¿Esto es vida?, es la airada interrogante en los labios de una mucama brasileña, protagonista de Domésticas, un film sobre el quehacer diario de las empleadas del hogar y sus concepciones acerca de sus propias vidas, la de sus amigas y la de su sociedad.
En esta película, dirigida por Fernando Meirelles y Nando Olival, se dividen dos estilos cinematográficos: uno visto desde la ficción, y el otro, desde una especie de documental; que, sin embargo, en los cuales podemos encontrar el duro reflejo de la realidad de las mucamas paulistas y su entorno.
Domésticas es una denuncia social e individual que se materializa en los problemas de las cinco principales protagonistas del filme, unas mucamas quienes de manera personal viven su drama y llevan en la cabeza sus propios sueños. Ilusiones que mantendrán a lo largo de la historia. Y sin haber perdido las esperanzas, algunas verán cumplidos sus proyectos.
Este pseudo – documental no sólo recoge los avatares del día a día de las sirvientas, sino que se esmera en la muestra de las costumbres urbanas y la visión de la vida, a partir de las voces intercaladas de sus protagonistas. Cada una piensa, habla, llora y ríe: La mayoría de mis amigas están solas... Frente a la cámara, a modo de cine verité, las domésticas desnudan su conciencia, y lanzan al espectador sus filosofías: El destino es como un tren, que si uno no llega temprano sólo ve el humo.
Si bien las cinco sirvientas tienen su particular visión de su realidad, ninguna entra en desacuerdo cuando se refieren a su trabajo: un verdadero infierno, dentro del cual sus amos, invisibles e impersonales, resultan siendo los seres demoniacos, indiferentes, las vacas gordas.
Cuando nadie quiere hacer el trabajo sucio de la casa, cuando al bebé hay que cambiarlo, o cuando se ha roto o perdido algo, ahí están las domésticas para hacerlo, para cambiarlo, para repararlo y buscarlo. Cuando te preguntan qué quieres ser de grande, nadie te responde que quiere ser doméstica, finaliza una.