El director de cine húngaro Miklós Jancsó falleció a la edad de 92 años, informaron medios locales. Había participado cinco veces en la competición de Cannes y dos en la de Venecia. En 1958 dirigió su primera película, Las campanas se han ido a Roma.

Con la muerte del director Miklós Jancsó, es un gran pedazo de la historia del cine húngaro el que desaparece. El cineasta había hecho su irrupción en la escena internacional con películas que se sumergían en el corazón de la historia de su país y con un estilo nutrido de largos planos secuencia en los que la cámara revoloteaba de un personaje al otro.

Jancsó, nacido en Vác, al norte de Budapest, el 27 de septiembre de 1921, dirigió películas galardonadas por la crítica internacional, como La ronda de reconocimiento (1965) o Los rojos y los blancos (1967).  Participó cinco veces en la competición del Festival de Cannes: en 1966 (Los desesperados), 1972 (Salmo rojo – Premio al Mejor Director), 1975 (Elektra, My Love), 1976 (Vicios privados, públicas virtudes) y 1979 (Rapsodia húngara).

Otras dos de sus películas también han competido en la Mostra de Venecia (que le otorgó en 1990 un León de Oro a toda su carrera): The Tyrant’s Heart (en 1981) y Season of Monsters (en 1987, con una mención especial por su nueva forma de lenguaje cinematográfico).

Jancsó había también apadrinado de cierta manera a su compatriota el cineasta Kornél Mundruczó participando en 2010, en señal de amistad, en la conferencia de prensa de Cannes de Semilla de maldad (The Tender Son).