“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

TESTIMONIO
  • Ibere Cavalcanti

    "CAMINANTE, no hay camino, se hace camino al andar". Como el caminante de Machado, llegamos todos a Viña del Mar en 1967, para soñar el camino de un cine humanista para nuestra Amerindia Afro-Latina y desde esa fecha hasta hoy, muchos fueron los caminos recorridos por cada uno de aquellos compañeros que, junto al mar pacífico de Chile, imaginaron —en plano general— un nuevo cine latinoamericano. Veinte años de luchas siempre marcadas por la violencia obsesiva de la bestia imperialista, manchadas por nuestras divisiones. Todavía la secuencia de construcción de un nuevo cine continúa y su protagonista, nuestro pueblo, va asumiendo su papel y exigiendo una nueva dramaturgia. En cada país de nuestra América se desarrollan los actos que van formando la saga de nuestro cine. Algunos visibles y sacramentados por las coyunturas dominantes, otros ocultados y negados. Los primeros, diseñando la historia oficial, otros renovando la subversión de las reglas y valores impuestos. Todos constructores de la lacerada memoria de los continuadores, pues será en el futuro, un futuro más justo, en que todos nosotros, oficialistas y subversivos, paradójicamente creemos, que será posible descubrir en primer plano, a pleno foco, cómo fue nuestro cine humanista y revolucionario soñado por los visionarios en Viña del Mar 1967 y ahí entonces sabremos por donde andamos en el camino hecho al andar.

    Ibere Cavalcanti (Brasil)
    Agosto/ 1987

    (Fuente: Revista Cine Cubano 120)


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