Este es el primer trabajo de Juan Mora Catlett, realizado en 2006, y está basado en la leyenda purépecha de la princesa Eréndira Ikikunari, que robó un caballo a los españoles y aprendió a montarlo para luchar contra ellos. Eréndira es una joven de un valor y entereza excepcionales que luchó para alcanzar el respeto que sólo era concedido a los hombres.
La leyenda narra, con un tinte trágico, la lucha fratricida por el poder dentro de una misma familia y presenta la imagen de un monarca cobarde y débil, incapaz de enfrentar a los extranjeros.
Filmada en Michoacán, en medio de los increíbles escenarios naturales del Paricutín, la laguna de Zirahuén, el manantial La rodilla del Diablo y las zonas arqueológicas de Pátzcuaro, Tzintzuntzan e Ihuatzio, está hablada en purépecha, español del siglo XVI y latín, con una gran profusión de símbolos, alegorías e imágenes poéticas provenientes de los vestigios de la cultura purépecha, además de una gran producción digital para lograr una integración plástica de los elementos naturales y el desempeño de los actores.
Mención aparte merecen los personajes, quienes en su mayoría son indígenas auténticos a los que durante 2 meses se les dieron clases de actuación, exitosamente asimiladas, como se podrá apreciar cuando se estrene comercialmente la cinta el próximo 2 de marzo.
La película es narrada por un anciano, a través del texto de un códice y combina los dibujos con acción en vivo, estableciendo un estilo formal que recrea el concepto indígena de lo épico y permite la presentación de una leyenda, haciendo creíble un mundo que no podemos reconstruir.
Con dirección y guión de Juan Mora Catlett; fotografía a cargo de Toni Kuhn; edición de Rodrigo Montes de Oca; y con las actuaciones de Xochiquetzal Rodríguez, Justo Alberto Rodríguez, Luis Esteban Huacúz Dimas y Roberto Isidro Range, entre otros, el filme cuenta con una duración de 167 minutos.