Apreciar una película y escribir un texto sobre la obra de Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo, o simplemente Tin Tan para todos y cada unos de sus fieles seguidores, siempre resulta, al menos para mí, un placer inenarrable. De largo nombre, corto alias, gigantesco carisma e imperecedero recuerdo, Tin Tan a lo largo de su filmografía supo establecer un estilo único que sin la necesidad del melodrama chapucero y chantajista de, por ejemplo, Cantinflas, se colocó como uno de los más importantes comediantes de la filmografía mexicana.

Más allá de las ininteligibles y absurdas peroratas de uno, o la sorprendente habilidad para el baile de otro, y el humorismo pedestre de otros tantos, Germán Valdes Tin Tan hizo de la anarquía su sello particular. Tin Tan se encargó de romper tabúes, de besar mujeres, de cachondear situaciones y de asentar puntos de arranque básicos dentro de su obra. Más allá del estereotipo del pachuco inolvidable, también recurrió a establecer sus parámetros de acción en las colonias populacheras de un Distrito Federal todavía noble.

En El revoltoso, película dirigida por Don Gilberto Martínez Solares en 1951, Tin Tan interpreta a Tin Tan, un bolero chismoso y metiche que no deja de poner a jaque a la vecindad de quinto patio donde vive. Sus vecinos no lo soportan por entrometido, pero no dejan de reconocer que nunca interviene en plan de dolo o mala fe, por el contrario, sus acciones siempre buscan ayudar a su prójimo, aunque no sepa cómo.

Justo esa sorprendente habilidad para inmiscuirse en problemas le lleva a conocer a la bellísima Aída (Rebeca Iturbide), una dama que maneja jugadas de póquer clandestino y que presenta a Tin Tan como su primo, un falso hombre de sociedad que cautiva a los presentes por su forma de ser desinhibida y fresca y su aplomo para enamorar a su supuesta prima y demás damas presentes cantando un sabroso bolero como sólo él podría hacerlo.

En contra parte, en su vida cotidiana se mantiene como bolero de parque comiendo tortas de queso de puerco y desatendiendo "su negocio" por atender a su novia, la no menos hermosa pero pobre Lupe (Perla Aguiar). Sin embargo, el negocio sucio de Aída termina por afectarla a ella y es justamente esa situación la que lleva a Tin Tan a darse cuenta de donde puede encontrar el nuevo amor y hará cualquier sacrificio por salvar a la inocente Lupe. Así, buscando dinero como boxeador, donador de órganos, e incluso hombre mosca, saldrá adelante para salvar su amor.

Pero, y aunque parezca comedia rosa, dista mucho de serlo. El carácter propio de Tin Tan, aunque le provoque cierta preocupación, jamás deviene en arrepentimiento, en él el gozo lúdico del momento le lleva a vivir de la forma más chévere posible, siempre al momento y sin mayores deudas con la vida, como no sean los seis meses de renta.

El revoltoso es una de las tantas cintas de Tin Tan que se mantienen como clásicos de la comedia, una película de ritmo ágil donde además de la belleza femenina de la que don Germán Valdés siempre gustaba rodearse, podemos apreciar las actuaciones siempre sólidas de un grupo de actores que formaron toda una trouppe identificable en cada cinta: su carnal Marcelo, aquí como el atarantado padre de Lupe; Wolf Ruvinskis, como siempre de su antagónico; el pequeño gigante René Ruiz Tun Tun, una suerte de escudero en miniatura bueno pa'l danzón. Sin olvidar, por supuesto, a su hermano Ramón Valdés y a Juan García El Peralvillo, un efectivo actor de reparto y excelente guionista de los grandes éxitos de Tin Tan capaz de atrapar en líneas escritas lo más sabroso del populacho mexicano.

Para mí, como para tantos otros fans del Pachuco de oro, es una grata sorpresa saber que Zima Entertainment, a lanzado a la venta la serie de DVD's Tin Tan. La Colección, de la que El revoltoso es sólo uno de los títulos disponibles. Cada DVD codificado en región 1 y 4, cuenta con sonido remasterizado y menús con sinopsis, biografías y filmografías del director, así como del elenco principal y lo que más llama la atención es que cuenta además de una mini-galería de stills de la película, con unos cuantos párrafos que cuentan algunas anécdotas de filmación.

Es de agradecer que dentro del cada vez más saturado mercado del cine para ver en casa, algunas empresas se preocupen por rescatar los grandes clásicos que hicieron la historia del cine mexicano.