Poesía y dolor se mezclan en el filme mexicano Las buenas hierbas de María Novaro
Poesía y dolor se mezclan en el filme mexicano Las buenas hierbas,
de María Novaro, exhibido en concurso en el V Festival de Roma y único
representante de la cinematografía latinoamericana de la sección
oficial. Las buenas hierbas triunfó en el último festival de
Guadalajara con ocho premios, entre otros, los de mejor guión,
fotografía y actuación femenina (Ursula Pruneda). El filme con el que
la realizadora del inolvidable Danzón vuelve al cine después de 10 años
de silencio ofrece poesía y belleza con la fotografía de Gerardo
Barroso, combinado con el dolor que provocan los estragos del mal de
Alzheimer.
Las buenas hierbas del título son de la antigua medicina azteca, con las que Dalia (Pruneda) tratará inútilmente de impedir el avance imparable de la enfermedad de su madre (una excelente Ofelia Medina) que la conducirá a un acto trágico e inesperado.
Novaro, autora también del guión original, organiza una estructura narrativa que va de una dispersión inicial a una concentración dolorosa final, centrada en la relación entre madre e hija, que se va haciendo cada vez más estrecha y sofocante.
A lo largo del filme, la cámara de Barroso deleita con imágenes de plantas y flores, cuya intacta belleza contrasta con la crueldad de una enfermedad que destruye mentes y relaciones humanas.
Filme complejo y subyugante sobre la contemplación de la naturaleza, Las buenas hierbas es un triunfal retorno al cine de una voz mexicana por largo tiempo callada. En la cuarta jornada del Festival también se presentaron un estilizado melodrama ambientado en Estonia a inicios de la Primera Guerra Mundial, Poll, del cineasta alemán Chris Kraus, y un alegato contra la violación grupal de la que son víctimas las mujeres de la casta más baja en India, Gangor, del italiano Italo Spinelli.
(Fuente: ANSA)