La jaula de oro (2013), de Diego Quemada-Díez, es una historia de migrantes guatemaltecos que cruzan el territorio de México hacia Estados Unidos; es una cinta que ha tenido una buena recepción a través de su paso por festivales internacionales incluyendo el Festival de Cannes, donde se estrenó el año pasado, y que ahora ha llegado a las salas mexicanas.

La jaula de oro se convierte en un film redondo, que despliega los buenos recursos y habilidades de su director-guionista, el español Diego Quemada-Diez, para contar la historia de amor y amistad de Sara (Karen Martínez) y Juan (Brandon López), además de su amigo indígena Chauk (Rodolfo Domínguez). Los tres adolescentes —ella disfrazada de hombre— viajan hacia Estados Unidos cruzando México y son víctimas de todas las vejaciones y peligros posibles que existe en el camino de La Bestia, como se le conoce al ferrocarril que transporta a los ilegales desde Centroamérica.

Es un film que conmueve al asomarse al tema de la migración y de sus crueles ramificaciones: el tráfico de personas, la trata de mujeres, las extorsiones y el narcotráfico, a lo largo de un territorio bárbaro que parece tierra de nadie, desde Centroamérica a Estados Unidos, con las patrullas de caza-ilegales, aunque ciertamente la mayor parte sucede en México. Y esta Odisea se refiere tanto en el título como en su desenlace a la ironía de alcanzar el destino, que no es sino una "jaula de oro", un país que también aprisiona a los obreros ilegales.

La cinta tiene momentos bien logrados en términos cinematográficos y algunos incluso bellos dentro de su dramatismo, con la destacada aportación de la fotógrafa María Secco, quien captura la abundancia natural y la pobreza social del paisaje, y ejecuta algunos planos de gran carga simbólica, como el de la noche nevando.

El guión de La jaula de oro logra desarrollar cabalmente a sus personajes y sus dilemas, para convencernos de la amistad que se forja entre Juan y Chauk, quien es rechazado inicialmente pero después de varios incidentes se gana su confianza y respeto. Logran una nota alta los tres jóvenes actores protagonistas, los guatemaltecos Karen Martínez, Brandon López y el mexicano Rodolfo Domínguez.