Formato: Boletín electrónico
En la ópera prima de Marcos Bernstein, enmarcada dentro de un thriller con matices sentimentales de la comedia romántica, ambientada en la ciudad urbana de Copacabana, Regina (Fernanda Montenegro, la misma de Estación Central) trabaja en investigaciones policiales. Por supuesto, ella es rígida, solitaria, reservada y vive sola con un perro, como bien manda el estereotipo del género. La detective entrada en años tiene un hábito procaz: husmear a sus vecinos con un larga-vistas desde la ventana del piso de su departamento. Una noche, fisgoneando el otro lado de la calle, percata a un hombre de avanzada edad inyectándole algo en el brazo a un mujer recostada en una cama. Al día siguiente, nuestra heroína informa lo acontecido al departamento policial. Tras la investigación pertinente, el jefe de Regina la deja libre de su cargo, una vez descubierto que se trataba de Camargo, un juez en quien no recaía ninguna culpa y cargo por lo acontecido. Y ahora sí, previsiblemente y como bien dicta las normas del género, Regina tozuda y cabezota, decide continuar con el caso por su cuenta. En sus andanzas se involucra demasiado con el amigo Camargo hasta alcanzar somero devaneo inesperado.
Sustentado sobre un guión tajante y sólido, sumado a actuaciones de alta calaña, el filme no cae en situaciones narrativas superfluas ni artificiosas. Hay momentos de humor dignamente obtenidos, así como también algunas escenas donde el clima opresivo y álgido, propugnado por una fotografía conforme, impera tanto en la mente como en la psicología de Regina y su ligazón con su hábitat. No obstante, muchos artilugios esquemáticos propios del género se tornan preponderantemente evidentes y latosos, al igual que algunos toques de sentimentalismo importuno. La sensación que la película aparenta dejarnos es aquella que nos rubrica cierta habitualidad sobre el género, como cuestionándonos cuantas veces vimos este tipo de filme. La bifurcación a esta vacilación podemos encontrarla sondeando en los ámbitos en que está inscrita la película, para de esta forma sacar conclusiones de índole sociales sobre la gran urbe carioca.