Con sus recientes éxitos de taquilla, el cine latinoamericano acaba de marcar un punto de inflexión en su historia. La aparición de una nueva generación de cineastas, en la Argentina, Brasil y México en particular, confirma la emergencia de un cine joven e innovador. De todos modos, a pesar de su notoriedad internacional, este cine todavía continúa siendo demasiado marginal ya que coincide con la consolidación de otro, más comercial, que adhiere a los modelos dominantes y engendra importantes éxitos nacionales.
Es este fenómeno, y el carácter urbano de dicho nuevo cine latinoamericano lo que quisiera abordar aquí. Para mí, esta “urbanidad” se define por su concepción estética: imágenes, signos, referencias, decorados, temáticas y comportamientos se inspiran en un lenguaje visual salido de la imaginería hollywoodense y de su poder mediático. La ciudad está aquí caracterizada por cierta violencia, por la corrupción, por el sexo, en suma por imágenes “fuertes”.
Por mi parte, he elegido tratar esta temática con la intención de analizar los nuevos códigos de un lenguaje fílmico que domina la tendencia actual y que es retomado en un modo más “soft” por los talleres del Sundance Institute. Pues, hay que decirlo, a pesar de sus veleidades de independencia, el modelo Sundance no deja de hacer suyo el esquema narrativo hollywoodense. En las páginas que siguen, intentaré demostrar que esta dependencia es la de un cine basado en la acción y el suspenso, que atrae al público, pero que puede tener también efectos perversos.
Todo esto me lleva a pensar que el “método Sundance”, en el que se han inspirado muchos realizadores latinoamericanos en los últimos años, podría convertirse finalmente en una suerte de Caballo de Troya.
Bajo la aparente generosidad de Sundance, se vislumbra una voluntad, más sutil, pero no menos hegemónica que la de Hollywood. La compararé aquí con los subsidios concedidos por ciertos países europeos. Abordaré también la noción de una necesaria “desconstrucción” de los códigos hollywoodenses, como aquella practicada por ciertos cineastas ante un cine más comercial, más accesible, pero confrontado por este simple hecho a la recuperación que ya hace de él Hollywood. Para finalizar, examinaré ejemplos que me parecen reunir con éxito otros tantas visiones urbanas siguiendo los temas y las formas de estos países.