La idea, aunque conocida, es lo primero que atrae: Dios le pide al anciano Noé que, de la nada, construya un arca para salvar animales y humanos ante el inminente Diluvio universal que él mismo se encargará de enviar, por la negligencia de los hombres y el maltrato a la Naturaleza. El problema y el centro de la trama de la nueva película de Juan Pablo Buscarini (El Ratón Pérez) radican en la convivencia entre carnívoros y herbívoros. Y en que los humanos tampoco son corderitos.

El Arca está pensada como una comedia de aventuras, para entretener a un público menudo y que, acompañado por mayores, pasen todos un rato divertido. Algunas situaciones vodevilescas -ver salir a un animal del cuarto de otro de distinta especie con ciertas miraditas...- directamente no son para el público primordial para el que está pensado el largometraje.

Y así también hay guiños al espectador adulto, con ciertas frases y diálogos que también aparecen en los tanques hollywoodenses como Shrek, o Madagascar, solo por mencionar un par de ejemplos.

Las vicisitudes arriba de la embarcación tienen que ver con la falta de solidaridad de parte de la familia del miope Noé, o los celos y rencores de quienes desearían destronar al león -Rey de los animales.

La película está estructurada de acuerdo a bandas. Están los buenos y los malos, caminen en cuatro patas o no. Y a todos los doblan figuras de la televisión y la radio argentinas, como Juan Carlos Mesa (Noé), Jorge Guinzburg (Farfan, un pérfido mercader), más Alejandro Dolina, Mariana Fabbiani, Lalo Mir, David Rotemberg y Magdalena Ruiz Guiñazú, por ejemplo.

Retomando la idea del comienzo, lo segundo que atrae es la animación en sí. Los animales pueden tener rasgos bien simples, no así sus movimientos. El Arca no tiene mucho que envidiarle a otras producciones foráneas, con las que compite de igual a igual en estas vacaciones de invierno. En ese sentido, redobla la apuesta en un género tantas veces bastardeado como el de la animación.

Habrá quien observe al comienzo que algunos personajes tienen ciertas características en su fisonomía muy semejantes a otros personajes animados famosos, pero también habrá que decir que estos son los originales, al menos en el devenir histórico.