México que sólo encontraba esparcimiento en los salones cinematográficos, los cuales no sólo no aumentaron sus precios sino que inclusive abrieron nuevos recintos.
En Veracruz Enrique Echaniz Brust y Salvador Toscano estrenan la primera versión de La historia completa de la Revolución de 1910 a 1913. Aun cuando no tenemos noticia de más producciones sí podemos afirmar que los camarógrafos mexicanos seguían regis¬trando los acontecimientos que conmovían al país.
1916. Es un año de auge para el cine en México, de diversas ciudades de la República llegan noticias de actividad: de Monterrey, de Mazatlán, de Aguascalientes, de Mérida… En esta última Carlos Martínez de Arredondo y Manuel Cirerol realizan el primer largometraje mexicano de ficción del que tengamos noticia, se trata de 1810 o Los Libertadores, verdadera superproducción de diez mil pies de longitud en la que gracias al apoyo del General Alvarado participaron como extras cuatrocientos soldados.
El tema era histórico, la Guerra de Independencia de México. De ella Martínez de Arredondo decía:
"En aquel tiempo, sólo conocíase el cine mudo, nosotros quisimos hacer algo más que la presentación común, y se le adaptó a la película una música especial, con la colaboración del maestro Fausto Pinedo, y en el foro preparamos lo necesario para imitar los ruidos. Al salir en la pantalla el reloj que marcaba las once de la noche, un murmullo de aprobación en la sala del Teatro coincidió con las once campanadas que dejaron oírse. La venerable figura del Padre de la Patria llamando al pueblo a luchar por su independencia fue acogida con un grito de hondísima emoción: ¡Viva el Cura Hidalgo! seguido de nutridos aplausos. Después, cuando Hidalgo empuñando el estandarte de la Virgen de Guadalupe atacó la Alhóndiga de Granaditas, los toques de clarín que ordenaban el asalto, el tronar de los cañones, el estallido de la fusilería; llevaron al delirio el entusiasmo del público que daba voces enardecido, como si estuviera realmente en el campo de lucha. Al final la orquesta tocó nuestro himno, acompañada por las dianas de cornetas y tambores para saludar a la bandera nacional que ondeó en la pantalla con sus vivos colores: verde, blanco y rojo, iluminados a mano. Yo allí junto a la caseta experimentaba una de mis más grandes emociones. Todavía hoy al recuerdo de aquella noche se humedecen mis cansados ojos".46
En la ciudad de México mientras tanto había aparecido publicada en la prensa una convocatoria para escribir argumentos cinematográficos:
Bases
"Primera. La Compañía Cinematográfica Queretana, S.A (de reciente creación) convoca a todos los escritores del país para que presenten un argumento cinematográfico, siendo el tema algún episodio de la revolución iniciada por Francisco I. Madero y llevado a feliz término por el C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Sr. Venustiano Carranza.
"Segunda. El argumento deberá ser escrito en forma de novela corta…".47
El jurado quedaba integrado, además de por el director de un diario, por representantes de los ministros de Guerra y Marina, y de Instrucción Pública y Bellas Artes, así como por los directores de la compañía. No pudimos ubicar más información al respecto, sólo que la Compañía Cinematográfica Queretana estrenó en marzo del siguiente año, y ante un público en el que destacaba la presencia de funcionarios del gobierno la película Reconstrucción Nacional.
Otro importante acontecimiento de ese año de 1916 es que en septiembre el actor Manuel de la Bandera funda una academia para formar a los actores que la incipiente industria cinematográfica nacional va a demandar. Así como el hecho de que la actriz Mimí Derba da a conocer en noviembre sus planes para formar una empresa productora "que desarrolle asuntos de interés nacional inspirados en temas netamente históricos, que muestren las verdaderas costumbres mexicanas y que estimulen el ánimo público orientándolo hacia las tendencias sociales que nuestra civilización requiere…"48
Mientras, el pleito entre las distribuidoras continúa, atribuyéndose cada una las mejores películas, pese a la guerra que vivía Europa y acusando a la competencia de distribuir solamente películas viejas.
A partir de esta fecha el cine europeo comienza a perder la casi absoluta prioridad que tenía en las pantallas de los cines mexicanos; lentamente el cine norteamericano lo va sustituyendo modificando los gustos del público hasta alcanzar el predominio que persiste en la actualidad.
Los impuestos sobre los espectáculos van haciéndose cada vez más gravosos por lo que al finalizar el año los teatros y los cines cierran sus puertas en señal de protesta. Las autoridades aceptan hacer una reducción a los impuestos.
1917. Los teatros la encuentran insuficiente y se lanzan de nuevo contra los cines "pidiendo que sólo a los cines debían cargarse fuertes gravámenes por el daño que ocasionaban, y no al teatro, que solo trataba de educar al pueblo. No se acordaban estos defensores que el teatro como tal estaba en plena decadencia…".49 Pronto se estableció una violenta polémica en los diarios que dio paso a reuniones de la gente de teatro: "A las cinco de la tarde la sala del Principal presentaba un aspecto pintoresco, y empresarios, actores, autores y cronistas teatrales, en amigable consorcio. Iban a defender los intereses de todos que son, en este caso, los intereses de cada uno".50 La crónica del día siguiente se lanzaba con pasión contra el cine: "Los artistas teatrales se han unido para defenderse del peligro que con la invasión de los cinematógrafos los amenaza…
"¿Y el público? ¿Acaso todos los habitantes de esta metrópoli son afectados al mudo espectáculo y las tinieblas cómplices de caldeados idilios? ¿Acaso todos creen en la existencia del arte supuesto en esas fotografías de movimiento y de vértigo? ¿Acaso todos merecen el castigo de ser obligados a divertirse en la penumbra con los convencionalismos cinematográficos, donde el más noble don de la humanidad —la palabra— queda abolido?".51
A la defensa del cine salió el propietario del Salón Rojo, Jacobo Granat, quien entre otras cosas dijo: "Se estima que la pantalla solamente refleja crímenes, obscenidades, desnudeces, escenas descarnadas de amores adúlteros, porque quizá así conviene a determinados intereses, pero se ha olvidado puniblemente que al cine se debe la revelación de las grandezas humanas, los encantos de la naturaleza, la reconstrucción de epopeyas y acontecimientos históricos de todas las épocas y la grandiosidad de la "mise en scene" imposible de implantar en otra clase de espectáculos cualesquiera que sea su importancia.. ."52
El señor Granat concluyó su declaración anunciando que ya tiene adquirido el equipo y pronto va a producir películas que serán una nueva fuente de trabajo para los actores.
"En vista del auge cada vez creciente que está alcanzando en México, el arte cinematográfico, aún sobre otros espectáculos, a causa de su gran significación cultural en las ciencias, artes, industrias, etcétera, este periódico ha acordado nombrar un cronista especial para las exhibiciones cinematográficas…".53 Con esas palabras da a conocer el diario El Universal su propósito de publicar diariamente la crónica del acontecer cinematográfico, quedando esta columna a cargo de Hipólito Seijas, seudónimo de Rafael Pérez Taylor, quien curiosamente había quedado un par de días antes con Eduardo Pastor y Enrique Maurente en la comisión encargada de elaborar el memorial de la reunión de artistas teatrales que comentamos arriba.
Ese año es el año en que los grupos de la burguesía nacionalista que encabezaba don Venustiano Carranza, comienzan a consolidarse en el poder. El 5 de febrero es aprobada en Querétaro la Constitución Política que aún hoy nos rige; en mayo Venustiano Carranza toma posesión como presidente de la República. El gobierno da los primeros pasos para institucionalizar la Revolución.
Y es el año en que la producción cinematográfica nacional adquiere un nuevo impulso, orientándose hacia el cine de ficción. En Yucatán, la Cirmar Film, produce un nuevo largometraje El amor que triunfa, obteniendo un nuevo éxito "…Y así todos los demás artistas que demostraron propiedad tal que, a pesar de ser la primera vez que se encontraban frente a un objetivo, tenían gastos y actitudes de comediantes acostumbrados al cinematógrafo. Y los marcos que encuadraban las escenas ofrecieron perspectivas preciosas tomadas aquí, en las áridas tierras yucatecas, y efectos de luz bellísima…"54
Es sin embargo en la ciudad de México en donde el auge de la producción es más notorio. En febrero El Universal publica una nota crítica55 sobre algunas escenas de la película Fatal orgullo, cuyo protagonista era Manuel de la Bandera, a quien por otra parte Seijas dedica un extenso artículo por su labor al frente de la Academia Cinematográfica.56 Para anunciar días después, manifestando su oposición ya que al fin y al cabo Pérez Taylor era hombre de teatro… "que la Dirección General de las Bellas Artes va a fundar la cátedra del cinematógrafo…". 57 Aunque un par de días antes ha pretendido aclararnos su actitud frente al cine en un cálido reportaje sobre Mimí Derba y su película Chapultepec que se haya en proceso de realización, en la sociedad que formó con Enrique Rosas, al poner en boca de unos actores ayer de teatro, hoy de cine, la siguiente frase: "nosotros no atacamos al cine, criticamos las perversas intenciones de algunos alquiladores, que quieren desmoronar escenarios para quitarnos la manera de vivir. Nosotros amamos al cine".58
Sorpresivamente se estrena la película La luz, a la que frecuentemente se ha señalado como la primera película mexicana seguramente por el olvido en que cayó el cine de este período, olvido que llegó al extremo de que hace unos quince años había quien afirmaba que en México no había habido cine antes del sonoro.
La Luz era prácticamente la versión mexicana de El fuego (19…) de Piero Fosco, si ésta se divide en "La chispa", "La llama" y "Las cenizas" aquélla lo hace en "Alborada", "Cenit" y "Ocaso". La crítica, unánime, hace polvo el argumento, destacando sin embargo, la excelente fotografía de Ezequiel Carrasco y la belleza de la incipiente actriz Ema Padilla a la que todos comparan con Pina Menichelli.
Poco antes del estreno público de La Luz, la actriz María Conesa presentó en el Salón Rojo su película El pobre Valbuena. Mientras Mimí Derba ampliaba sus planes de producción en la Azteca Film con dos nuevos argumentos: En defensa propia original de ella misma y Entre la vida y la muerte, de Eduardo Gómez Haro.
En los primeros días de junio principia el rodaje de Maciste turista, como es fácil deducir por el nombre, se trata de otra cinta con obvia influencia del cine italiano; el personaje creado por Bartolomeo Pagano es interpretado en esta versión por el luchador mexicano Enrique Ugartechea.
A fin del mes Manuel de la Bandera presenta la película Triste Crepúsculo, hecha con sus alumnos de la Escuela Nacional de Música y Arte Dramático. Y al empezar Julio Rosas-Derba presentan al público la cinta En defensa propia; la Azteca Film fue la empresa más importante del año, durante 1917 produjeron ocho películas. Manuel de la Bandera por su parte organiza una compañía, la Quetzal Film y produce la película Obsesión. Cierra el año la cinta de Santiago Sierra: Barraca trágica; en Mérida la Cirmar producirá todavía El Charro Negro.
El auge del cine de ficción pasa a segundo término al cine testimonial, aunque no dejen de producirse películas de este género como: Nueva Patria del general Jesús Garza o la Carrera de automóviles que fotografió Ezequiel Carrasco. También se intentó la producción de un nuevo noticiero Semana Gráfica.
Las últimas líneas de un balance sobre el cine mexicano de ese año de "Roberto El Diablo" nos dan una clara opinión de la situación: "…hay en México artistas aceptables, competentes operadores y malos argumentistas; esto es lo que nos dice nuestra cinematografía en 1917".59
1918. Se inicia con una nueva protesta de los propietarios de los cines por lo elevado de los impuestos. "El Presidente Municipal, señor Zetina, contestó a los comisionados que, dadas las actuales necesidades de la administración pública, ningún impuesto debería ser considerado por los contribuyentes como oneroso…",60 pero que su petición sería estudiada.
Mientras tanto la incipiente producción nacional tiene sus primeros choques con distribuidores y exhibidores, María Luisa Ross, autora del argumento de Obsesión, registra la propiedad literaria y se les enfrenta amenazándolos con fuertes sanciones si mutilan la película o si exhiben copias piratas en los estados.
En enero se estrenó finalmente Maciste Turista, y una película inspirada en la leyenda de la aparición de la Virgen de Guadalupe ante Juan Diego, Tepeyac de Carlos E. González.
En agosto del año anterior junto con el anuncio del estreno ese mes de su película El Vértigo de Eduardo Macedo, la "México Film" informó que estaba preparando la cinta Tabaré bajo la dirección de Luis Lezama, misma que estrenó en febrero. El film, basado en el poema de Juan Zorrilla de San Martín, fotografiado por Ezequiel Carrasco, fue un éxito.
Para marzo se dio a conocer Muerte Civil de Demezzi, basado en la obra de Giacometti y fotografiada por Samuel Tinoco, quien el año anterior había hecho una comedia de la cual no se conserva el título.
En julio se estrena la primera versión de Santa dirigida por Luis G. Peredo, para saltar hasta diciembre cuando se estrena Caridad, también de Peredo. En el intervalo se anuncia la realización de varias películas, como Atavismo de Enrique Tovar o de una película para niños de cuyo estreno no hay noticia.
Paralela a esta producción siguió la de cine testimonial a la que volvió nuevamente los ojos la empresa Rosas-Derba: Sepelio de Quinito Valverde y del aviador Paniagua; o las Fiestas Patrias de 1918 de los Films Colonial; o Vuelos de nuestros aviadores de la Sociedad Anunciadora Mexicana.
En febrero se hace un nuevo intento por hacer un noticiero, la Revista Universal, como los anteriores no tiene ninguna continuidad.
Compitiendo con la película Tepeyac, del mexicano Carlos E. González se estrena en julio La Virgen de Guadalupe, del norteamericano Geo A. Wright. El Salón Rojo se apresura a aclararlo en un anuncio:
"La mejor remembranza… que admirará POR PRIMERA VEZ EL PUBLICO MEXICANO…
La Virgen de Guadalupe es una obra cinematográfica producida con verdad y veneración, y que no debe confundirse con ninguna otra que adaptando recientemente este título anteriormente se haya exhibido con otro nombre".61
La nota terminaba con los elogios del Vicario General de la Iglesia Mexicana y su recomendación "a todos los buenos católicos…"
No era ésta la primera, ni sería la última producción norteamericana con temas mexicanos. Al mismo señor Wright se debió la película Escenas maravillosas de México, exhibida poco después. En abril se había proyectado El último Azteca (The Woman God Forgets, 1917) que provocó una reacción en contra ya que "…trata un asunto histórico mexicano en el cual ni el asunto, tal como se trata, ni los detalles están en la verdad histórica que corresponde a la época y episodios que se intentó explorar.
"Esta película es absurda y además constituye una falsa fuente de información… la misión del cinematógrafo cuya característica es la copia fiel de la realidad humana, debe constreñirse a su radio de acción sin intentar medrar en campos artísticos falsos o desconocidos".62 Además de este cine tan típico de Hollywood, que hería la sensibilidad nacional por faltar a la verdad histórica, agravada la falta por la concepción tan característica que en México había sobre el cine como verdad y que todavía predominaba por esas fechas, en Estados Unidos se hacía en esa época un cine pretendidamente documental encaminado a degradar ante el mundo la imagen de México y su Revolución, lo que llevó a nuestro gobierno a producir y exhibir, sobre todo a lo largo de todo el continente americano, varios cortos de propaganda para México; llegando inclusive el embajador mexicano en Washington a hacer gestiones para tratar de "evitar que las empresas de compañías cinematográficas sigan lanzando al mercado films en los que por su carácter, la intención, modo de conducirse de los protagonistas o la entraña del argumento se propaguen especies falsas o se pretende hacer creer al público norteamericano que nosotros los mexicanos estamos en condiciones sociales o morales inferiores a las que verdaderamente poseemos…".63 El conocimiento de este cine fue un estímulo más para los realizadores mexicanos que intentaron hacer un cine que contribuyera a que "se sepa allende los mares que en nuestra patria hay gente culta, que hay cosas dignas de verse y que ese salvajismo, ese atraso en que se nos presenta en falsas películas de cine…".64
La carencia de una distribución organizada puso fin a los sueños de internacionalización de la mayoría de los cineastas cuyas películas fueron compradas a precio fijo por los exhibidores, y difícilmente proyectadas fuera de su lugar de origen.
La guerra mundial mientras tanto sigue manifestándose en múltiples formas sobre la exhibición en México, y no sólo en la disminución de películas europeas. En mayo la legación alemana intenta parar la proyección de la película La catástrofe del Lusitania, "…se presentó en el Coliseo el señor Inspector General de Policía… acompañado de un representante de la Legación Alemana, ordenando la suspensión de la matiné en tanto que dicho funcionario se diera cuenta de la clase de película…".65 Finalmente la proyección pública no se suspende.
El apoyo a los aliados es tan general e importante que Jacobo Granat, dueño del Salón Rojo y de otros siete cines intenta desvirtuar un ataque de la Unión de Empresarios de Cine acusándolos de estar contra la causa aliada.
"No se sabe con qué torcidas intenciones se ha empeñado don Jacobo Granat en desvirtuar la lógica actitud que han adoptado últimamente los empresarios de cine y algunas casas alquiladoras de películas.
….
"La Unión de Empresarios sólo tiene por mira defender sus intereses contra el poder del monopolio…
"La parte delicada de este asunto es que el señor Granat ponga en juego ardides de mala ley, pretendiendo dar carácter internacional a lo que sólo tiene el carácter de una rudimentaria defensa comercial.
"El empresario de ocho salones dice que los empresarios restantes son desafectos a la causa Aliada…".66
La situación se complica para septiembre pues Alvarez Arrondo quien por cierto no firmaba el documento de la Unión de Empresarios, es virtualmente acusado por distribuir en México "la película americana titulada Quién es el primero sobre la cual recaen en estos momentos las sospechas de las autoridades americanas por conocer en sus escenas y leyendas indicaciones ocultas sobre los movimientos y planes del ejército y armada americanas…".67 Con esto la importación de películas a México se ve seriamente amenazada hasta que logran que el Comité de Información Pública de los Estados Unidos acepte ser "… el conducto oficial para los pedidos de películas y distribución de las mismas después que la censura americana haya examinado escrupulosamente las films sospechosas para evitar cualquier intento de espionaje por parte de los agentes alemanes".68
Hablando de censura hay que hacer notar que había sido vuelta a imponer en México a partir de marzo de este año, más por una preocupación del Ayuntamiento de allegarse más fondos que por otra razón. Las protestas por la imposición de la censura al cine fueron numerosas, de entre ellas destacamos estos conceptos del periodista Jerónimo Coignard (Francisco Zamora): "La moralidad es algo que varía con las edades, con el sitio y con el traje; un concepto tan variable no puede servir de base a ningún juicio… ¿Cómo va a hacer el municipio para captar esa idea escurridiza de lo moral y lo no moral a fin de aplicarla a las películas cinematográficas? No sé, pero lo que sí sé es que la moralidad se hará pagar muy cara en las oficinas municipales de censura y así tendremos, gracias a la moralidad películas inmorales consentidas por motivos de moralidad buro¬crática…".69
1919. Es el año de El automóvil gris de Enrique Rosas, única película de este período que nunca fue olvidada ya que en 1933 los herederos de Rosas la reeditaron y sonorizaron, la nueva versión seguía explotándose comercialmente en México a mediados de los sesenta. La película se basa en acontecimientos reales: en 1915 una banda de asaltantes vestidos con uniformes militares y tripulando un auto gris asoló a la ciudad de México. La cinta de Rosas representa la culminación de esa corriente que arriba hemos llamado la Escuela Mexicana; narra en forma tal que conserva la unidad de acción en acontecimientos reales, novelándolos pero conservando su verismo testimonial al grado que la secuencia final, el fusilamiento de los bandidos, es la imagen auténtica del ajusticiamiento.
Aun cuando la película de Rosas se estrenó cerca de fin de año comenzamos a encontrar noticias de ella desde enero cuando un distribuidor oportunista exhibió la cinta The Scarlet Runner (19…) con el título El automóvil gris, provocando la consiguiente denuncia de Enrique Rosas quien ya preparaba su film. "…El verdadero Automóvil Gris, película Nacional de palpitante actualidad, se está editando y pronto verá la luz, en la inteligencia de que está asegurada con arreglo a la ley., Enrique Rosas. Fabricante de Películas naciona¬les".70
Los problemas de Rosas no terminaron ahí, el productor y exhibidor Germán Camus se había apresurado a concluir otra versión de asalto y crímenes a la que pretendió titular La banda del au-tomóvil gris, Rosas no logró retrasar la exhibición pero sí que suprimieran el color del automóvil, y así en septiembre se estrenó La banda del automóvil o La dama enlutada, primera película mexicana en episodios.
Finalmente en diciembre, y con un éxito espectacular estrenaría Enrique Rosas su Automóvil Gris "en los veintiocho cines que formaban el circuito del Olimpia".71
Ese año de 1919 fue un año rico en producciones, en enero se estrenó Caridad de Luis G. Peredo, en mayo María de Rafael Bermúdez Zataraín, basada en la novela de Jorge Isaacs; en julio, Manuel de la Bandera presentó su muy ambiciosa, y parece que frustrada, Cuauhtémoc; en agosto se estrenó El eco del abismo de Santiago J. Sierra y en septiembre, además de la ya mencionada Banda del automóvil, se estrenó Dos corazones de Francisco Lavillete, El rompecabezas de Juanillo y Xandarof o Venganza de bestia, última producción de la Cirmar Films. Entre las producciones que se estrenaron en los últimos meses del año es interesante destacar Honor militar de Juan Canals de Hons por tratarse de una producción de la Secretaría de Guerra y Marina.
El cine testimonial por su parte siguió presente en la producción nacional, destacando este año la película de Rosas, Emiliano Zapata en vida y muerte, realizada a raíz del asesinato del Caudillo del Sur ocurrido el 10 abril de ese año.
Otro aspecto importante en la producción fue la aparición regular semanal de la Cine Revista "México" que producía la Compañía Mexicana Manufacturera de Películas.
"La Cine Revista 'México' habla al corazón de los humildes y de los potentados.
"La Cine Revista 'México' es netamente nacional.
"La Cine Revista 'México' no tiene subvención de Gobierno como se cree.
"La Cine Revista 'México' es la antítesis de "ciertas películas" que nos denigran profundamente de una manera internacional.
"La Cine Revista 'México' difunde entre nosotros mismos el conocimiento de nuestro verdadero México…".72
La Cine Revista era una nueva respuesta a la actitud denigrante que el cine norteamericano asumía frente a nuestro país, pues "¡Si el cinematógrafo nos puso plumas, que el cinematógrafo nos las quite! …Algunos han pretendido que el problema quedaría resuelto simplemente con idear dramas y comedias, en ocasiones más o menos acertados y a veces más o menos grotescos… la resolución (SIC) no va por allí… creemos que la ha encontrado la empresa… que se ha propuesto no precisamente tramar acciones dramáticas, románticos amores o teatrales y falsas evocaciones de historia barata; sino reproducir por medio de la fotografía animada los sucesos culminan¬tes que semana a semana registra nuestra vida política y social…".73
Al finalizar el año la Revista se enriqueció al incluir la recreación de las leyendas de las calles de México. Empezaron con la del callejón de "Sal si puedes", llevando como "estrella" a la actriz Elena Sánchez Valenzuela.
1920. Es un año de crisis de poder en México. El presidente Carranza pierde el control político del país. Pronto ve a las puertas de la ciudad de México un ejército dispuesto a ocuparla; decide instalar nuevamente su gobierno en Veracruz y el 7 de mayo abandona la ciudad con ese fin; en Tlazcalantongo muere acribillado víctima de una traición. El Congreso designa al gobernador de Sonora, Adolfo de la Huerta, como presidente interino. Se realizan elecciones y es electo el General Alvaro Obregón quien toma posesión de la Presidencia el 1ro de diciembre.
En el campo del cine el año comienza con un enfrentamiento entre los exhibidores y la Secretaría de Gobernación al haber creado ésta un Departamento de Censura. "Gran agitación había ayer en todos los centros cinematográficos pues se decía que todos los alquiladores de películas, antes de acatar una orden de la Secretaría de Gobernación, estaban dispuestos a clausurar sus negociaciones no surtiendo al mercado de sus rollos…".74
El ministro de Gobernación, por su parte se apresuró a contestar que "…frecuentemente la sociedad ha clamado contra el contagio criminoso que representa el cinematógrafo… la sociedad sensata habrá de aprobar la nueva institución de censura… decir que la censura cinematográfica, para evitar la inmoralidad es anticonstitucional porque se opone a la libertad individual, es como pretender que el Reglamento de Tráfico en las calles también lo fuera, ya que la Carta Magna autoriza a todos los habitantes de la República a circular libremente… En Estados Unidos existe la censura cinematográfica desde hace mucho tiempo…".75
La polémica entre autoridades y exhibidores siguió durante varios días, más o menos en los mismos términos, hasta que lograron imponer su criterio las primeras. Enterado del conflicto el crítico cinematográfico mexicano, Carlos Noriega Hope, de visita en Los Angeles envió dos extensos artículos expresando su opinión. "…Mientras el Departamento de Censura entabla una polémica de vecindad con los comerciantes en películas, discutiendo si una "pose" de la Menichelli puede o no ofender los sentimientos de una solterona, en las pantallas del Mundo no se ha ofrecido una sola escena de (el verdadero) México… El Departamento de Censura ha errado lamentablemente el sendero. Lo que importa en estos momentos no es censurar las películas extranjeras sino impulsar la industria cinematográfica nacional. El Departamento de Censura debe principiar por censurarse a sí mismo…".76
Ese mismo día el diario Excelsior daba la noticia de "…que el señor Presidente en su acuerdo dijo que no era de accederse a lo que (los distribuidores) solicitaban en el oficio dirigido con anterioridad",77 El conflicto quedaba liquidado.
El 23 de enero se estrena la primera película del año, un testimonio en tres partes sobre los terremotos en Veracruz producido por la Cía. Mexicana Manufacturera de Películas, que sigue presentando regularmente su Cine Revista Semanal "México", ahora complemen¬tada con la recreación de leyendas de las calles de México.
En febrero el Sr. José T. Cantú presenta a la prensa "una hermosa cinta tomada durante el viaje que hiciera el Gobernador del Distrito Norte de la Baja California a todos los poblados de que se compone ese distrito…".78 Y el 26 de ese mes se anuncia el estreno de otra gran producción: La llaga, de Luis G. Peredo, sobre una novela de Federico Gamboa.
Por su parte el ejército sigue demostrando interés por el cine, y mientras el coronel Norberto C. Olvera, jefe de la Guarnición de la Plaza de México, abre escuelas en los cuarteles, da instrucciones para que los soldados sean llevados a visitar los museos, y establece exhibiciones cinematográficas dos veces por semana para ellos; durante ese mes de marzo se estrenan: Juan Soldado, de Enrique Castilla y una producción de la Secretaría de Guerra, Los block houses.
El 6 de mayo, junto a la noticia del próximo estreno de su producción El Escándalo de Alfredo B. Cuéllar, la Cía. Mexicana Manufacturera de Películas, anuncia que: "Por causas muy ajenas a nuestra voluntad, pero muy justificadas en nuestro interés, nos vemos en el caso de suspender, temporalmente, la edición de estas interesantes películas. La suspensión sólo será por tres o cuatro semanas".79 Pese a su optimismo llegaba a su fin la Cine Revista Semanal "México", una semana antes habían estrenado en los cines la número 40, "mucho más interesante que la número 39, y mucho menos interesante que la número 41 ".80 El número que ya no llegó. A pesar de que siempre negaron el apoyo oficial, la coincidencia de la fecha hace pensar, como señala Aurelio de los Reyes,81 que deben haber tenido una subvención del gobierno de Carranza.
A fines de mayo El Universal Ilustrado da a conocer los resultados de su concurso "¿Quién es la reina del cine?". Todavía triunfa Francesca Bertini con 3650 votos frente a los 1359 de su más cercana oponente: Mabel Normand. El 3 de julio se hace un homenaje a Francesca Bertini en el cine Royal con un programa corrido de ocho películas. La octava película es Viaje Redondo, "Primera película cómica nacional" de José Manuel Ramos, con Leopoldo Beristein, que había sido estrenada un mes antes. Días después la misma empresa, "Martínez y Cía." anuncia el estreno de su siguiente película: Partida ganada, de Enrique Castilla.
En octubre llega de Alemania la noticia de que "el cinematógrafo que habla ya fue inventado… El nuevo procedimiento permite tomar en la misma cinta la acción y la palabra, de manera que se podrán representar en los cinematógrafos los dramas de los grandes poetas tal como en el teatro".82
En noviembre El Universal y El Universal Ilustrado, convocan a un concurso ("La Estrella Mexicana de 1921") que por su originalidad e importancia, no tiene precedente en la historia de la cinematografía nacional; significa el esfuerzo más serio que se hará en México con el fin de descubrir verdaderos intérpretes que puedan desarrollar en la pantalla las obras de los autores vernáculos…".83
En esos días se produce el escándalo del año con el estreno de la película El zarco o Los plateados, producción de la casa Martínez y Cía., en la que destaca una figura que sería importante para el cine nacional, la de Miguel Contreras Torres.
El conflicto surge cuando un señor de apellido Carpinteyro decidió que la película lesionaba sus intereses pues él había hecho una adaptación previa de la novela y logra el apoyo judicial para cerrar el cine. Las protestas fueron numerosas, incluyendo las de los herederos legítimos del autor, Ignacio Manuel Altamirano.
1921. El gobierno vuelve a demostrar su interés por el cinematógrafo: "Con el objeto de llevar a la mente del pueblo lo indispensable que es el aseo y educarlo en las prácticas sanitarias, la junta municipal de sanidad, a iniciativa de algunos de sus miembros, ha encargado la elaboración de 150 cintas cinematográficas…".84
Por otra parte el Presidente Obregón recibe a una señora, mexicana residente en Estados Unidos, que le presenta un proyector para ser usado en las escuelas. "…Sus dimensiones son muy pequeñas y su peso casi insignificante; puede operar con corriente de cualquier voltaje…".85
Al finalizar el año, tres críticos que ya destacaban por sus juicios, Carlos Noriega Hope, Marco Aurelio Galindo y Rafael Bermúdez Zataraín se enzarzan en una culta polémica de cuál es la mejor película del año y cuál es el mejor director. La inmensa mayoría de los títulos que citan son de películas norteamericanas, unas cuantas europeas y ni una mexicana. Sin embargo, hubo una importante producción a lo largo del año.
En marzo finalmente se estrena El Escándalo de Alfredo B. Cuéllar, y en abril Ediciones Camus presenta Hasta después de la muerte, de Ernesto Vollrath, basada en la novela de Manuel José Othon y Alas abiertas de Luis Lezama, sobre una obra de Alfonso Teja Zabre.
En mayo se estrena una producción de la "Stahl Films", El crimen del otro, y en junio sale el anuncio de El caporal, de Miguel Contreras Torres. Mientras el último día de julio se estrena para la prensa la cinta Mitad y mitad, de Enrique Vallejo.
A fin de año los hermanos Stahl anuncian la terminación de su película Malditas sean las mujeres, con la bailarina Nelly Fernández; mientras la casa Camus informa haber terminado Cuento de Otoño, y tener en preparación Amnesia, bajo la dirección de Ernesto Vollrath.
1922. Se inicia con el estreno de En la hacienda. "La Cinematografía Nacional marcha a pasos agigantados hacia la era del progreso. En la actualidad las películas de nuestros países han pasado de ser un mero ensayo, en que veíamos los fracasos tanto de dirección como de actuación y fotografía…
"Desde el año próximo pasado pudimos apreciar algo más convincente dentro del difícil y escabroso arte cinematográfico…
En la hacienda es un intenso foto-drama que se desarrolla en el campo, lejos del bullicio de nuestra metrópoli; en la paz solariega de la hacienda…
"Por lo que me asegura el director Vollraht, hay además escenas de arte exquisito…, escenas bellas por su pasional brutalidad, la lucha de la hembra deseada por el macho lujurioso; el combate terrible y sangriento de los dos rivales…".86
Otras tres películas también realizadas el año anterior y estrenadas ese año fueron El crimen del otro, Malditas sean las mujeres y La dama de las camelias, producidas por Jorge Stahl, quien llegaría a distinguirse como uno de los mejores fotógrafos del cine nacional y que ya era conocido por su labor como distribuidor y exhibidor.
Mientras Miguel Contreras Torres seguía, incansable, su brillante carrera en el cine nacional; después de su participación como actor en El Zarco, escribió un guión de ambiente ranchero: El Caporal, para cuya realización interesó a una empresa recién formada, la Aztlán Films, quedando él como director, e intérprete principal de la cinta. "El rodaje de El caporal se hizo en unas galerías establecidas en las calles de Arquitectos… La cámara funcionó bajo las expertas manos de Miguel Ruiz y Manuel Gómez, que se dividieron equitativamente los honores".87
La Aztlán Films no esperó a que se diera al público El caporal, y basándose en el mismo tema, se dispuso a realizar otra cinta a la que tituló El sueño del caporal, que sólo fue de dos rollos, en la que se daba al público la solución de los problemas planteados en su antecesora. La idea también partió de Contreras Torres… Ezequiel Carrasco y Julio Lamadrid, manejaron la cámara con destacado acierto".88
A mediados de ese año logró Contreras Torres organizar su propia empresa productora a la que dio su propio nombre; estrenando a mediados de octubre la primera producción de esa empresa: De raza azteca. Guión, actuación y dirección de Miguel Contreras Torres, quien contó en tres renglones con la colaboración de Guillermo Calles, llevando en la cámara a Julio Lamadrid. "Los exteriores se tomaron en Xochimilco, y para el rodaje de los escenarios interiores se alquilaron los estudios de don Germán Gamus, todavía existen¬tes". 89
El mismo Julio Lamadrid fotografió ese año la película El señor alcalde, de la cual sólo sabemos que participaron en ella los herma¬nos Rutila y Eduardo Urriola junto con Enrique Castilla.
Por otra parte, Eduardo Martorel produjo la película Fulguración de raza, llevando como estrella a Ligia de Golconda, obteniendo por ella, según Sánchez García: "elogiosos comentarios de la crítica".90
El mismo Sánchez García sitúa este año dos películas, "de las que tengo muy vagos datos: Dos corazones con la intervención artística de Mimí Derba… y Una novia caprichosa en la que actuaron Consuelo Mayendía y Ricardo Beltri".91
Aunque pocas, ya que seguramente se realizaron más, de la provincia llegan en estas fechas noticias de algunas producciones. "La fiebre cinematográfica se ha propagado ya hasta los Estados de la República y la Ciudad de Guanajuato ha sido la primera en dar su contingencia para una película hecha allí mismo y con elementos de la región. En efecto allí se acaba de estrenar un cinedrama de gran intensidad intitulado Magdalena, es un feliz ensayo…".92
Al finalizar el año llega la noticia de Gujadalajara de que los hermanos Bell, conocidos cirqueros, han realizado la película El último sueño. "Debo ser franco y confesar —escribe el correspon¬sal— que en un principio no esperaba que dicha película fuera un éxito, y desde los primeros rollos experimenté una verdadera sorpresa, que fue creciendo hasta el final de la cinta…".93
1923. A fines del año anterior Producciones Contreras Torres inició la filmación de El hombre sin patria, viéndose obligada la compañía a suspenderla poco después, por falta de fondos, hasta reanudarla definitivamente en enero de 1923.
"Miguel Contreras Torres escribió el argumento, lo adaptó y dirigió la filmación, e intervino como parte central del reparto. La labor fotográfica se encomendó a Don Julio Lamadrid y a Enrique Vellejo… el rodaje se efectuó en los Estudios Abitia, en el Paseo de la Reforma".94
En enero se estrena La gran noticia del crítico cinematográfico Carlos Noriega Hope, parece ser que apoyado en la adaptación y codirección por el también crítico Marco Aurelio Galindo. "La dirección técnica, encomendada al operador Beckway (aparentemente un norteamericano, no en balde es Noriega Hope el primer crítico mexicano que se entusiasma con Hollywood), es malísima. Parece que este señor es un principiante en el arte del tecnicismo de los films… Lamento que al señor Carlos Noriega Hope —de quien me consta ha sido un luchador infatigable de la cinematografía del país mexicano— se le hayan pasado algunos detalles que más bien están metidos a fuerza que con voluntad. ¿Qué tiene que ver un perro y un gato con el beso de la pareja enamorada?…
"No deje de tener presente el señor Silvestre Bonnard —seudónimo de Noriega Hope— que las películas modernas requieren una continuidad perfecta en las escenas y precisamente La gran noticia adolece de este defecto, defecto que se pretendió subsanar con los títulos, pero a pesar de esto se nota, perdiendo muchas veces el interés las escenas que más o menos están bien logradas. El final es desastroso, infinitamente cansado: ¿No cree el señor Noriega Hope que un "fin" oportuno a una mala película es un acto de cortesía para el público paciente?".95
La siguiente película, La parcela, estrenada en febrero, corre con mejor suerte en los comentarios que le dedica el mismo crítico de la anterior.
"Los procedimientos modernos en cinematografía, que requieren para un buen film una continuidad escénica perfecta, es decir, que la escena que precede a la anterior vaya en todo y por todo de acuerdo, sin salirse del argumento ni del ambiente lo que haría notoria la discrepancia en la acción, han sido aplicados con toda propiedad en esta película lo que demuestra a la clara que la dirección artística se basa ya en conocimientos más efectivos.
"El argumento tomado de escenas de la novela del Licenciado José López Portillo y Rojas…, es un asunto débil del que el director Vollrath ha sacado un gran partido.
….
"La fotografía es insuperable, tanto la de Félix Shoedrack como la de nuestro compatriota Enrique Solís. La de los interiores, debida a este último es una fotografía detallista y hecha a conciencia, que no deja nada que desear…".96
El crítico aprovecha el artículo para solicitar el apoyo del Gobierno para fortalecer la industria cinematográfica nacional. Le pide el establecimiento de una infraestructura de producción, así como los mecanismos necesarios que permitan "acrecentar los mercados de explotación".
El cine documental mientras tanto sigue dando pruebas de su existencia como la película México industrial, realizada ese año dentro de un ambicioso proyecto que pretendía contribuir a dar a conocer México en el extranjero por medio de una serie de documentales.
Y el noticiero reaparece bajo la dirección de un joven de nombre Rafael Trujillo, con el título de Novedades del Globo, en emisión semanal producida por el diario El Globo.
El debate entre el teatro y el cine continúa, aun cuando ahora tiene otras características. El Universal Ilustrado emprende una encuesta: "¿Dónde hay más Arte, en el Teatro o en el Cine?" De las respuestas seleccionamos los siguientes fragmentos de dos de los entrevistados, el ilustre literato y maestro Don Julio Jiménez Rueda y la actriz Elvira Ortiz.
El primero nos dice: "…El cine seguirá siendo un arte inferior en la misma relación que existe entre el teatro serio (un drama por ejemplo) y una pantomima vulgar, mientras no consigan hacerlo más humano llegando a las excelencias y atributos de la naturaleza.
"El teatro tiene sobre el cine la encarnación de los tipos humanos perfectos, que pueden apartarse de la teatralidad para obtener una naturalidad maravillosa; en cambio, el cine, tiene una ventaja enorme: la amplitud del escenario que da una noción más clara de la vida que la que pueden ofrecer las bambalinas…
"Yo creo —terminó diciéndome Don Julio Jiménez Rueda, mientras rubricaba su mano incansable más de un kilo de oficios—, que el teatro será siempre superior al cine, porque es más humano, porque no es un arte deformativo y monótono".
Elvira Ortiz por su parte dice: "Toda mi vida se compendia en la ilusión del cine… El cine es superior al teatro, porque tiene por escenario la naturaleza; por la variedad infinita de sus paisajes y por la captación del movimiento sin trabas.
"Todavía más: el cine apartándose de la teatralidad y haciéndose cada vez más real, más verídico, se acerca al concepto purista del arte".
"Cuando se resuelva el problema de la voz y deje de ser el cine una adorable pantomima, el teatro se hundirá para siempre".97
1924. Empieza con el estreno de la película Almas tropicales, nueva producción de Miguel Contreras Torres, ahora con la colaboración de Manuel R. Ojeda con quien concibió el argumento, hizo la adaptación y codirigió, además de participar ambos como actores.
Las filmaciones se hicieron en Veracruz y en Boca del Río, pero mientras para Sánchez García se hicieron "en condiciones que hablan muy alto del heroísmo de aquellos cineastas, pues se realizaron escenas bajo una verdadera tormenta, a bordo de un buque anclado en el puerto jarocho".98 Para Blas Hernán, seudónimo de un cronista de la época "el asunto de Almas tropicales es un bonito argumento para haber sido logrado con bastante perfección si para ello se hubiera contado con el suficiente capital (único obstáculo que en México se presenta para poder manufacturar grandes producciones), motivo éste por el cual las escenas de la tormenta no sean efectivas y la pobreza de los interiores resulte manifiesta".99 Renglones arriba el cronista había escrito "…pero como quiera que sea, para nosotros, que constantemente hemos tratado de conservar absoluta imparcialidad en esta sección, significa un esfuerzo bastante loable y que merece nuestro aplauso, porque esto, como en cualquier manifestación mexicanista, comprendemos que es un paso más hacia el progreso de nuestras incipientes industrias".100
Poco después de hacer Almas tropicales, Manuel R. Ojeda se reincorporó a Hollywood, en donde hacía un tiempo laboraba, mientras Contreras Torres se fue a Europa.
A escasos días del estreno anterior se estrenó la primera película de Gustavo Sáenz de Sicilia: Atavismo, el mismo cronista nos dice de ella: "…es un drama que se basa, como su nombre lo indica, en los horrores de la degeneración hereditaria… La psicología propia de un dipsómano está bien llevada y mucho mejor interpretada, (por el caricaturista Ernesto García Cabral), lo que hace de esta producción y para nuestro raquítico ambiente cinematográfico, una de las mejores películas.
….
"La fotografía es de Ezequiel Carrasco… habiendo hecho en este film grandes proezas fotográficas, lamentamos sinceramente que esta película, por el ambiente en que se desarrolla no tenga nada de mexicano, a no ser las calles del correo; todas las escenas interiores bien pueden ser de la Legación de México en China, como de los círculos sociales de retrogrado, necesitamos mexicanizarnos".101
Miguel Contreras Torres regresando a México "aprovechó la retirada de los toros de Rodolfo Gaona y tejió una cinta alrededor de la agitada vida del diestro. Al efecto contrató al propio Gaona para que viviera en la pantalla el papel de sí mismo, y escribió el argumento de acuerdo con la información que el torero le facilitó: La película llevó por título Oro, sangre y sol".102
En 1928 es asesinado el presidente general Alvaro Obregón por un católico fanático. Lo sucede el general Plutarco Elías Calles. Se desata la persecución religiosa; en el centro del país se levantan en armas los "guerrilleros de Cristo Rey" también conocidos como "cristeros". Con el gobierno de Calles, y su influencia sobre sus sucesores, se consolidaría definitivamente el sistema de gobierno que rige en la actualidad al país.
1925. Utilizando el mismo tema de la película de Contreras Torres, Rafael Trujillo realizó "una película documental de largo metraje que llevó por título El último día de un torero. Esta cinta, de indudable valor histórico para los aficionados a la fiesta brava, fue tomada a raíz de la retirada definitiva del ruedo del más notable de los diestros mexicanos de todos los tiempos: Rodolfo Gaona. En ella se muestra, íntegra, la última corrida del gran matador…".103
Otra película aparentemente documental que según Sánchez García era de propaganda callista, fue La linterna de Diógenes, realizada por los hermanos Carlos y Jorge Stahl.
Mientras tanto en Zamora, una pequeña población del Estado de Michoacán, un exhibidor y distribuidor local, Francisco García Urbizu, se lanza a la aventura de producir sus propias películas; ese año realiza Traviesa juventud, ocupándose personalmente de todas las etapas del proceso desde idear el guión hasta la exhibición, incluyendo dirección, fotografía y laboratorio.
"El entendido, entusiasta y dinámico Gabriel García Moreno —fundador de los hoy llamados Estudios Azteca— también se esforzó mucho por la creación de películas durante la era muda.
"Han llegado a mí noticias, informes muy vagos de tres cintas dirigidas por él que patentizan lo que digo. Las tres lograron merecido éxito. Son ellas:
El Buitre (1925), de ambiente campirano, sobre un tema de abigeato, realizada casi totalmente en exteriores. Fue producida por la Elk Films… La obra de laboratorio fue desarrollada por Don Jesús Abitia".104
Algunos huyendo de la Revolución, otros por buscar fortuna en territorios que un día fueron mexicanos, y algunos más simplemente atraídos por las luces de Hollywood; el caso es que lentamente se fueron incorporando a la industria del cine en Los Angeles numerosos mexicanos, como técnicos o como artistas. Al correr de los años la prensa de México dio más y más información sobre las actividades de los que sobresalían y este año de 1925 cierra con un artículo en Revista de Revistas105 dedicado a algunos de los actores y actrices mexicanos que por esas fechas trabajaban en la Meca del Cine: Guillermo Calles, Armida Vendrell, Dolores Asúnsolo de Martínez del Río —conocida más tarde sólo como Dolores del Río—, Carmen Campos, Luis Alonso, Ramón Novarro y Carmen Blasco.
1926. Pensando quizá en lo mucho que el cine debe a la literatura, Revista de Revistas organizó "un interesante concurso, dando oportunidad a nuestros (sus) lectores para que ejerciten su talento escribiendo semana a semana una novela corta, basada en el argumento de las principales películas que se estrenen en los cines metropolitanos.
….
"Primera.- Revista de Revistas publicará cada semana la mejor novela corta y original que sea un desarrollo de la película señalada…
"Segunda.- Las novelas no tendrán menos de ocho ni más de doce hojas, tamaño carta, escritas por una sola carilla…
"Tercera.- Cada semana Revista de Revistas dará a Conocer la película que los concursantes desarrollarán…
"Película escogida para esta semana: El lirio Rojo
"Por el gran artista mexicano Ramón Novarro".
"La historia de un amor intenso y delirante".106
Y así, mientras Revista de Revistas pareciera querer corresponderle a la literatura estimulando la formación de nuevos escritores a partir de reescribir las historias que vieron en el cine, nuevas empresas y nuevas películas se iniciaban en México. Este año vale destacar que "Eduardo Urriola y Manuel Arvide fundaron una academia cinematográfica a la que pusieron por nombre Artistas Unidos Mexicanos, y como resultado de esta labor pudieron producir dos películas: La banda del cinco de oros y Del rancho a la capital.
"La banda del cinco de oros pertenecía al género policíaco; su tema versaba sobre las aventuras de una banda de forajidos a quienes dirigía una mujer de extraordinaria hermosura y talento diabólico, que se burlaba de la justicia, siempre dejaba en el sitio de sus fechorías una baraja que representaba esa ficha…
"Apenas terminaba la filmación de esa cinta, la misma empresa patrocinó otra titulada Del rancho a la capital…
"El tema —también ideado por Urriola— hacía alusión a las peripecias ocurridas a unos forasteros, dentro del más refinado ambiente capitalino. La filmación se llevó a cabo dentro de los estudios Judex…
"Las utilidades de estas dos cintas fueron nulas y la firma fue disuelta".107
En la provincia mientras tanto seguía la actividad, en Zamora Francisco García Urbizu realiza, en toda la extensión de la palabra su película Sacrificio por amor. Por el cartel de propaganda sabemos que la acción se desarrollaba en 1850, cuando México padecía la terrible epidemia del cólera; aunque el autor, con toda la astucia del publicista juega con las palabras para dar la impresión de que la película se filmó en esa época.
Por otra parte en Orizaba, Veracruz, Gabriel García Moreno inicia la realización de El tren fantasma, producida por la Cultural Cinematográfica, llevando como fotógrafo a Manuel Carriedo.
1927. Para realizar el siguiente año con los mismos elementos su tercera y, probablemente última película El puño de hierro, mientras García Urbizu realizaría también su tercera cinta, el documental largo, Mexiquillo, sobre la construcción de una carretera en Durango.
Ese año "Urriola volvió a las andadas, y unido a la firma de la Compañía Foto-Cine El Aguila, produjo una nueva película bajo el título de Una catástrofe en el mar, de ocho rollos y de tema también policíaco, debido al propio Urriola, que adaptó y dirigió la cinta.
….
"José Ruvalcaba y Miguel Martínez figuraron como ayudante del director y camarógrafo, respectivamente.
"He aquí una síntesis del argumento de esta cinta: una princesa rusa —o una aventurera que por tal se hace pasar—, viene a nuestra ciudad en busca de incautos a quienes desplumar y encuentra a un rico escultor, que cae en sus feroces garras. Como es mujer de gran hermosura, gana pronto el corazón del muchacho y cuando está a punto de llevarlo a la ruina, la mujer, que es una espía, cae en manos de la policía, que la deporta por indeseable. Ya en plena mar —y aquí se justifica el título—, provoca un incendio en el barco, pereciendo en la catástrofe ella y los cómplices que habían quedado sin castigo.
"La cinta se rodó en mayo de 1927. Fue ésta la última vez que Urriola se empeñó en una aventura fílmica".108
Por otro lado "Manuel R. Ojeda, otro enamorado del cine —siempre deseoso da establecer en su patria tan destacada industria— regresó en 1927, llamado por la empresa Rimadora Nacional, para realizar la película El cristo de oro. Esta cinta de verdadera calidad artística, recibió nutridos aplausos la noche de su estreno en el Cine Palacio".109
Ya para terminar el año el cine cambió su destino, el 5 de octubre la compañía Warner jugándose su futuro a una sola carta presentó en los Estados Unidos al popular Al Jolson cantando y bailando en la película El cantante de Jazz. El cine se había hecho de la palabra; comenzaba una nueva historia.
1928. Era muy pronto para que el sonido afectara en alguna medida al cine mexicano. Ya había habido tantos intentos por sonorizar al cine que uno más no representaba diferencia, así que el cine en México continuó tranquilamente su camino.
Después del éxito obtenido con El cristo de oro, Manuel R. Ojeda estableció una escuela de arte dramático, además creó su propia empresa productora la Pro-Mex Films con la que este año produjo otra excelente película: Conspiración, dirigida por él mismo, llevando como fotógrafo a Miguel Lezama y utilizando como intérpretes a alumnos de su propia escuela.
Ese mismo año Manuel R. Ojeda realizó su última cinta silente a la que dio el título de El coloso de mármol, en honor del Palacio de Bellas Artes, al que escogió como símbolo de los gobiernos surgidos de la Revolución que se institucionalizaba. La fotografía estuvo a cargo de Ezequiel Carrasco.
Entre la escasa producción de este año de la que tenemos noticia destaca en forma importante una cinta producida y dirigida por la joven Cándida Beltrán Rendón, quien además interpretó al personaje principal, se trata de El secreto de la abuela, fotografiada por Jorge Stahl. El cronista de El Universal Ilustrado, Adolfo Peimbert, le dedicó un extenso y elogioso artículo acompañado de numerosas fotografías de la película y de su autora.110 Tal vez por la crisis cada vez más fuerte que padecía nuestro cine, o quizá por otras razones, pero posteriormente no volvemos a encontrar noticias de esta cineasta.
1929. Es un año de particular importancia en la historia de México. Dos acontecimientos fundamentales lo señala. Por un lado se consolida definitivamente el régimen con la creación del Partido Nacional Revolucionario, que sigue en la actualidad en el poder con el nombre de Partido Revolucionario Institucional (PRI); por el otro la Universidad Nacional logra un sueño por el que venía luchando desde su nacimiento: la Autonomía. Por otro lado la crisis económica que padece el país se agudiza y esto naturalmente se refleja en la producción cinematográfica que se reduce. Mucha gente de cine busca en Hollywood el trabajo que no puede encontrar en México; algunos van, juntan dinero y regresan a producir su cine. De todos los que van es sólo de los actores y actrices que se destacan de quienes se habla. Regularmente aparecen nuevos nombres que se unen temporal o definitivamente a los consagrados: Lupe Vélez, Delia Magaña, Mona Rico (Enriqueta Valenzuela), Lupe Tovar, son algunas de las actrices mexicanas que empiezan a sobresalir en Hollywood al lado de Dolores del Río.
Dentro de la muy escasa producción de este año solamente podemos destacar la película La boda de Rosario de Gustavo Sáenz de Sicilia, "…esta cinta, ciento por ciento nacionalista, fue muy festejada por el público y la crítica, que se desbordaron en elogios sobre la fiel pintura de nuestro ambiente campirano de aquellos días, cuando a pesar de la triunfante Revolución, aún regían clases y se conservaban latentes muchas tradiciones bellísimas en relación con los elementos rurales.
"El ya finado Don Carlos Rincón Gallardo, Marqués de Guadalupe, hombre sin tacha, que tanto supo alentar con su ejemplo el noble arte de los deportes hípicos y la guapísima Consuelo Frank, flor de juventud y gracia, fueron los principales intérpretes de esta cinta, a la que dieron también lucimiento especial con su gracia y belleza, muchas damas de nuestra mejor sociedad, tomando parte en los conjuntos".111
Para fin de año la inquietud que despierta el uso del nuevo sonido cinematográfico se registra en la prensa, un ejemplo nos lo da Luz Alba, quien llegaría a destacar por sus críticas cinematográficas, dice en una nota: "es preciso ir viendo más y más cintas habladas para gustar, cada vez menos, del vitáfono. Al principio como domina la curiosidad, no se notan los grandes defectos del vitáfono. Pero después de ver y oír cinco películas, y cuando ya no hay curiosidad posible, el cine hablado resulta aburrido y deficiente".112
1930. Esta opinión no parece que la compartieran las compañías cinematográficas norteamericanas que este año producen alrededor de cuarenta películas "habladas en español". Temerosos de ver limitado su mercado por el idioma, intentan retener al público potencial de Hispanoamérica y España haciendo segundas versiones de las películas de éxito, utilizando para ello a los actores y las actrices que desde nuestros países habían emigrado al rutilante Hollywood. El resultado de esta idea fueron una serie de cintas mediocres, conocidas como películas "hispanas", en las que se oían mezcladas todas las formas del hablar regional que enriquecen nuestra lengua, pero que juntas sin ton ni son deben haber formado una "melange" insoportable.
Mientras tanto en México siguen los intentos por sonorizar el cine nacional, pero son intentos condenados de antemano al fracaso pues se basan en sistemas de discos sincrónicos. Sánchez García reproduce una entrevista con Angel E. Alvarez, quien le cuenta cómo después de haber realizado en Puebla a principios de este año la película Vicio, todavía silenciosa, en la "que fustigaba la lacra del alcohol" y para cuya realización contó con el apoyo del Gobiemo del Estado, realizó, "antes que se filmara la Santa (sonora) —y como un dato curioso se lo digo—, fui el primero que le puso sonido a una película nacional, la titulada Alas de gloria, actuada por los infortunados aviadores Pablo L. Sidar y Rovirosa. Esta primera cinta "sonora", se exhibió en el teatro Variedades de Puebla del que era propietario mi gran amigo Espinosa Bravo".113
Parece ser que por estas fechas se realizó otra película, El inocente, con Carlos Amador, Emilio Tuero y Adela Sequeyros, a la que se le pusieron diálogos y música con poco éxito.
1931. Entre las pocas películas de este año de las cuales tenemos noticia, se encuentran Alma tlaxcalteca y Terrible pesadilla. Esta última interpretada por: "Charles" Amador imitando a Chaplin, de ella hay certeza de que fue hecha originalmente con sonido de discos sincrónicos que desgraciadamente no se conservan.
Finalmente, al terminar el año se estrenó la película de Raphael J. Sevilla, Más fuerte que el deber, última película con sonido sincrónico, producida por Films Tenoch, que nos contaba el "drama" de un seminarista que abandonaba su vocación por amor.
Gracias al ingenio de los hermanos Rodríguez, que venían de Hollywood con un equipo para grabar sonido óptico manufacturado por ellos, ese año el cine mexicano comenzó una nueva etapa en su vida, tendiendo indiferente el velo del olvido sobre su pasado.
Notas
Parte I. 1896 – 1914 y Parte II. 1916 - 1930
1. En rigor la primera función de que se tiene noticia se llevó a cabo el jueves 6 de agosto de 1896 al General Díaz, a su familia y a un grupo de sus amigos en el Castillo de Chapultepec.
2. Para mayores detalles vide Aurelio de los Reyes, Cine y sociedad en México, 1896-1930. Volumen I. Vivir de sueños. 1896-1920. México, UNAM, 1980.
3. Para detalles vide Aurelio de los Reyes, op. cit., o del mismo autor, Medio siglo de cine mexicano. México, Trillas, 1987.
4. Partidarios de Francisco I. Madero, iniciador de la Revolución Mexicana. Gobernó de noviembre de 1911 a febrero de 1913; derrocado por el golpe de estado del general Victoriano Huerta.
5. Por los diez días de combates en la ciudad.
6. Con anterioridad se hicieron algunas películas de argumento, primando las de tema histórico, El grito de Dolores, Colón; otras, El San Lunes del Valedor, Aventuras de Tip Top, que no superaron la fase experimental; eran la excepción.
Crónica del cine silente en México
1. ALMOINA FIDALGO, Helena. NOTAS PARA LA HISTORIA DEL CINE EN MÉXICO.
Tomo I. Documentos de Filmoteca ? 1. UNAM, 1980, pp. 10-12.
2."Cinematógrafo Lumière", El Nacional, 19/VIII/96. p.l. (citado por Aurelio de los Reyes, en LOS ORIGENES DEL CINE EN MÉXICO (1896-1900). Cuadernos de Cine ? 21, UNAM, 1973.
3.REYES DE LA MAZA, Luis. SALON ROJO. Cuadernos de Cine ? 16 (17), UNAM,
1968. Pp. 9-14. (Reproduce sin data el artículo).
4. "Adelante con la denuncia" El Globo, 22/XII/86. p. 2 (citado por Aurelio de los Reyes, en CINE Y SOCIEDAD EN MEXICO (1896-1930), VIVIR DE SUEÑOS. Volumen I (1896-1920). UNAM, 1983. p. 24).
5. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) p. 13. El Universal. 15/XI/96.
6. Ibídem. p. 13. El Universal, 5/XII/96.
7. Ibídem. p. 14. El Nacional, 16/11/97.
8. Ver nota ? 3.
9. RAMÍREZ AZNAR, Gabriel. EL CINE EN YUCATAN. Documentos de Filmoteca ? 3. UNAM. 1980. p. 14.
10. Ibídem. p. 15.
11. Ibídem.
12. ALMOINA FIDALGO, HELENA. (Opus Cit.), p 20, El Entreacto 8/VI/98.
13. Ibídem. pp. 19-20.
14. Ibídem. pp. 22-23. El Universal, 3/V/99.
15. DE LOS REYES, Aurelio (Segunda Opus Cit.), p. 34.
16. RAMÍREZ AZNAR, Gabriel. (Opus Cit.), p 17.
17. “Un cinematógrafo pornográfico”. Diario del Hogar, 10/II/05, p.2, (citado por Aurelio de los Reyes, Segunda Opus Cit. p. 61).
18. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.) pp. 35-37. "La vuelta del cinematógrafo"
El Mundo Ilustrado, 9/XII/06.
19. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.), p. 25.
20. (Citado por Luis Reyes de la Maza, Opus Cit. p. 38).
21. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.), p. 42. El Diario. 19/XI/06.
22. "Anuncio" en El Imparcial 29/VI/06. (Citado por Aurelio de los Reyes, Segunda
Opus Cit., p. 64).
23. REYES DE LA MAZA, LUIS (OPUS CIT.). PP. 32-33. EL IMPARCIAL. 4/ VII /06.
24. Ibídem. pp. 39-41.
25. WELLS, H.G., La Guerra de los Mundos.
26. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.) pp. 44-46. "Los ricos y los cinematógrafos",
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27. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.), p. 46. El Entreacto, 31/I/07.
28. REYES DE LA MAZA. Luis. (Opus Cit.), pp. 52-53.
29. Ibídem. p. 48.
30. Ibídem. pp. 54-56.
31. Ibídem. p. 73.
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35. Ibídem. pp. 60-61. "El Cine en el Matadero". Revista de Revistas. 10/XII/11.
36. De los Reyes, Aurelio. (Segunda Opus Cit.), p. 120.
37. CASASOLA, Gustavo. Historia Gráfica de la Revolución 1900-1954. 2da. Edición Tomo I. p.
38. (Citado por Aurelio de los Reyes. Segunda Opus Cit.), p. 120 "Diversiones Públicas" El Diario. 8/VIII/12.
39. ALMOINA FIDALGO. Helena (Opus Cit). p. 61. "El cinematógrafo en las escuelas"
Revista de Revistas. 28/II/12.
40. Ibídem. pp. 61-62. "Elogio del Cinematógrafo". Revista de Revistas. 8/IX/12.
41. (Citado por Aurelio de los Reyes. Segunda Opus Cit.), p. 131. Reglamento de cinematógrafos. Imprenta del Gobierno Federal, 1913.
42. Ibídem.
43. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.) p. 114.
44. Ibídem. pp. 122-123.
45. (Citado por Gabriel Ramírez Aznar. Opus Cit.), pp. 23-24. La Revista de Yucatán.
46. Ibídem. pp. 36-37. Martínez de Arredondo, Carlos "Yucatán percusor del cine nacional". Enciclopedia Yucatense. Tomo V. 1946. Originalmente folleto, 1944.
47. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit), p. 85. "Gran concurso de libretos para
películas cinematográficas". Revista de Revistas. 7/V/16.
48. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.), pp. 160-161. (Reproduce sin título). Henry.
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49. Ibídem. p. 163.
50. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.), pp. 106-107. "El cine contra el teatro-
Junta de artistas teatrales". El Universal. 13/III/17.
51. Ibídem. pp. 107-110. "La ola del cine salta de su cauce y amaga al arte escénico".
Florian. El Universal. 13/III/17.
52. Ibídem. pp. 110-112. "El cine suple las deficiencias del arte teatral contemporáneo- Habla el señor Granat". El Universal. 14/III/17.
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triunfa. La Voz de la Revolución. 16/IV/17.
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56. Ibídem. pp. 99-105. "Seijas en la Academia de Cinematógrafo". El Universal. 26/II/17.
57. Ibídem. pp. 117-118. "Profesor de Cines". Hipólito Seijas, El Universal. 21/III/17.
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62. (De una cita de Gabriel Ramírez A. Opus Cit.), p. 51. "La pantalla agresiva". La Voz de la Revolución, 28/V/17.
63. Ibídem.
64. (De una cita de Aurelio de los Reyes, Segunda Opus Cit.) p. 217. "Inauguración de la clase de cine" (Manuel de la Bandera) Escenarios y Pantallas, Excelsior, 25/IV/17?
65. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.), pp. 232-233. "Iba a ser suspendida la exhibición de una película". El Universal. 27/V/18.
66. Ibídem. pp. 233-235. "La Unión de Empresarios de Cine defiende sus intereses".
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67. Ibídem. pp. 248-249. "El espionaje alemán por medio de las películas". El
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68. Ibídem. pp. 249-250. "Embargo contra la exportación de películas". El Universal.
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69. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.), pp. 209-210. El Universal, 23/ III /18.
70. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. pp. 6-7. Anuncio. El Universal. 30/I/19.
71. REYES DE LA MAZA. Luis. (Opus Cit.) p. 218.
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73. Ibídem. pp. 54-56. El Universal. 26/VIII/19.
74. Ibídem. pp. 112-113. "Todos los cines de la República a punto de ser
clausurados" El Universal. 24/I/20.
75. Ibídem. pp. 115-116. "Cómo debe entenderse la censura de las películas". El
Universal. 27/I/20.
76. Ibídem. pp. 129-132. "La mejor propaganda para México es la del cinematógrafo".
Carlos Noriega Hope. El Universal. 9/II/20.
77. REYES DE LA MAZA, Luis. (Opus Cit.), pp. 242-243. Excelsior. 9/II/20.
78. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. p. 28. "Una película de la Baja California". El Universal. 8/II/20.
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81. Ibídem.
82. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. pp. 164-165. "El Cinematógrafo que habla ya fue inventado". Agencia Duems. El Universal. 12/X/20.
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Mexicana de 1921". El Universal. 3/XI/20.
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87. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. BOSQUEJO HISTORICO Y GRAFICO DE NUESTRA
PRODUCCION CINEMATOGRAFICA DURANTE LA ERA MUDA, en "Enciclopedia Cinematográfica Mexicana, 1897-1955", pp. 36 a 103. Publicaciones Cinematográficas, s. de R.L. México, D.F. 1955. pp. 76-77.
88. Ibídem. p. 77.
89. Ibídem. p. 78.
90. Ibídem. p. 101.
91. Ibídem. p. 101.
92. Almoina Fidalgo, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. p. 208. "La cinematografía nacional". Revista de Revistas. 19/IX/22.
93. Ibídem. pp. 208-209. "El último sueño. Los progresos de la cinematografía en nuestro país". Revista de Revistas. 24/XII/22.
94. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. (Opus Cit.), pp. 78-79.
95. ALMOINA FIDALGO, Helena (Opus Cit.) Tomo II. pp. 210-212. "Crónicas de Cine"
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99. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. pp. 223-224. "Almas Tropicales". Blás Hernán. Revista de Revistas. 6/I/24.
100. Ibídem.
101. Ibídem. pp. 224-225. "Atavismo". Blás Hernán. Revista de Revistas. 13/I/24.
102. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. (Opus Cit.), pp. 99-101.
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104. Ibídem. p. 92.
105. ALMOINA FIDALGO, Helena. (Opus Cit.) Tomo II. p. 236. "Exitos y fracasos de los mexicanos en Hollywood". Armando Vargas de la Maza. Revista de Revistas. Diciembre 1925.
106. Recogida por Helena Almoina Fidalgo "La Novela del Cine". Revista de Revistas, p. 5. 28/II/26.
107. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. (Opus Cit.), pp. 85-88.
108. Ibídem. pp. 89-90.
109. Ibídem. p. 95.
110. Recogida por Helena Almoina Fidalgo, "Una impresión sobre la película mexicana El Secreto de la Abuela". Adolgo Peimbert. "El Universal Ilustrado" 4/X/28.
111. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. (Opus Cit.), pp. 81-82.
112. Recogida por Helena Almoina Fidalgo "De las películas sincronizadas y habladas". Luz Alba. El Universal Ilustrado, p. 10, 5/1X/29.
113. SÁNCHEZ GARCÍA, José M. (Opus Cit.), pp. 91-92.
Descriptor(es)
1. CINE MEXICANO
2. CINE SILENTE
3. HISTORIA DEL CINE SILENTE
4. HISTORIA DEL CINE SILENTE LATINOAMERICANO