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Entrevista a Osvaldo Daicich. Co-Director de La Cocina. En el medio hay una Ley
Florio, Gastón
Título: Entrevista a Osvaldo Daicich. Co-Director de La Cocina. En el medio hay una Ley = “Lo mejor que dio la Ley de Medios, está por venir” (Entrevistas)
Autor(es): Gastón Florio
Publicación: Septiembre 2011
Idioma: Español
Formato: Digital
¿Cómo surge la idea de “La Cocina”?
Osvaldo Daicich.- Bueno, básicamente con David Blaustein teníamos pensado hacer una serie de tres películas, y cuando se termina “Porotos de Soja”, unos de los personajes de la calle, plantea: “ahora se viene la discusión sobre de la Ley de Medios”. Ya hay un capitulo, un apartado dentro de “Porotos de Soja” que trabaja la línea de los Medios. Quizás, a la distancia queda más claro el rol, la función de los medios, y como juegan en este sistema entramado. Ya Alfredo Zaiat planteaba que había capitales múltiples dentro de esos medios, y que tenían diferentes intereses económicos.
La idea de “La Cocina” es eso. Ver el proceso que se da en el Congreso, la discusión y la extensión del pre-proyecto de Ley. También conocer experiencias Federales de “comunicación alternativa”: diarios, radios y canales de televisión que la agenda que priorizan es una agenda local y regional mirando a lo Nacional; pero no necesariamente plantea su construcción de noticias a partir de lo Nacional. Por eso, en la película, con Blaustein recorrimos esas provincias, y la idea fue no tener personajes porteños; que en la Cuidad no sea la discusión política, ir a los lugares a ver qué era lo que estaba pasando, cuál era su agenda, cuál era su noticia, cuál era su necesidad y cuál era la circulación de información necesaria, como para que esa realidad exista. Que uno, si eso lo lleva a los medios Nacionales, esas mismas noticias se hacen cuando sufren alguna catástrofe grande, alguna sequía o algún accidente en la ruta; sin embargo esa vida social-económica-cultural-política de cada una de las provincias, está en la invisibilidad. Si “Porotos” hizo visibles a pequeños productores, en medio de la tensión entre “La 125” y los respectivos sectores agrarios; “La Cocina” también da cuenta, de la tensión de un proyecto que se concertó en muchísimas organizaciones, pero también con experiencias comunicacionales no centralizadas en Buenos Aires.
En la película, encontramos Medios del interior que se organizan en formas cooperativistas. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?
O. D.- Nosotros tenemos en la película dos expresiones cooperativistas, una es Córdoba y la otra es Santa Fe. Uno al recorrer el mapa de las provincias se da cuenta que la economía cooperativista brinda muchos servicios para resolver la vida cotidiana que desde Buenos Aires no se ve. No se ve, porque acá están subsidiados un montón de elementos y servicios por la densidad de población. Pero para que esos mismos servicios se den en los pequeños pueblos, en esas economías a escalas más pequeñas, las cooperativas son la herramienta fundamental para que eso funcione. Entonces, todas estas iniciativas brindan desde “servicios fúnebres” hasta televisión por Cable; desde “telefonía fija” hasta lo que puede ser un servicio de pavimento para las calles. Todos esos elementos en las grandes economías de las ciudades, desaparecen. Pero en lugares del interior, son elementos claves de la vida cotidiana. Tal es así, que hoy el movimiento económico del cooperativismo a nivel Nacional es muy importante en porcentaje dentro del Producto Interno del país.
¿Qué expectativas tienen con “La Cocina”?
O. D.- Y cuando pensamos “La Cocina” con “Coco”, la idea fue que esta película (como la película anterior) pueda circular, y que el espectador sea el que cierre la película y que tenga la posibilidad de poner “Play, Stop o Pausa” para que tenga la posibilidad de discutir con su compañero cuál es la idea, cuáles son las posibilidades de los actores que están circulando y funcionando; y que sea una herramienta de trabajo, y de cierre para la reflexión. La idea, es no pensar un discurso con una película que ya está resuelta, sino que el espectador pueda cerrar y ver, en su mapa cotidiano, qué es lo que le sirve de esa línea narrativa.
Quizás, lo anterior es coherente con lo que generó “Porotos de Soja”, y lo que sigue generando. En lo personal, ¿te sorprendió toda la riqueza, que a muchos le brindó para el debate y la reflexión su documental anterior de la “125”?
O. D.- Lo que pasa que en “Porotos”, como se dice en su inicio, Cristina Fernández hacia muy poco que había asumido; y a sólo cinco meses, le estalla ese conflicto. Yo creo que a lo largo de ver “Porotos” y la Ley de Medios como acontecimientos de la vida cotidiana, pasaron muchísimas cosas. Entre las cosas que pasaron, pasó el termómetro electoral de las últimas Primarias de agosto, donde se saco más del 50%. Entonces, los contextos son otros. Pero, de todas maneras, la ventaja de “Porotos” es que salió casi contemporáneamente al conflicto. La diferencia de “La Cocina” es que desde la investigación con Vanina Farias, con Magali Coopo, más Eduardo Blaustein en el guión, pudimos darle un diálogo creativo más interesante a la hora de pensar en qué importancia tenia la construcción y la circulación de los Medios para generar también ese “capital simbólico” de la construcción de imágenes y de sonido. “La Cocina” llega hasta Tribunales y ve lo que está pasando, analiza el articulo “161” de la Ley; pero también lo analiza con este tiempo a favor de lo que fue la gestión del gobierno de Cristina. Entonces, eso genera una especie de distancia, y permite pensar otras variables. Por eso, como herramienta comunicacional es importante, es interesante. No hablan, en esta película, referentes de la comunicación, de la sociología o de la política; hablan los que están en mandato en el Congreso y el resto son experiencias comunicacionales de tipos que trabajan diariamente para eso. Entonces, es una película que refresca desde las imágenes, sonidos y personajes de Neuquén o de Río Negro, Córdoba, Tucumán. Y todo eso le da un ida y vuelta de lo que pasa acá y allá. Es interesante ver ese diálogo y ese ritmo.
Es interesante el formato que tiene “Porotos de Soja”, respecto a su actualidad de los sucesos, y su profundidad. ¿Por qué lo siguen eligiendo para “La Cocina”?
O. D.- El “Coco” lo define como “Documental de Urgencia o de Emergencia”. Hay un hecho que está pasando y es interesante documentarlo, y aparte para eso “Coco” como productor tiene buen olfato. Es interesante documentar lo que está pasando. Por eso otra de las posibles películas, en su momento –cuando se estreno “Porotos”- era “El otro campo”. Fíjate que ahora se está hablando sobre la tenencia de la tierra para frenar la extranjerización. O sea, son temas que siguen calientes, contemporáneos. Sería interesante pensar un tema, trabajar con distancia, elaborarlo y reelaborarlo. Pero cuando hay cosas interesantes, como una Ley que venía desde la Dictadura y se genera otra en la democracia, para modificar el mapa comunicacional, es interesante salir y filmarlo. Con “Coco” pensamos eso, y desde el primer día que salimos tratamos de plasmar esa importancia histórica, y que la película, con el tiempo, pueda tener esos climas de época. Vos ves “La 125” y “Porotos de Soja”, y ves la tensión que había en la época, en esa película estrenada en el 2009. Y lo mismo pasa con esta. Son como pequeñas radiografías de la situación social que es interesante poder documentar.
¿Para vos, que fue lo más importante que generó en la sociedad el debate de la Ley de Medios, aparte del cambio legal que ella propone?
O. D.- Me parece que lo mejor que dio la Ley de Medios, está por venir. Porque esta posibilidad de abrir el mapa comunicacional y conocerlo en un flujo de información de todas las provincias, rompiendo el centralismo desde Bs. As., es fundamental. Ahora, cuál es la calidad, la formación, la capacitación de esas imágenes y esos sonidos que van a salir; bueno, no es un proceso darwinista donde lo que esta evolucionado es mejor a lo que no está evolucionado, está bueno que convivan esos sonidos y esas imágenes. A partir de eso, conocer y dar cuenta de esas otras realidades. Porque pareciera que hoy prendemos la TV y todo lo que pasa es en Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a conocer lo que pasa en el interior, es una apuesta súper interesante. También potenció todo esto Canal Encuentro, en su momento Telesur y el programa de “Televisión Abierta” donde hay un acceso y una normativa tecnológica, y una capacidad de generar proyectos pensando en esas nuevas señales. Es interesante como se está dando un proceso de apertura y de multiplicación de voces, que no se daba antes. Ahora hay que acompañarlo, y también la sociedad civil, en términos de televidentes y los nuevos Medios que se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley.
¿Por qué irías el jueves 6 de Octubre al estreno de “La Cocina. En el medio hay una Ley”?
O. D.- En principio voy porque soy el Co-Director –se ríe- junto al “Coco” Blaustein. Pero la película es interesante, que vayan y la vean en un cine para tener esa vieja magia de que se apaga la luz y el proyector se enciende, es otro ámbito también el cinematográfico. Tienen que ir a verla, para mí, por el formato del cine, que está bueno. El cine es un acto colectivo donde los espectadores se juntan. Yo creo, que esta película también va a tener esa instancia: en el cine o fuera del cine. Por eso el viernes 7, a la medianoche, la va a proyectar la Tv Publica, y después va a circular. O sea, la película va a tener su Web, para el que no tenga ganas o no pueda ir al cine, la pueda ver; porque también es una película como herramienta.
Web: gastonflorio@elpancholacoca.com.ar
Descriptor(es)
1. DAICICH, OSVALDO, 1975-
Película(s) asociada(s) a este fondo
- La cocina. En el medio hay una Ley
Autor(es): Gastón Florio
Publicación: Septiembre 2011
Idioma: Español
Formato: Digital
¿Cómo surge la idea de “La Cocina”?
Osvaldo Daicich.- Bueno, básicamente con David Blaustein teníamos pensado hacer una serie de tres películas, y cuando se termina “Porotos de Soja”, unos de los personajes de la calle, plantea: “ahora se viene la discusión sobre de la Ley de Medios”. Ya hay un capitulo, un apartado dentro de “Porotos de Soja” que trabaja la línea de los Medios. Quizás, a la distancia queda más claro el rol, la función de los medios, y como juegan en este sistema entramado. Ya Alfredo Zaiat planteaba que había capitales múltiples dentro de esos medios, y que tenían diferentes intereses económicos.
La idea de “La Cocina” es eso. Ver el proceso que se da en el Congreso, la discusión y la extensión del pre-proyecto de Ley. También conocer experiencias Federales de “comunicación alternativa”: diarios, radios y canales de televisión que la agenda que priorizan es una agenda local y regional mirando a lo Nacional; pero no necesariamente plantea su construcción de noticias a partir de lo Nacional. Por eso, en la película, con Blaustein recorrimos esas provincias, y la idea fue no tener personajes porteños; que en la Cuidad no sea la discusión política, ir a los lugares a ver qué era lo que estaba pasando, cuál era su agenda, cuál era su noticia, cuál era su necesidad y cuál era la circulación de información necesaria, como para que esa realidad exista. Que uno, si eso lo lleva a los medios Nacionales, esas mismas noticias se hacen cuando sufren alguna catástrofe grande, alguna sequía o algún accidente en la ruta; sin embargo esa vida social-económica-cultural-política de cada una de las provincias, está en la invisibilidad. Si “Porotos” hizo visibles a pequeños productores, en medio de la tensión entre “La 125” y los respectivos sectores agrarios; “La Cocina” también da cuenta, de la tensión de un proyecto que se concertó en muchísimas organizaciones, pero también con experiencias comunicacionales no centralizadas en Buenos Aires.
En la película, encontramos Medios del interior que se organizan en formas cooperativistas. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?
O. D.- Nosotros tenemos en la película dos expresiones cooperativistas, una es Córdoba y la otra es Santa Fe. Uno al recorrer el mapa de las provincias se da cuenta que la economía cooperativista brinda muchos servicios para resolver la vida cotidiana que desde Buenos Aires no se ve. No se ve, porque acá están subsidiados un montón de elementos y servicios por la densidad de población. Pero para que esos mismos servicios se den en los pequeños pueblos, en esas economías a escalas más pequeñas, las cooperativas son la herramienta fundamental para que eso funcione. Entonces, todas estas iniciativas brindan desde “servicios fúnebres” hasta televisión por Cable; desde “telefonía fija” hasta lo que puede ser un servicio de pavimento para las calles. Todos esos elementos en las grandes economías de las ciudades, desaparecen. Pero en lugares del interior, son elementos claves de la vida cotidiana. Tal es así, que hoy el movimiento económico del cooperativismo a nivel Nacional es muy importante en porcentaje dentro del Producto Interno del país.
¿Qué expectativas tienen con “La Cocina”?
O. D.- Y cuando pensamos “La Cocina” con “Coco”, la idea fue que esta película (como la película anterior) pueda circular, y que el espectador sea el que cierre la película y que tenga la posibilidad de poner “Play, Stop o Pausa” para que tenga la posibilidad de discutir con su compañero cuál es la idea, cuáles son las posibilidades de los actores que están circulando y funcionando; y que sea una herramienta de trabajo, y de cierre para la reflexión. La idea, es no pensar un discurso con una película que ya está resuelta, sino que el espectador pueda cerrar y ver, en su mapa cotidiano, qué es lo que le sirve de esa línea narrativa.
Quizás, lo anterior es coherente con lo que generó “Porotos de Soja”, y lo que sigue generando. En lo personal, ¿te sorprendió toda la riqueza, que a muchos le brindó para el debate y la reflexión su documental anterior de la “125”?
O. D.- Lo que pasa que en “Porotos”, como se dice en su inicio, Cristina Fernández hacia muy poco que había asumido; y a sólo cinco meses, le estalla ese conflicto. Yo creo que a lo largo de ver “Porotos” y la Ley de Medios como acontecimientos de la vida cotidiana, pasaron muchísimas cosas. Entre las cosas que pasaron, pasó el termómetro electoral de las últimas Primarias de agosto, donde se saco más del 50%. Entonces, los contextos son otros. Pero, de todas maneras, la ventaja de “Porotos” es que salió casi contemporáneamente al conflicto. La diferencia de “La Cocina” es que desde la investigación con Vanina Farias, con Magali Coopo, más Eduardo Blaustein en el guión, pudimos darle un diálogo creativo más interesante a la hora de pensar en qué importancia tenia la construcción y la circulación de los Medios para generar también ese “capital simbólico” de la construcción de imágenes y de sonido. “La Cocina” llega hasta Tribunales y ve lo que está pasando, analiza el articulo “161” de la Ley; pero también lo analiza con este tiempo a favor de lo que fue la gestión del gobierno de Cristina. Entonces, eso genera una especie de distancia, y permite pensar otras variables. Por eso, como herramienta comunicacional es importante, es interesante. No hablan, en esta película, referentes de la comunicación, de la sociología o de la política; hablan los que están en mandato en el Congreso y el resto son experiencias comunicacionales de tipos que trabajan diariamente para eso. Entonces, es una película que refresca desde las imágenes, sonidos y personajes de Neuquén o de Río Negro, Córdoba, Tucumán. Y todo eso le da un ida y vuelta de lo que pasa acá y allá. Es interesante ver ese diálogo y ese ritmo.
Es interesante el formato que tiene “Porotos de Soja”, respecto a su actualidad de los sucesos, y su profundidad. ¿Por qué lo siguen eligiendo para “La Cocina”?
O. D.- El “Coco” lo define como “Documental de Urgencia o de Emergencia”. Hay un hecho que está pasando y es interesante documentarlo, y aparte para eso “Coco” como productor tiene buen olfato. Es interesante documentar lo que está pasando. Por eso otra de las posibles películas, en su momento –cuando se estreno “Porotos”- era “El otro campo”. Fíjate que ahora se está hablando sobre la tenencia de la tierra para frenar la extranjerización. O sea, son temas que siguen calientes, contemporáneos. Sería interesante pensar un tema, trabajar con distancia, elaborarlo y reelaborarlo. Pero cuando hay cosas interesantes, como una Ley que venía desde la Dictadura y se genera otra en la democracia, para modificar el mapa comunicacional, es interesante salir y filmarlo. Con “Coco” pensamos eso, y desde el primer día que salimos tratamos de plasmar esa importancia histórica, y que la película, con el tiempo, pueda tener esos climas de época. Vos ves “La 125” y “Porotos de Soja”, y ves la tensión que había en la época, en esa película estrenada en el 2009. Y lo mismo pasa con esta. Son como pequeñas radiografías de la situación social que es interesante poder documentar.
¿Para vos, que fue lo más importante que generó en la sociedad el debate de la Ley de Medios, aparte del cambio legal que ella propone?
O. D.- Me parece que lo mejor que dio la Ley de Medios, está por venir. Porque esta posibilidad de abrir el mapa comunicacional y conocerlo en un flujo de información de todas las provincias, rompiendo el centralismo desde Bs. As., es fundamental. Ahora, cuál es la calidad, la formación, la capacitación de esas imágenes y esos sonidos que van a salir; bueno, no es un proceso darwinista donde lo que esta evolucionado es mejor a lo que no está evolucionado, está bueno que convivan esos sonidos y esas imágenes. A partir de eso, conocer y dar cuenta de esas otras realidades. Porque pareciera que hoy prendemos la TV y todo lo que pasa es en Capital y en el Gran Bs. As., y no es así. Dar a conocer lo que pasa en el interior, es una apuesta súper interesante. También potenció todo esto Canal Encuentro, en su momento Telesur y el programa de “Televisión Abierta” donde hay un acceso y una normativa tecnológica, y una capacidad de generar proyectos pensando en esas nuevas señales. Es interesante como se está dando un proceso de apertura y de multiplicación de voces, que no se daba antes. Ahora hay que acompañarlo, y también la sociedad civil, en términos de televidentes y los nuevos Medios que se están creando, tienen que terminar de apropiarse de la Ley.
¿Por qué irías el jueves 6 de Octubre al estreno de “La Cocina. En el medio hay una Ley”?
O. D.- En principio voy porque soy el Co-Director –se ríe- junto al “Coco” Blaustein. Pero la película es interesante, que vayan y la vean en un cine para tener esa vieja magia de que se apaga la luz y el proyector se enciende, es otro ámbito también el cinematográfico. Tienen que ir a verla, para mí, por el formato del cine, que está bueno. El cine es un acto colectivo donde los espectadores se juntan. Yo creo, que esta película también va a tener esa instancia: en el cine o fuera del cine. Por eso el viernes 7, a la medianoche, la va a proyectar la Tv Publica, y después va a circular. O sea, la película va a tener su Web, para el que no tenga ganas o no pueda ir al cine, la pueda ver; porque también es una película como herramienta.
Web: gastonflorio@elpancholacoca.com.ar
Descriptor(es)
1. DAICICH, OSVALDO, 1975-
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