En la Berlinale se presentó, fuera de competencia, el documental argentino de Miguel Kohan sobre las glorias de la música ciudadana. El tango protagonizó  la 58º edición del festival de Cine de Berlín, que se está realizando en la capital alemana, cuando de la mano de Gustavo Santaolalla se presentó el documental de Kohan Café de los maestros.

La película argentina que se vio ayer reúne a las viejas glorias supervivientes de la música porteña. Mariano Mores, Horacio Salgán, Virginia Luque, Lágrima Ríos, José Libertella, son sólo algunos de los artistas reunidos en el filme de Kohan.

El director, cámara en mano, escudriña las emociones y las lágrimas de estas glorias que vuelven a encontrarse, tal vez por última vez, para tocar juntos tangos, candombes y milongas, recuperando ese clasicismo de las grandes orquestas porteñas de los años 30 y 40.

Presentado en la sección oficial paralela Panorama, el documental era una de las películas más esperadas de la Berlinale por acumular en 90 minutos una serie de personalidades del tango en el ocaso de sus vidas, pero
no de sus talentos, en una idea que remite a la llevada a cabo por Wim Wenders y Ry Cooder con Buena Vista Social Club.

Producida por Gustavo Santaolalla y Lita Stantic, y coproducida por el brasileño Walter Salles, Café de los maestros se presentó en una versión in progress antes de su lanzamiento comercial en las salas cinematográficas del mundo. Posteriormente se convertirá en un DVD que contendrá el concierto completo en el Teatro Colón de Buenos Aires, que corona dignamente el documental.

“Yo creo que lo que cuenta en un artista es la identidad: saber quiénes somos y de dónde venimos”, declaró Santaolalla, ganador de dos Oscars seguidos como mejor compositor por Brokeback Mountain y Babel.