“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

CRITICA


  • Historias de fútbol, de Andrés Wood
    Por Luis Ormaechea

    Historias de fútbol está compuesto por tres relatos que giran en torno a este popular deporte. El primer tiempo, titulado "No le crea", lo juega en Santiago de Chile Carlos González, un delantero que tiene cerca de treinta años y que debe decidir entre el amor a la camiseta de su equipo y la tentadora oferta de un inescrupuloso dirigente, quizás su última oportunidad para acceder al fútbol profesional. "Último gol gana" es la denominación del segundo tiempo, que trata acerca de un grupo de chicos de Calama que tienen que resignarse a vivir un importante clásico desde fuera del estadio. Finalmente, llega el alargue. "Pasión de multitudes" cuenta la historia de Francisco quien desea asistir a un partido decisivo durante el Mundial de Fútbol; pero queda varado en la Isla de Chiloé.

    Este film bien podría haberse llamado "historias de marginalidad" o "historias de pobreza". El fútbol no es más que la excusa que utiliza el director para referirse a la situación social del continente. El film observa al fútbol desde el lado de afuera, desde el punto de vista de los excluidos. El "fútbol de primera" está fuera de campo en las tres historias. La posibilidad de jugar en un equipo importante, el Audax, es lo que hace que Carlos González, el centroforward de un club de segunda división, acepte el soborno que le ofrece Don Angel, un corrupto dirigente (Este relato nos recuerda un magnífico film que Robert Wise filmó en 1949 sobre el mundo del boxeo: El luchador / The set-up). En la segunda parte, los chicos que no tienen dinero para asistir al encuentro entre dos importantes equipos, el Cobreloa y la Universidad de Chile, deben contentarse con jugar un partido entre ellos. En este episodio, el contraste que se produce entre el césped verde del estadio de la ciudad y la aridez del potrero lleno de piedras donde juegan los chicos funciona como metáfora de la exclusión social de éstos. Por último, Francisco, por culpa de un desperfecto en la lancha que lo transportaba, no puede llegar al estadio donde la selección nacional juega un importante partido y debe contentarse con ver el encuentro en un pequeño televisor blanco y negro en casa de dos hermanas solteronas en la remota isla de Chiloé. Los protagonistas de las tres historias son marginales respecto al fútbol profesional, a la "historia grande" del deporte; así como también son marginados por la sociedad.
    El dinero es un elemento importante en las tres historias. González lo utiliza para pagarse una prostituta, algo prohibitivo para su salario de obrero; a Pablo le sirve para recuperar una reproducción de "La última cena" que su madre había empeñado para poder comprar comida; las dos hermanas se excitan con la abultada billetera de Francisco. La falta de dinero es el motor que impulsa a todos los personajes a la acción.
    Los espacios dramáticos donde se desarrollan las historias tratan de cubrir toda la geografía chilena: Calama se encuentra en el norte, Santiago en el centro y Chiloé en el sur. La marginalidad de estas situaciones no es cuestión zonal o regional, es un problema que afecta a todo el país.
    Historias de fútbol es, junto a filmes como La luna en el espejo de Silvio Caiozzi y La frontera de Ricardo Larrain, una excelente muestra del nuevo rumbo que tomó el cine chileno a partir de mediados de la década de los ochenta, atreviéndose con temáticas más vitales y atrevidas, tratadas con fina ironía y sutileza.


    (Fuente: Revista otrocampo)


PELICULAS RELACIONADAS
Historias de fútbol


BUSQUEDA DE TEXTOS









RECIBA NUESTRO BOLETIN

APOYO DE
COLABORACION
Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.