Con Sangre azul, Lírio Ferreira nos introduce una vez más en su universo cinematográfico. Con una dirección más nivelada que la de su último largo de ficción Arido Movie, Lirio nos presenta la visita de un circo ambulante a una isla. Uno de los integrantes del circo, Zolah (Daniel de Oliveira), es un antiguo habitante de la isla, quien la revisita después de muchos años, por lo cual se ve obligado a enfrentar su pasado.

Dividido en cuatro capítulos, el filme mezcla la atmósfera del circo con el típico estilo pernambucano de hacer cine, muy presente en la filmografía de Lírio Ferreira y Cláudio Assis. No es que el cine pernambucano se limite a este estilo, pero es en él que se puede reconocer los rasgos más típicos de la cultura de esta región: entre otros el abordaje de personajes famosos de ese estado, como Lia de Itamaraca; y en el caso de este filme, una banda sonora basada en el regionalismo, además de la utilización de expresiones lingüísticas de la zona, siempre con el delicioso acento característico de la región.

El elenco es bien nutrido, contando entre otros con Paulo Cesar Peréiro, excelente como siempre, Matheus Nachtergaele y Mihem Cortaz, entre otros. La primera parte del filme recurre a una gran variedad de personajes para crear la atmósfera general de la cinta, esto hace que el espectador se sienta parte de ese universo, conformado por los habitantes de la isla y los miembros de la compañía circense.

En un segundo momento, ya cerca del final, una narrativa más centrada, le otorga un aire de gracia al filme, mostrando un tiempo muy acertado para contar la historia; después de que ya nos hemos sumergido en su universo. La historia, por extraordinaria, le da mayor fuerza al bello filme de Lirio. Se destaca especialmente la bella escena donde tiene lugar una especie de danza debajo del agua del océano.

Para fechar a noite, Lírio Ferreira nos presenteia mais uma vez com seu universo em Sangue Azul. Com uma direção muito mais regular do que a apresentada em seu último longa ficcional, Árido Movie, Lírio nos mostra a visita de um circo a uma ilha. Um dos integrantes do circo, Zolah (Daniel de Oliveira), é um antigo morador da ilha que a revisita depois de muitos anos e se vê obrigado a tecer um diálogo com seu passado.

Dividido em quatro capítulos, o longa traz consigo o clima circense mesclado ao já consagrado estilo pernambucano de se fazer cinema, bastante visível nos filmes de Lírio e de Cláudio Assis. Não que o cinema de Pernambuco se limite a este estilo, mas é nele que se pode reconhecer mais traços da cultura pernambucana tendo dentre tantas características, o uso de personagens famosos do estado, como Lia de Itamaracá neste filme, uma trilha sonora pesada no regionalismo, além do forte uso de expressões linguísticas de lá, sempre com o delicioso sotaque bastante carregado.

O elenco é riquíssimo, contando com Paulo César Peréio, ótimo como sempre, Matheus Nachtergaele, Milhem Cortaz, entre outros. O filme se utiliza da grande variedade dos personagens para criar o clima que toma conta da tela na primeira metade da projeção, fazendo com que o espectador se sinta parte daquele universo formado pelos habitantes da ilha e os integrantes do circo.

Em um segundo momento, já caminhando para o final do filme, uma narrativa mais específica começa a dar seu ar da graça, mostrando um belo timing do diretor para contar a história, depois de já nos ter inserido em seu cenário. A história, por sinal, dá ainda mais força ao delicioso longa de Lírio. Destaque para uma cena lindíssima onde há uma espécie de dança filmada debaixo d’água, no oceano.